Los Celtics se dieron un festín ante los Cavaliers, jóvenes y con las carencias propias de un equipo que todavía no está preparado para luchar en los grandes escenarios. Los de Cleveland vienen con buenas sensaciones en este comienzo de la temporada, pero los de Boston luchan por todo en la conferencia y necesitaban amarrar este parido en su casa. Tal era lo que querían que lo hicieron por la vía rápida, anestesiando desde el comienzo al rival y acabando 141-103, casi en golpiza dolorosa para los jugadores y los espectadores. 

El primer cuarto fue ya de distancia abismal. Treinta y ocho puntos por un lado, veintiuno por el otro. Eso dio tranquilidad a los Celtics, que disfrutaron e incluso hicieron daño ya en el tercer periodo para dar la puntilla a unos Cavaliers que dejaron mucho que desear en el Garden bostoniano.

Jaylen Brown, con 33 puntos, fue el más destacado del cuadro verde. Kemba Walker (21) y Daniel Theis (17) le ayudaron como titulares y Carsen Edwards (18) destacó como jugador suplente. El máximo anotador de los visitantes fue el base de tercer año Collin Sexton y sólo con 13 puntos. 

Los Celtics rompen la mala racha, que ya era de tres derrotas seguidas, para sumar la novena victoria. Los Cavs venían de ganar dos veces a los Nets, uno de los favoritos, y se quedan ahora con un balance del cincuenta por ciento.