Candidatos a todo: la mejor cara del big three acaba con Kawhi
Los Nets mejoran y muestran su versión más destructiva. Harden hizo de base, Durant voló y Kyrie explotó. Kawhi no pudo con el trío. El big three, ahora sí, asusta.
Así, de esta manera, los Nets son candidatos a todo. Al anillo y a conquistar el mundo si hace falta. Partidazo del big three en Brooklyn, que ha demostrado que la ingente cantidad de talento de sus integrantes vale para hacer frente a los Clippers (y tiene pinta que a todos los demás), uno de los equipos más en forma de la competición que lideraba el Oeste hasta esta noche, posición que ha cedido a unos Jazz cuya buena racha parece eterna. Extraordinario encuentro de Kyrie Irving, buenos minutos de James Harden, ramalazos impresionantes de Kevin Durant e incluso, en el último cuarto, algo semejante a una buena defensa. Todo eso hemos visto en un partido de locura, uno de esos enfrentamientos que sí nos sirve, aunque sea ligeramente, para sacar conclusiones (algunas) y ver en qué punto se encuentra una determinada franquicia y, sobre todo, hasta dónde puede llegar. Y jugando así, los Nets pueden llegar mucho más lejos de lo que pronosticaban aquellos que se apuntaban al barco del fracaso estrepitoso. Pero, claro, queda un largo camino para un destino que todos en Brooklyn desean pero que, desde el banquillo hasta el último integrante del big three, saben que no es tan sencillo por algo que en la NBA, antes o después, todo el mundo comprende. Ganar no es fácil: nunca lo es.
Y los Clippers, ojo, jugaron bien. Sencillamente, fueron peores que su rival. Los angelinos llegaban a Brooklyn con tres victorias consecutivas a sus espaldas y 10 en los últimos 11 partidos, algo que les había permitido adelantar a los Lakers en el Oeste y empezar a presentar una candidatura que algunos habían olvidado (por lo que sea), tras la debacle del año pasado en playoffs. El equipo que dirige Tyronn Lue ha mejorado con su nuevo entrenador, gestiona mejor los descansos (los de Kawhi y Paul George, principalmente), mantiene a la plantilla focalizada, ha mejorado la química y tiene a todo el mundo focalizado. Sus dos estrellas han mejorado en la mayoría de sus apartados estadísticos, sobre todo en el tiro, son mucho más efectivos que el año pasado y están, o eso parece, contentos. Y suplen entre ambos la obvia ausencia de un generador de juego, quizá la parte que todavía les falta por cubrir, algo que se tendrá que hacer desde los despachos.
Envalentonados de inicio, los Clippers se pusieron 4-14 nada más empezar, y mandaban por 24-32 al final del primer periodo con 12 puntos sin fallo en el tiro de Kawhi (4 de 4 en tiros de campo y mismos números desde la línea de personal). En el segundo, los Nets despertaron: apretaron atrás, ajustaron posiciones e intentaron frenar las penetraciones rivales alternando a Jeff Green con DeAndre Jordan para proteger el aro, algo que funcionó con los hombres interiores angelinos, a los que dejaron secos: Serge Ibaka finalizó con 9+10, pero con 3 de 11 en tiros de campo; y Zubac, con 2 puntos en 16 minutos, ni olió el balón. En ese periodo los Nets también contaron con la ayuda de Joe Harris (13 puntos con 3 de 7 en triples en la conclusión), un hombre correcto que cumple todo el rato y produce estadística hasta el último periodo, que suele jugar entero... sin tocar prácticamente una pelota que se reparten otros. Y ya sabemos quiénes son esos otros. Las estrellas, ya se sabe, van siempre por delante.
La explosión de Kyrie
La segunda parte fue neta y completamente de Irving. El base ya había cuajado una gran primera mitad, a la que se iba con 15 puntos y 7 de 13 en tiros, pero despertó definitivamente en los últimos 24 minutos: 24 puntos, 4 rebotes y 1 asistencias, 8 de 10 en tiros de campo y, ojo, un espectacular 5 de 5 en triples. La celebérrima estrella anotó 14 puntos en el tercer cuarto, en el que fue el único jugador de los Nets que no se sentó, y 10 más en el último, una cifra que compartió con Harden y a la que se añadieron 9 puntos de Durant. En total, 29 de los 36 de los Nets en este periodo, en una explosión de talento liderada por Irving y que ni un equipo con la capacidad defensiva de los Clippers pudo frenar. En esos últimos 12 minutos, el equipo local lanzó con un 64,7% en tiros de campo, un 62,5% en triples y cerró el partido desde la persona, con un acierto excelso (9 de 11), además de tener buenos momentos de esfuerzo defensivo (un pequeño milagro) que permitió decantar la balanza después de llevar la batuta en unos últimos minutos en los que los Clippers lo intentaban, pero Brooklyn se escapaba cada vez que parecía sucumbir a los connatos de remontada rivales.
A menos de 6 minutos para el final, los Clippers todavía iban por delante (97-102). Con 99-102, Irving anotó primero un triple y luego consiguió una penetración imposible que daba el mando a unos Nets que ya no lo perderían. También fue suyo un triple inmediatamente posterior, para el 107-102. En definitiva, fue la estrella muda la que sentenció a un equipo que lo siguió intentando (118-117 a 24 segundos para el final), pero que no pudo con sus rivales a pesar de los números de sus estrellas, especialmente Kawhi: 33 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 2 tapones, completísima actuación de todoterreno que se quedó sin un premio que habría sido objetivamente merecido pero que sucumbió a un talento mayor que el suyo y, en definitiva, al de cualquier otro equipo de la Liga. Paul George acompañó con 26+4+6+2, Nicolás Batum sigue mostrando un excelente nivel (21+6, con 7 de 10 en tiros de campo y 5 de 8 en triples) y Marcus Morris (16) tuvo momentos de buenos a brillantes, con grandes porcentajes de tiro (6 de 10 y 3 de 6).
Y en los Nets, de todo. James Harden sigue ejerciendo de playmaker, una solución intermedia para que no asuma tiros en demasía y haya para tres estrellas que, por mucho que diga la gente, no están jugando con tres balones. El escolta se fue a 23 puntos, 11 rebotes y 14 asistencias, un apartado estadístico en el que ha superado los dobles dígitos en cuatro de los cinco partidos que ha disputado desde su traspaso de los Rockets. Durant anotó 28 tantos y atrapó 9 rebotes, con una serie de tiro también de ensueño: 11 de 13, con un intento de triple sin fallo. Y Kyrie, ya se sabe, 39+5+2, con 1 robo y dos tapones, 15 de 23 en tiros de campo y 6 de 8 en triples. Esta vez, a loss Nets no se les hizo bola el final como en la locura de los Wizards, y aguantaron estoicamente cerrando el partido como expertos en el clutch time que son: sin nervios y con templanza. La cabeza fría, y la muñeca caliente. Más cerebro del que se les atribuye y una calidad que nadie nunca les ha negado. Ojo que, en ese equipo en el que todo puede salir bien o todo mal, hay una mera posibilidad de que la primera variable se cumpla. Así, las cosas sí pueden salir bien. Ojo con los Nets, que igual no se les ha valorado lo suficiente. Y claro, pueden implosionar. Pero no nos podemos olvidar de que son muy, muy, muy buenos.