NBA

El 1x1 del campeón: un bloque de hierro y dos megaestrellas

Del excepcional trabajo de un entrenador en el que muchos no confiaban a unos secundarios con roles muy definidos y dos estrellas generacionales. Así son los Lakers 2019-20.

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ENTRENADOR: FRAN VOGEL. 47 años. Excepcional temporada del técnico de Wildwood Crest. Después de quedar en el ostracismo por su feo paso por Orlando Magic (2016-18), apareció en el horizonte de los Lakers como plan C (fallaron Tyronn Lue, Monty Williams…). Muchos no confiaban en él y creían que la contratación de Jason Kidd como asistente le metía el enemigo (y el futuro sustituto) en casa. Pero Vogel ha triunfado de forma esplendorosa. Desde el primer día consiguió que LeBron James y Anthony Davis compraran su visión y su estilo, un baloncesto muy físico y defensivo, una evolución del juego con el que triunfó en los Pacers (2011-16). Con roles definidos para cada jugador, flexibilidad para mover las piezas y buenos ajustes durante los playoffs contra rivales muy diferentes. Del foco de Damian Lillard al ultra small ball de los Rockets, el poder del pick and roll de Murray y Jokic en los Nuggets y las penetraciones de Jimmy Butler en los Heat. Vogel cogió una plantilla que no se sabía muy bien hasta dónde podía llegar y consiguió que tuviera compromiso, sentido, unidad y la solidez del granito desde el primer día. Un trabajo excepcional. De campeón.

LEBRON JAMES: Base. 35 años. Estadísticas en playoffs: 27,6 puntos, 10,8 rebotes, 8,8 asistencias. Se agotan los calificativos. Con 35 años, en su decimoséptimo temporada en la NBA y después de un fallido primer curso en los Lakers, con un equipo joven y ramplón y truncado por una fea lesión de ingle. LeBron ha jugado una de sus temporadas más completas, con menos minutos pero la misma responsabilidad, ya como base a todos los efectos (hace tiempo que lo es) y por primera vez como líder de la NBA en asistencias en una Regular Season (10,2). Su longevidad es legendaria, también la inteligencia con la que disecciona el juego y que le permite ser igual de incidente a pesar de que no tiene la explosividad física de hace unos años. LeBron ha sido, además, un líder comprometido y positivo, ha cuidado la química del vestuario y ha comprado el plan de Frank Vogel con una decisión y una disciplina que hacía tiempo que no mostraba. A su mejor nivel defensivo desde sus años en Miami Heat, el mejor jugador del mundo (y un top-3 histórico… como mínimo) sigue batiendo récords (superó a Kobe Bryant y ya es el tercer máximo anotador de la NBA) y sigue conservando la pasión, el hambre… y un talento de otra dimensión. Cuarto anillo y cuarto MVP de las Finales para un jugador legendario, único. Irrepetible.

ANTHONY DAVIS: Ala-pívot. 27 años. Playoffs: 27,7 puntos, 9,7 rebotes, 3,5 asistencias. Anthony Davis tuvo una mala salida de los Pelicans, un trance que acabó en culebrón mediático, azotó su imagen pública e hizo que algunos olvidaran la clase de jugador que es. Pero Davis, más allá de algunos errores y del ruido y el clickbait, quería una oportunidad para competir al nivel más alto después de siete años frustrantes en Nueva Orleans. LeBron y los Lakers se la dieron… y la ha aprovechado. Su temporada ha sido descomunal, espectacular. Un martillo en ataque y seguramente el mejor jugador de la NBA en defensa (desde luego en los playoffs), aunque no ganó el premio de Defensor del Año. LeBron James necesitaba un compañero como él en este momento de su carrera y él necesitaba un apoyo como el de LeBron y un gran escenario como el que ofrecen los Lakers para enseñar, otra vez, que es uno de los mejores jugadores de la NBA y que se puede retirar, dentro de muchos años, como un interior histórico. De hecho, ya es campeón con la camiseta de los pívots históricos: Mikan, Chamberlain, Kareem, Shaquille… 

