El San Pablo Burgos gana la Champions FIBA

Europa tiene nuevo amo y señor: el Hereda San Pablo Burgos. Los castellanos conquistaron en el histórico OAKA de Atenas (Grecia) la Champions FIBA después de doblegar en la final al anfitrión, el AEK, el gran dragón del torneo, un equipo creado por y para ganar un trofeo que lucirá, ahora y para siempre, brillante y majestuoso en el Coliseum. La Catedral de Burgos ha encontrado un fuerte competidor en cariño en la ciudad. Un título, el primero en la historia para el San Pablo, aún más alucinante si miramos hacia atrás: el club se creó en 2015 de las cenizas del Baloncesto Tizona y ascendió a la ACB dos años después. Y en solo tres temporadas en la élite, la gloria más absoluta. Para frotarse los ojos.

Los burgaleses ganaron a los atenienses como ya hicieron con el Hapoel Jerusalén en cuartos y con el Dijon en semifinales: abrasando con el sello Peñarroya por bandera. Firmeza y dureza en defensa; confianza e inteligencia en ataque. Sin perder la esperanza ni venirse abajo cuando su rival amenazó con romper la gran final en los primeros latidos del partido y apretó en los últimos cuando se vio casi 20 puntos abajo. Nada pudo con ellos.

El AEK era el gran coco de esta exitosa Final a Ocho creada por la FIBA para poner el punto final a la edición de 2020. Y lo demostró de salida con Moreira mordiendo la zona burgalesa y Langford desatado. El MVP de la fase regular de la Champions (19 puntos de media en estos playoff exprés) descerrajó 6 tantos en un pestañeo. Rice cogió el testigo con 5 y los griegos se relamían: ­14-24 al cerrar el primer cuarto y el viento a favor. No contaban con Omar Cook.

Omar Cook y McFadden

El base, 38 años de edad, es una mente maravillosa en el control de los partidos y en el pase, pero cuando decide anotar, no tiene parangón. En 3 minutos del segundo periodo (del 9:46 al 6:51) dio una clase maestra de sangre fría y templanza con 12 puntos, 4 de 5 desde el triple para empatar el duelo a 33. Vuelta a empezar, pero con un guion completamente diferente: era el turno del Burgos.

McFadden dio la primera ventaja al conjunto español (35-33) y nada fue como antes. Empujados por el propio estadounidense, una auténtica máquina de anotar y MVP de la final (18 puntos), con una defensa de puro hierro y el rebote como amigo (41-27 a su favor), destrozaron al AEK. Los griegos se ahogaron, no encontraron ni un sola rendija para meter mano y las distancias crecieron hasta el ­59-41 del tercer cuarto, que fue definitivo, a pesar de los arreones de Rice y de Lojeski. Nada sirvió y el Burgos se convirtió en el segundo equipo español en alzarse con la Champions tras el Tenerife en 2017. ¿Cuál será su próxima y sorprendente hazaña?

La gran década europea del baloncesto español

El San Pablo Burgos ha cerrado una década asombrosa del baloncesto español en Europa. Con esta Champions FIBA, los castellanos se convierten en el quinto club ACB en ganar un título internacional entre la temporada 2010-11 y la 2019-20. El Valencia (tres Eurocups), el Real Madrid (dos Euroligas), el Unicaja (una Eurocup) y el Iberostar Tenerife (una Champions) completan este repóker de éxitos.

En total son nueve títulos europeos en 17 finales disputadas por españoles. El Herbalife Gran Canaria, el Coosur Betis y el Retabet Bilbao se quedaron a las puertas de ampliar un palmarés que afianza a la Liga Endesa como la mejor competición de clubes nacionales del mundo solo superada por la NBA.