El Madrid sin Randolph: más Felipe, Vukcevic... ¿y fichajes?
Con los pocos minutos de Felipe y un Garuba todavía en desarrollo, el Madrid se queda solo con Deck, Thompkins y Tavares para el juego interior. ¿Habrá fichajes?
Problemas para el Madrid. Más si cabe, si tenemos en cuenta que la marcha de Facundo Campazzo rumbo a la NBA parecía poner en jaque al equipo blanco. No fue así, y Pablo Laso tiró de todo lo que tenía tras anunciar que no habría fichajes para suplir la baja del argentino. En total, y tras el adiós del argentino, el Madrid suma siete victorias en ocho partidos. La única derrota, en el primero de esos duelos, fue en Rusia y ante el CSKA de Moscú, por un solo punto y en una actuación que certificó que había vida sin Campazzo y su sombra, alargadísima en estas últimas temporadas con el Real. Si alargamos la racha, vemos 18 triunfos de 19 posibles, algo que ha permitido al club más laureado de la Euroliga pasar de un récord de 1-4 a 10-5 en la máxima competición continental, en la que ya vuelta en una tercera posición que comparte con el Bayern. Y otea, en el horizonte, a un Barça irregular que ha compensado negativamente su buen inicio con algunas derrotas inesperadas. Los azulgrana han cedido el liderato al CSKA y suman a estas alturas 11 victorias, solo una más que el Madrid.
Ahora, los blancos se enfrentan al más difícil todavía. La política de no fichajes ha sido casi un mantra desde que llegaron Alberto Abade y Carlos Alocén, de lo poco que rascó el Madrid durante el verano y con el alero siendo uno de los pilares fundamentales del esquema de Pablo Laso. La salida de Campazzo ha provocado que Laso tenga que hacer malabares para cubrir un puesto esencial en el sistema y en el que destaca cada vez más Laprovittola, que se redime ligeramente de las dudas iniciales y sumó 19 puntos y 6 asistencias (27 de valoración) ante el Olympiacos en El Pireo. Llull, Causeur e incluso Abalde (que ha llegado a salir de base titular) cubren un puesto para el que no se espera ninguna cara nueva, y que tiene pocos minutos de Alocén y un protagonismo muy compartido. Eso sí, hacer lo mismo con el juego interior parece poco más que una quimera: la lesión de Randolph, que ha sufrido una rotura total del tendón de Aquiles de su pierna izquierda, deja al Madrid sin un hombre en dinámica ascendente que además deja tiritando el juego interior del equipo.
Edy Tavares sigue siendo el sostén del equipo blanco, el hombre clave de Pablo Laso y uno de los jugadores más destacados del actual panorama continental. Desde la salida de Campazzo, el pívot no ha hecho más que cuajar una actuación dominante tras otra: 8 puntos, 10 rebotes y 4 tapones ante el CSKA, 19+6+4 contra el ASVEL y tres dobles-dobles consecutivos. 11+13 ante el Zenit, 20+14 ante el Panathinaikos (dos prórrogas y casi 41 minutos en pista) y 13+10 (con 5 tapones) ante el Olympiacos. Más allá de la Liga Endesa, donde el Madrid se mantiene invicto (14 de 14). Laso ha conseguido suplir las ausencias del caboverdiano cuando necesitaba un descanso, y favoreciendo una tónica de jugadores altos abiertos (Randolph, Thompkins...) que martilleaban al rival desde la línea de tres y aceleraban el juego del equipo. Ahora bien, sin Randolph hay un jugador menos para una rotación interior que está obligada a reajustar todo el sistema. Felipe Reyes, que en marzo de 2021 cumplirá 41 años, tan solo ha disputado 2 minutos y 26 segundos en la Euroliga, ante el Zalgiris y en un partido en el que apenas intentó un tiro de campo sin suerte. Y Usman Garuba está todavía en desarrollo, sin explotar como se esperaba el año pasado y juntando momentos puntuales brillantes con otros en los que desaparece del mapa.
Una de la soluciones de Laso puede pasar por aumentar el tiempo de Felipe, además de seguir potenciando al joven Garuba. Además, Gabriel Deck podría pasar a jugar definitivamente de ala-pívot, una posición que ya ocupa con asiduidad a pesar de tratarse de un alero. Y todo seguirá pasando por un Tavares que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Ahora bien, se añaden dos variantes a las posibilidades del juego blanco: por un lado, está la intención de incluir en la rotación al joven Tristan Vukcevic. El talentoso jugador serbio (hijo de Dusan, que también pasó por el Madrid) está inscrito en la Euroliga, algo que Laso hizo junto a Spagnolo y Juan Núñez, dos bases con los que contar por lo que pudiera pasar tras la marcha del Facu. Sin embargo, los problemas en el juego interior obligan al vitoriano a tirar de refuerzos, y la posibilidad de que Vukcevic, que debutó en pretemporada con el Madrid (8 puntos con 17 años), entre en la rotación, es real.
La otra opción pasa, claro, por fichar. Se ha hablado de un suplente para Tavares que deje la rotación de los ala-pívots intacta y de un revulsivo de calidad a un equipo que juega mucho tiempo con dos ala-pívots puros en pista (casi siempre Randolph y Thompkins). Esto daría un respito al Real Madrid en la rotación, aunque seguiría obligando a Deck a jugar definitivamente en posiciones interiores. De momento, el Madrid mira con optimismo al presente y con preocupación al futuro, tras recuperarse de un mercado veraniego sin suerte y a la salida de una referencia blanca como Campazzo. Ahora toca reemplazar a alguien como Randolph, que se rompe el Aquiles con 31 años y no regresará a las canchas, salvo milagro médico, hasta que tenga 32. Sin Campazzo y sin Randolph, al Madrid le queda esperar un fichaje que nadie sabe si llegará o, una vez más, tirar de ingenio para seguir siendo competitivo ante cualquiera que se le ponga delante. Es, de nuevo, el más difícil todavía.