KYLE KUZMA: Ala-pívot. 25 años. Playoffs: 10 puntos, 3,1 rebotes, 0,8 asistencias. El superviviente. Kyle Kuzma es el último rastro del escuadrón joven que tuvieron los Lakers y que se fue perdiendo para hacer sitio a LeBron y Davis: Randle, Lonzo, Ingram, Hart, Nance, Clarkson, Bonga, Bryant, Zubac… La temporada de Kuzma es difícil de evaluar pero no es mala. A priori, los Lakers necesitaban que diera un gran salto adelante para suavizar la diferencia de talento (y puntos) entre las dos estrellas y el resto del roster. Kuzma no ha hecho eso, no ha sido un fijo ni en los quintetos iniciales ni en los que cerraban los partidos (no necesariamente) y no ha estabilizado su anotación ni su tiro exterior, tan prometedores en su sorprendente año rookie (fue 27 del draft en 2017). Pero ha mejorado mucho como jugador de equipo, ha aprendido a defender con consistencia, a leer mejor los movimientos de sus compañeros y, aunque no siempre lo hace, a encontrar posiciones cerca del aro cuando las defensas se ceban con LeBron y Davis. No ha sido perfecto, no ha sido brillante pero Kyle Kuzma ha tenido su papel en este equipo campeón.

KENTAVIOUS CALDWELL-POPE: Escolta. 27 años. Playoffs: 10,7 puntos, 2,1 rebotes, 1 robo. Un jugador fundamental, muchas noches el tercero mejor del equipo después de los ineludibles LeBron y Davis. KCP comenzó fallando todos los tiros y siendo objeto de burlas y memes. Venía de dos temporadas irregulares en los Lakers, de una pena de cárcel que le obligaba a dormir en prisión y no jugar fuera de California la campaña pasada… y de los constantes comentarios que apuntaban a que solo estaba en L.A. porque comparte agente con LeBron James. Pero (recordemos, fue número 8 del draft en 2013) fue a más, encajó como un guante en lo que buscaba Vogel y acabó siendo muy importante. El mejor tirador de entre los secundarios, capaz además de anotar en momentos calientes con la muñeca firme, y un defensor sufrido y físico. Especialmente relevante en la burbuja dada la ausencia de Avery Bradley, KCP (en Detroit decían que eran las iniciales de Kid Can’t Play) se ha redimido, ha jugado una gran temporada, ha brillado en las Finales y es campeón de la NBA.

AVERY BRADLEY: Escolta. 29 años. Playoffs: No ha jugado. En regular season 8,6 puntos, 2,3 rebotes y 1,3 asistencias. Cuando paró la temporada el 11 de marzo, Bradley estaba en su mejor momento, cada vez más cercano al jugador que deslumbró en los Celtics y no al que luego dio tumbos por Pistons y Clippers antes de recuperarse en los Grizzlies. Un defensor de perímetro que es uno de los mejores de la NBA en el uno contra uno, era una pieza clave en el entramado de acero de Vogel… pero renunció a jugar en el reinicio de Florida porque tiene un hijo de seis años con graves problemas respiratorios. Con player option para la próxima temporada, volverá a ser importante (casi como un fichaje dada su ausencia en los playoffs) si sigue en los Lakers la próxima temporada.

RAJON RONDO: Base. 34 años. Playoffs: 8,9 puntos, 4,3 rebotes y 6,6 asistencias. Un caso increíble. Entre lesiones y tramos de juego calamitosos en los que los Lakers encajaban parciales peligrosos con él en pista, Rajon Rondo había sido una sombra del excelente (particular, pero excelente) jugador que había brillado en los Pelicans hace dos temporadas, con Anthony Davis. No digamos del excepcional base de los Celtics (2006-14). Pero por algo tiene una vida extra a la que llaman Playoff Rondo. Después de perderse todo el reinicio y la primera ronda contra los Blazers por una lesión en un pulgar, regresó contra los Rockets y, después de un mal primer partido, se convirtió en un jugador esencial durante el resto del camino hacia el título. Su inteligencia, lectura, experiencia y capacidad en momentos decisivos han acabado siendo armas valiosísimas para unos Lakers a los que el veterano base ha sostenido en muchos de los minutos en los que ha descansado LeBron. Con oficio de campeón y una lectura de juego colosal, ha tenido puntería desde la línea de tres y ha acabado con la mejor marca de asistencias de un suplente en playoffs desde 1971… y eso sin jugar la primera ronda. Decisivo y extraordinario, además, en el sexto y definitivo partido de la Final. Playoff Rondo.

DANNY GREEN: Escolta. 33 años. Playoffs: 8 puntos, 3,1 rebotes, 1,2 asistencias. Segundo anillo seguido y tercero en su carrera, con tres equipos distintos (Spurs, Raptors, Lakers) para Green, un consumado profesional que ha sido titular indiscutible en los Lakers. Su puntería en el tiro de tres, una de sus virtudes, no ha aparecido nunca con regularidad, y eso ha sido un problema para el ataque estático del equipo y le puso en el disparadero por su error en el quinto partido, en el que falló un triple totalmente liberado en el último ataque de los Lakers. Pero su experiencia y su capacidad para sumar en muchas pequeñas cosas sí han sido importantes, al igual que su otra gran virtud: la defensa. Ahí es un verdadero especialista y en eso sí ha sido clave para ayudar a forjar la temible identidad defensiva que ha llevado al título a los Lakers.

