Player option muy tóxicas: 28,4 millones Porter, 27,1 Batum...
Las player options fuera de mercado están siendo ejecutadas por los jugadores que pueden acogerse a ellas, de Mike Conley y Evan Fournier a Otto Porter y Nicolas Batum.
En lo que era un estado de salud óptimo, históricamente bueno para las arcas de la NBA antes de la crisis del coronavirus, el salario medio de los jugadores rondaba los 8 millones de dólares. Una cifra que, claro, se obtiene de promediar todos los contratos, de máximos a mínimos de veterano, y que incluye las salarios de aquellos jugadores que rinden muy por encima de ellos y también los de los que, por unas cosas u otras, son un lastre para sus equipos. En este enlace se pueden consultar, de hecho, los peores contratos que hay en la actual NBA.
Esta semana, un terremoto definirá el mapa deportivo de la NBA 2020-21. Desde hoy lunes se pueden hacer traspasos, el miércoles se celebra el draft y el viernes abre la agencia libre. Todo, a menos de dos semanas de los training camps y a poco más de un mes de los primeros partidos oficiales (22 de diciembre).
Ahora es el momento en el que se resuelve el destino de las opciones de jugadores y equipos para alargar o no contratos, las bazas unilaterales que sumarán o restarán jugadores a la agencia libre que abre el viernes y que tiene a algunos equipos en vilo: Anthony Davis rechazó su player option en los Lakers pero seguirá en L.A. sin duda, cosa que no está clara con otros que harán lo mismo como Rajon Rondo (que parece más fuera que dentro), Avery Bradley y Kentavious Caldwell-Pope, muy importante en los playoffs y que no ha optado por seguir un año más en los Lakers a cambio de 8 millones de dólares y también va a salir al mercado de agentes libres.
Los contratos firmados años antes pueden adecuarse o no a la realidad deportiva y del mercado de este momento, es tan sencillo como eso. Así que, en función de eso, los jugadores optan por acogerse a esas player options o buscar nuevos acuerdos, en su equipo o en otro, por más años y más dinero total. Davis podría haber ganado 28,7 millones en los Lakers y haber sido agente libre otra vez en julio, pero firmará un nuevo acuerdo con el campeón. Otros jugadores, en cambio, tienen player options muy valiosas que les compensa exprimir, aunque se queden sin garantías contractuales más allá de la temporada en cuestión. Esta vez había casos muy claros. Después de jugar a un nivel muy inferior a lo que habitual en Memphis en su primera temporada en Utah Jazz, era un secreto a voces que Mike Conley ejecutaría su player option para cobrar 34,5 millones en la temporada 2020-21.
Otro casos muy claros, y ya confirmados, eran el del escolta francés Evan Fournier (17 millones en Orlando Magic), el alero Otto Porter (28,4 millones en Chicago Bulls) y, claro, el también francés Nicolas Batum, que jugará la última temporada de su contrato con Charlotte Hornets tras acogerse a la player option de 27,1 millones de dólares.
Porter (27 años) firmó en 2017 un extensión de 106,5 millones con Washington Wizards, que igualó la mastodóntica oferta que los Nets habían hecho por el número 3 del draft de 2013, que fue después traspasado a los Bulls en febrero de 2019. La pasada temporada, Porter solo pudo jugar 14 de los 65 partidos de los Bulls. Una lesión en un pie le tuvo en el dique seco durante casi todo el curso. Otra lesión, en este caso una fractura en el dedo de una mano, también redujo drásticamente la temporada de Nico Batum, que tiene ya 31 años y cuyo contrato, que acabará en los 27,1 millones de esta temporada, ha sido uno de los peores de la Liga en las últimas temporadas y un suplicio para su equipo, los Hornets de Charlotte, la franquicia de la que es propietario el mismísimo Michael Jordan.
Batum solo jugó 22 partidos la temporada, pasada, en la que promedió 3,6 puntos y cobró 25,5 millones. Hace tiempo que no es el alero prometedor y que hacía de todo en pista, el jugador total al que dieron los Blazers una extensión de cuatro años y 46 millones en 2012. Antes de que fuera agente libre, los de Oregón lo enviaron a Carolina, donde llegó en junio de 2015, un año antes de firmar un contrato gigantesco: 120 millones de dólares por cinco años, el último por la player option que ha ejecutado ahora. Los Hornets pensaron que Batum sería importante para construir un aspirante en el Este, algo que desde luego no pudieron hacer, y el galo aprovechó además la locura del verano de 2016, cuando se disparó el salary cap con los nuevos contratos televisivos y los equipos gastaron dinero a un ritmo histórico… que después han pagado y, en casos como este de Batum y los Hornets, siguen pagando.