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NBA | PELICANS 120 - RAPTORS 116

El dúo funciona: los 52 puntos de Ingram y Zion ahogan a Toronto

Los Raptors se hunden en la parte más baja del Este tras otro naufragio, esta vez en Nueva Orleans. Gran partido de Ingram, mejora de Zion y 4-2 para los Pelicans.

Brandon Ingram, durante el partido de la NBA que ga enfrentado a New Orleans Pelicans y Toronto Raptors
Stephen LewUSA TODAY Sports

"Han lanzado 28 tiros libres en el último cuarto. Debe de ser algún tipo de récord". Eran las palabras de Nick Nurse al concluir el partido, una nueva derrota de los Raptors (y ya van cuatro), esta vez en Nueva Orleans. Razón no le falta al técnico, que clavó la cifra y se quejó de vicio, pero tampoco hay nada que se pueda hacer en este tipo de situaciones, y lamentarse vale de poco en una temporada en la que todos pueden ganar o perder contra todos... pero en la que hay que sacar las victorias que toca sacar. Eso es lo que están haciendo, de momento, unos Pelicans que han ganado a los canadienses por partida doble, a Spurs y a Thunder. Cuatro victorias ante cuatro rivales (teóricamente) inferiores sin grandes alardes ni un juego brillante, pero cuatro partidos de los que muchos luego pueden acordarse. El equipo de Stan Van Gundy, que se colocaba la mascarilla (o se la subía, más bien), respiraba aliviado y aplaudía a sus jugadores a la conclusión del choque, ha perdido ante Heat y Suns, contra los que tocaba perder. Y ha salido victorioso de todo lo demás. Ganar cuando tienes que hacerlo y no dejarte encuentros fáciles puede ser una virtud que beneficiará mucho a quién la aproveche. Sobre todo en la Conferencia Oeste, donde hasta 13 equipos tienen plantilla y opciones de meterse en playoffs. A priori, claro. Eso siempre.

Ante los Raptors, que están siendo la otra cara de la moneda y no se terminan de sentir cómodos (1-4 y nada de nada), los Pelicans se encomendaron a los tiros libres para cerrar un partido en el que hubo nueve cambios de liderato en el luminoso y once empates. La furia inicial de los locales fue aplacada por el bueno de Nick Nurse, cuya magia no está extinta pero si esperando a florecer, y los canadienses se fueron al descanso con una ventaja de cinco puntos (55-60) que perdieron a la vuelta del túnel de vestuarios, de nuevo por culpa de un rival irregular que iba y venía, pero que cuando estaba lo hacía con más ahínco. Y al final, tiros libres: hasta nueve tiró Brandon Ingram (anotó siete), que se fue a los 31 puntos pero no anotó un solo tiro de campo en el último cuarto. En ese periodo, los Pelicans anotaron 5 canastas en juego... y 21 tiros libres. Una buena muestra de lo que fue un final aciago para Toronto, que espoleaba los intentos de remontada con un Fred VanVleet exprimido (disputó casi 40 minutos) y que finalizó con 27 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias.

Además, ha habido una mejora clara y rotunda para los Pelicans: la compenetración de sus dos estrellas, Brandon Ingram y Zion Williamson. El primero está, tras la exhibición de hoy (4 de 8 en triples, ojo), en 24 puntos, 6,8 rebotes y 5,3 asistencias de promedio, pero es el segundo al que Van Gundy tiene que conseguir para que las cosas funcionen. Los partidos de Zion habían estado llenos de números insulsos (promedia 19,7 tantos por duelo esta temporada) y estadística vacía que no se trasladaba al juego del equipo, y hoy eso ha cambiado. Más centrado en defensa y dejando que el juego le llegue en ataque, el ala-pívot ha acabado con un +8 en pista, todo después de sumar un ignominioso -27 (con 20 puntos anotados) ante los Sixers en el duelo anterior. De hecho, no acababa con un +/- positivo desde el duelo inaugural, también contra los Raptors. Cuando Zion asume más y se extralimita se come a Ingram, mientras que si se mantiene en sus funciones deja explotar al ex de los Lakers y ayuda al equipo con su físico imponente. Encontrar constancia y regularidad será lo más importante para un jugador de potenciar enorme pero que se examina este curso, sobre todo después de su mala actuación en la burbuja de Orlando y de una temporada rookie marcada por las lesiones.

Más allá del dúo dinámico, Lonzo se fue a 13 tantos con 3 de 8 en triples, a los que añadió 4 rebotes y 4 asistencias. Su buena sintonía con Eric Bledsoe en pista (19+5+10) en notable y ambos comparten un balón que en ocasiones sube el ya mencionado Ingram, mientras que Steven Adams sumó un doble-doble (13+10) y tiró de galones en la zona. Josh Hart (9+8) y Jaxon Hayes (6+8) aportaron energía y rebote desde el banquillo, y esta última estadísitica decantó el duelo para los Pelicans (51 a 39), que se ponen segundos del Oeste. Los Raptors, obligados a reaccionar, no contaron con la mejor versión de un Pascal Siakam que no termina de encontrarse, sanciones incluidas (10 puntos y un -16 con él en pista). Anunoby rascó 17 tantos, Lowry 16 en una mala serie de tiro (4 de 14) y muchos minutos (39), y Boucher fue la mejor noticia desde el banquillo con 24 tantos. En Toronto echan de menos el juego interior perdido y Nurse deberá estrujarse el cerebro para encontrar soluciones que ahora mismo parecen lejanas, pero que son necesarias para hacer reaccionar a un equipo que no quiere meterse en problemas. Algo que, esta temporada, es rematadamente fácil.