Ni un Beal de 60 puntos puede con estos Sixers

"Todos los récords de mi carrera han acabado en derrota... Me importa un carajo", decía Bradley Beal al final del encuentro. Puede ser cierto, pero todos tenemos nuestro corazoncito y nuestro orgullo, y los récords que uno consigue lucen mucho más si no estás en Washington. Anoche Beal se fue a 60 puntos, su marca personal y la máxima que había logrado un jugador de los Wizards: Gilbert Arenas en 2006. Al final del tercer cuarto ya llevaba 57 con siete triples. Si todo sucediese con lógica los Wizards tendrían que haber ido ganando en ese momento. Pero al baloncesto juegan cinco y anoche sólo lo hizo uno en el equipo de la capital. Con una defensa horrible, que recibió más de 80 puntos al descanso, los Sixers seguían por delante a falta de un cuarto y ya habían llegado a ponerse 21 puntos arriba.

Desesperante para un Beal que sólo iba a anotar 3 puntos más, por los 11 del último cuarto de Joel Embiid, que acabó con 38 y que iba a meter 8 de ellos con el partido en el alambre (dos triples incluidos) después de un intento de remontada casi culminado por los visitantes. Pero estos Sixers son un equipo, en la acepción más amplia de la palabra. La llegada de Doc Rivers ha sido un bálsamo y una revolución que ha demostrado que en Filadelfia se podía jugar con sentido y con continuidad durante un mismo encuentro con los jugadores que había. Bueno, con los que había y con Seth Curry, que ya está claro que es una bendición para su nueva franquicia. El hermano de Stephen acabó con 28 puntos con una racha de 6 triples consecutivos antes del descanso. Simmons (17 tantos y 11 asistencias) y Harris (19) también se unieron a la fiesta de un equipo que acabó con un, atención, 18/29 en tiros de tres. Ver para creer.