TALEN HORTON-TUCKER: Alero. 19 años. Playoffs (2 partidos): 7 puntos, 2,5 rebotes, 1 robo. Tiene todavía 19 años y es un nombre a tener en cuenta: el número 46 del pasado draft es un diamante en bruto que los Lakers están puliendo con paciencia y dedicación. Después de pasarse casi toda la temporada en la Liga de Desarrollo, estuvo en la burbuja y tuvo su momento en estos playoffs: Vogel lo usó por sorpresa en los dos últimos partidos contra los Rockets y cumplió. Es un alero de enorme envergadura y muchísimas posibilidades que, tal vez, se haga un hueco ya en la rotación la próxima temporada. Veremos.

ALEX CARUSO: Base. 26 años. Playoffs: 6,5 puntos, 2,3 rebotes, 2,8 asistencias. Ídolo en redes sociales de los aficionados de los Lakers, su aspecto de tipo corriente y las bromas al respecto hacían que mucha gente no se diera cuenta de lo buen jugador que es. Pero ahí está, después de trabajar duro para ganarse un hueco en la rotación de los Lakers, ha sido fundamental (titular en el choque decisivo), ha jugado muchos finales de partido y ha firmado muchas pequeñas acciones ganadoras. Un defensor excelente que ya es uno de los mejores bases de la NBA en esa parcela, en ataque lee bien el juego y se equivoca poco. LeBron confía plenamente en él y los aficionados le adoran. Si mejora su tiro exterior y añade un puñado de puntos más a sus estadísticas, firmará un muy buen contrato la próxima vez que le toque renovar. Un currante excepcional.

MARKIEFF MORRIS: Ala-pívot. 31 años. Playoffs: 5,9 puntos, 3 rebotes, 1 asistencias. El 21 de febrero fue cortado por los Pistons y el 23 firmó por los Lakers. Un fichaje excelente y una pieza que ha sido tremendamente útil en los playoffs. Duro, muy físico (en la línea del equipo) y con buena mano desde la línea de tres, ha encajado en quintetos pequeños haciendo de pívot o simplemente quitándole trabajo sucio a Davis. Primero superó en la rotación a McGee y finalmente tuvo más peso en las Finales que Dwight Howard. Gran papel desde el mercado invernal de buyouts.

DWIGHT HOWARD: Pívot. 34 años. Playoffs: 5,8 puntos, 4,6 rebotes, 0,5 tapones. Una increíble historia de redención. Salió de los Lakers en 2013 como enemigo público número 1. Nunca una estrella había rechazado seguir en los angelinos en sus años de plenitud. Después, los Lakers no volvieron a playoffs hasta esta temporada y él, entre problemas físicos y un carácter complicado, se fue desvaneciendo. Entre traspasos y buyouts, pasó de Rockets a Hawks, Hornets y Wizards. Cortado sin haberse unido al equipo por los Grizzlies, la lesión de DeMarcus Cousins le abrió la puerta más improbable y regresó a los Lakers, esta vez con un contrato mínimo que en un principio ni estaba plenamente garantizado. Llegó en excelente forma física y con una actitud renovada y ejemplar y su temporada ha sido espléndida: dureza, defensa, energía, un comportamiento intachable, siempre al servicio del equipo, y muy buenos minutos como obrero, poniendo bloqueos, intimidando y acabando jugadas por encima del aro. Su mejor momento en los playoffs llegó en la eliminatoria contra los Nuggets, cuando Vogel lo utilizó para desgastar a Nikola Jokic. Cumplió, como durante toda la temporada.

JAVALE MCGEE: Pívot. 32 años. Playoffs: 2,9 puntos, 3,1 rebotes, 0,7 tapones. Un gran talento que estuvo a punto de perderse por su mala cabeza, resucitó en los Warriors, donde ganó dos anillos y fue útil con un rol limitado. Ahora se ha llevado el tercero en cuatro años, esta vez con la camiseta de unos Lakers en los que ha jugado las dos últimas temporadas, casi siempre como titular. Sus facultades físicas y su capacidad de intimidación y de jugar por encima del aro son útiles en pequeñas dosis (tiene laguna de concentración muy pronunciadas) y contra determinados rivales. En playoffs, Vogel apenas lo ha utilizado contra Rockets, Nuggets y Heat.

