Giannis Antetokounmpo está, a pesar de la complicada situación por la pandemia, moviéndose por Europa durante las semanas de descanso de sus Bucks, que en poco más de quince días se pondrán en marcha otra vez con la mente puesta en el inicio de la temporada 2020-21, el 22 de diciembre. Es el año en el que tienen que intentar romper su maldición en playoffs. Durante las dos últimas temporadas han sido, de largo, el mejor equipo del Este en Regular Season pero no han podido llegar a las Finales, eliminados primero por los Raptors y después, en la burbuja de Florida, por Miami Heat.

No solo eso: es el año clave para el proyecto Giannis. La presión es máxima en los Bucks porque el alero griego, MVP de las dos últimas temporadas, solo tiene contrato para este nuevo curso, a razón de 27,5 millones. En julio, cuando presumiblemente acabe la campaña 2020-21, podría ser agente libre y marcharse de Wisconsin con 26 años. Un panorama aterrador para una franquicia que intentará convencerlo para que firme una extensión en este inminente, y breve, mercado. Parece difícil que lo consiga a pesar de que las cuentas van a su favor: pueden ofrecer ya a Antetoukounmpo un súper máximo de 221 por cinco años mientras que el equipo que lo fichara en el verano de 2021 solo podría hacerlo por cuatro años y 140 millones. Unos 80 menos de lo que le puede dar la franquicia que lo drafteó en 2013.

En principio, suficiente motivación para que Giannis atara ya su futuro a largo plazo en los Bucks. Sin embargo, el MVP tiene claro que quiere ganar anillos. Y, después de pasar por España y Grecia, lo ha dejado claro en su escala en Suecia, donde ha concedido una entrevista a Alexandre Nilsson para el diario Aftonbladet: “Hay muchos rumores. Todo el mundo tiene su propia opinión. Pero la realidad es que haré lo que sea mejor para mi familia. No veo por qué no podría estar varios años más en Milwaukee. Si la franquicia y yo seguimos viendo las cosas igual y seguimos siendo uno de los mejores equipos de la NBA y aspirando al título, todo estará bien. Pero si eso cambiara, yo no estaría bien. Quiero ser un ganador. No me preocupa el dinero. Mi familia tiene todo cubierto, puedo estar tranquilo ya por mis hijos y mis nietos. Así que eso ahora ya no es lo importante. Lo importante es ganar. Si seguimos siendo capaces de crear una cultura ganadora, todo estará bien”.

Así que la pregunta era obvia, ¿firmara una extensión ahora para acabar definitivamente con los rumores? Y la respuesta, aunque políticamente correcta, mete una obvia presión a su equipo: “No sé qué plan tengo. Depende de lo que haga la franquicia. Si toman las decisiones correctas, seguiré allí muchos años. Si no… ya veremos. La NBA es un negocio y hay que ir llevando las cosas día a día. Espero que tengamos éxito juntos”.

Antetokounmpo no va a jugar amor eterno a cualquier precio a unos Bucks que se mueven en el mercado para dar el salto de calidad que les acerque definitivamente al anillo... y a convencer a su gran estrella de que allí estará mejor que en ningún otro sitio. Suenan jugadores como Bogdan Bogdanovic y Victor Oladipo, con Chris Paul como sueño casi imposible por su elevado contrato. Veremos qué pasa los próximos días porque lo normal es que Giannis no firme nada ahora y juegue su última temporada con todas las opciones abiertas de cara a la siguiente. Más les vale, en ese caso, afinar mucho a los Bucks…