El Hereda San Pablo Burgos quiere todavía más
En su cuarta temporada en ACB, el club castellano ha ganado dos títulos internacionales: la Champions FIBA y la Intercontinental. Su fiel afición es uno de los motores.
Al Hereda San Pablo Burgos no hay quien lo frene. Hace cuatro años competía en la LEB Oro tras tomar el relevo del C.B. Tizona que había logrado tres ascensos a la ACB, pero no consiguió materializarlos por las exigentes condiciones económicas impuestas por la mejor Liga de Europa. Burgos pedía a gritos un equipo en la élite del baloncesto español y de la mano del San Pablo llegó el gran momento deseado.
Desde entonces, acumula cuatro temporadas en la Liga Endesa, logrando año tras año superar sus resultados; en la primera campaña luchó por la permanencia y, ahora, se codea con los mejores... y no sólo en España. La pasada temporada consiguió clasificarse para el playoff por el título en Valencia y, tras derrotar al Real Madrid, Zaragoza y Andorra, se presentó en las semifinales donde se cruzó con el Barça y no hubo más opciones de sorprender.
Unos meses más tarde se jugaba en Atenas la Fase Final de la Basketball Champions League de la FIBA. El Hereda San Pablo, que recibió una invitación para participar en la fase previa, conseguía su billete para jugar la Final a Ocho en Grecia. Se plantó en la final y ganó al gran favorito, el AEK, en su pista, para conseguir su primer título europeo.
Pero el crecimiento del club no tiene límites. En esta cuarta temporada en ACB ya ha logrado 15 victorias y se codea con los mejores en la parte alta de la clasificación. Tiene billete para la Copa del Rey, que se disputará desde el jueves, y ha puesto la guinda con la consecución de la Intercontinental tras vencer al Quimsa argentino en Buenos Aires. Segundo título internacional en esta temporada y aún le queda la Copa y la Liga. Todo un ascenso meteórico en la historia del club burgalés. Un ejemplo de gestión y de ciudad volcada con su equipo.
La afición
¿Dónde está la clave del éxito? A nadie se le escapa que el respaldo de la afición ha sido espectacular con llenos constantes en el Coliseum, hasta esta temporada, con diez mil fieles espectadores que llenan el recinto en cada fiesta en la que transforman sus partidos de baloncesto. La valentía de su presidente, Félix Sancho, joven empresario que ha llenado de ilusión a la ciudad y al vestuario. Y la llegada de Joan Peñarroya, que sustituyó al burgalés Diego Epifanio Epi en el banquillo, ha trasladado a la plantilla, a la que los propios jugadores califican como una familia, su gen ganador.
Una mezcla explosiva que parece no tener techo y que marca su próximo objetivo en un título nacional. La única pega a este crecimiento exponencial, como dijeron en Buenos Aires tanto el presidente como el entrenador, es no poder disfrutar de este momento mágico con sus fieles seguidores. Un ejemplo para todo el baloncesto español. Todo llegará, mientras tanto, se aparcan las celebraciones por la consecución de la Intercontinental porque llegan los cuartos de Copa ante el Iberostar Tenerife. ¡Cuidado que llega el San Pablo!