El David burgalés sucumbió ante el Goliat azulgrana
El San Pablo resistió durante 20 minutos, pero el físico del Barça y su profundidad de banquillo rompieron el duelo en la segunda parte. Mirotic y Heurtel, los mejores.
Ha luchado y ha sufrido, pero el Barça de Svetislav Pesic competirá el martes por su 16º título de Liga, en la que será su 28ª final en la competición, tras superar al San Pablo Burgos por 98-84. A la reconquista de un trofeo que no ha logrado en las cinco últimas temporadas, desde 2014 cuando batió en la final al Madrid.
El equipo burgalés ha resistido en la primera mitad (43-41), pero las rotaciones de Pesic, el ritmo de juego impuesto por Thomas Heurtel (11 asistencias), la efectividad de Mirotic (máximo anotador con 18 puntos) y de Kyle Kuric (16) han acabado con la resistencia de la gran revelación de esta fase final.
El banquillo azulgrana ha aportado 52 puntos por 37 de su rival, que no ha tenido a Vitor Benite acertado, pieza clave en duelos prevos, a pesar de sus 16 tantos. Pablo Aguilar (13 y 7 rebotes) y Augusto Lima (10 y 6) han aguantado a los suyos al límite de sus fuerzas. El San Pablo Burgos, a pesar de la derrota, ha hecho historia y con mayúsculas.
El Barça llegaba a la cita mucho más fresco, con un día más de descanso y tras haber reservado a alguna de sus piezas más importantes. El San Pablo Burgos, en cambio, había tenido que vaciarse en los cinco partidos del grupo B y las 24 horas menos de descanso que acumulaba se han notado.
Pesic no cree en enemigos pequeños y puso a su mejor quinteto en pista y Peñarroya solo dejó fuera a Thad McFadden de salida. Las órdenes del técnico serbio fueron claras, parar a Vitor Benite, no dejar maniobrar ni a Fitipaldo ni a Bassas y alejar a Lima del tablero.
El Barça salió enchufado (8-0, minuto 2), pero Fitipaldo, Lima y un triple de Jasiel Rivero equilibraban la contienda (8-8). Las faltas, la entrada de Heurtel de base por Hanga y que aceleraba el ritmo abría brecha con un parcial de 9-0 (17-9). Incluso así el San Pablo no se venía abajo y McFadden impedía que los azulgrana abrieran brecha al final del cuarto: 23-17. Pesic ordenó más circulación en ataque y Oriola, Tomic y Kuric rompían la defensa castellana (35-19).
Fitipaldo relevaba a Bassas, Peñarroya cambiaba la defensa a zona de ajuste y Heurtel entraba por Hanga tras cometer su tercera falta. A partir de ahí cambió el escenario porque Lima machacaba el aro del Barça y Fitipaldo anotaba desde todas las posiciones. Se pasó de un 37-21 al empate a 41 (minuto 19) para un parcial de 4-20 en cuatro minutos, aunque Mirotic rompía la igualdad justo antes del descanso (43-41). El Burgos había logrado 20 puntos en la pintura y 10 de segundas opciones, con solo tres pérdidas en este cuarto tras sufrir ocho en el primero.
En Barça cerró su defensa al inicio del tercer periodo y en ataque Higgins y Mirotic desarbolaban desde el exterior la zona rival (62-49). Ni la marcha de Hanga con cuatro faltas al banco permitía que Benite tuviese fluidez, porque Heurtel marcaba el ritmo. Además, Brandon Davies, con un triple, cerraba el cuarto con un claro 72-58 para los azulgrana.
El parcial había sido demoledor en ese tercer acto (29-17) y el equipo de Joan Peñarroya empezaba a notar el esfuerzo. Con 83-64 (minuto 34), el técnico catalán pedía tiempo para tranquilizar su ataque, pero Hanga volvía a la marca de Benite que se mostraba ya acertado y junto con Pablo Aguilar, muy efectivo, lograban reducir distancia (85-72, min. 36). Pesic paraba el choque. El técnico daba descanso a Mirotic (anotó 18 puntos en 17 minutos) para dejar que Heurtel controlara totalmente el ritmo del choque (14 puntos y 11 asistencias). Benite surgió en ese cuarto con ocho tantos, pero ya era tarde. El Barça tenía los dos pies en la final.