QUINN COOK: Base. 27 años. Playoffs: 2,2 puntos, 0,2 rebotes, 0,8 asistencia. Segundo anillo para el base de DC, que ha tenido un rol testimonial. Ya en los Warriors amagó sin explotar nunca y en los Lakers apenas ha tenido protagonismo, y mucho menos en playoffs, a pesar de que en teoría podría haber encajado como base tirador.

JR SMITH: Escolta. 35 años. Playoffs: 2 puntos, 0,3 rebotes, 0,3 asistencias. Fichado ante la baja de Avery Bradley en la burbuja de Florida, apenas ha podido ayudar al equipo. Con 35 años y después de casi dos fuera de las pistas, no estaba en condiciones de seguir el ritmo defensivo de sus compañeros. Ni su excelente muñeca y su personalidad para anotar tiros complicados le valieron para tener más protagonismo. Eso sí, ha compartido equipo con LeBron en dos anillos: muy importante en el de los Cavaliers 2016, poco más que un invitado en este de los Lakers 2020.

DION WAITERS: Escolta. 28 años. Playoffs: 2 puntos, 0,4 rebotes, 0,4 asistencias. El jugador que tenía el anillo asegurado: comenzó la temporada con Miami Heat y la ha acabado con Lakers. Un gran talento con una muy mala cabeza y recurrentes problemas físicos, su indisciplina le cerró las puertas de los Heat. En marzo, los Lakers apostaron por él, en busca de más puntos desde la segunda unidad. Pero llegó el parón por la pandemia y no debutó con el equipo hasta julio. Una lesión le sacó de la rotación en playoffs y después no se pudo hacer nunca hueco, especialmente con el excepcional nivel de Rondo en las eliminatorias. Podría ser un muy buen jugador NBA, pero sigue desaprovechando oportunidades.

TROY DANIELS: Escolta. 29 años. No ha jugado. En regular season 4,2 puntos, 1,1 rebotes y 0,3 asistencias. Los Lakers recurrieron a él porque necesitaban tiro exterior. En eso es brillante, pero es un jugador pequeño y demasiado discreto en todo lo demás, especialmente en defensa. En marzo fue cortado y firmó con Denver Nuggets.

DEMARCUS COUSINS: Pívot. 30 años. No ha jugado. Fue cortado en febrero. El 26 de enero de 2018 empezó la pesadilla para un jugador que hasta entonces era una estrella y que estaba brillando en los Pelicans, al lado de Anthony Davis. Se rompió, meses antes de firmar su gran contrato, el tendón de Aquiles. La pasada temporada lo intentó con los Warriors, pero las lesiones volvieron a fastidiarle en playoffs. Para este curso se comprometió con los Lakers, en busca del tiempo perdido. Y en agosto, en un entrenamiento de pretemporada, sufrió una grave lesión de rodilla. Otra vez apartado de las pistas y sin llegar a debutar con su nuevo equipo, fue cortado en febrero por unos Lakers que necesitaban usar las plazas de roster en jugadores que pudieran contribuir. De desgracia en desgracia.

DEVONTAE CACOK: Ala-pívot. 24 años. No ha jugado. En regular season (1 partido) 6 puntos, 5 rebotes, 1 asistencia. Un ala-pívot que gusta en los Lakers por sus excelentes prestaciones en la Liga de Desarrollo. Tosco pero incansable, es una máquina de rebotear y trabajar pero está por ver si su lugar en el futuro está en los Lakers... o si ni siquiera es capaz de hacerse un hueco en la NBA. Por entrega no va a ser.

KOSTAS ANTETOKOUNMPO: Ala-pívot. 22 años. No ha jugado. En regular season 1,4 puntos, 0,6 rebotes y 0.,4 asistencias. El hermanísimo también se ha pasado casi toda la temporada en la Liga de Desarrollo. Tiene facultades físicas y potencial, pero está muy verde. Las malas lenguas aseguran que los Lakers solo han contado con él para captar la atención de su hermano, el dos veces MVP Giannis Antetokounmpo.

JARED DUDLEY: Alero. 35 años. Playoffs: 0 puntos, 0,3 rebotes, 0 asistencias. Trece años en la NBA para un veterano que ha tenido temporadas notables como especialista (buen tirador y jugador inteligente en defensa) pero que apenas ha contado para Frank Vogel. Eso sí, en L.A. han visto otra de sus grandes virtudes: es una gran presencia en el vestuario y un excepcional compañero. Con 35 años, ya es también campeón de la NBA.