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PLAYOFFS NBA | BUCKS 114 - 116 HEAT

Los Heat ganan, Anteto tiembla

Exhibición coral de los Heat, que se complicaron en un final loco pero sacaron el partido. Spoelstra saca pecho ante Budenholzer y hace peligrar el 'proyecto Anteto'.

Jimmy Butler, ante Giannis Antetokounmpo, durante el segundo partido de las semifinales de los playoffs de la Conferencia Este, que han enfrentado a Milwaukee Bucks y a Miami Heat
Jimmy Butler, ante Giannis Antetokounmpo, durante el segundo partido de las semifinales de los playoffs de la Conferencia Este, que han enfrentado a Milwaukee Bucks y a Miami HeatKim KlementUSA TODAY Sports

Habrá quien piense en Milwaukee que más vale un chivo expiatorio cuando les eliminen de los playoffs que no sea Anteto y que sirva para contentarle. Sobre todo, para que él mismo no alimente esos rumores que le sitúan fuera de la única franquicia en la que ha estado desde que aterrizó en la NBA, allá por 2013. Desde entonces, el griego ha ido sumando All Stars, premios individuales e incluso un MVP que puede repetir este año, pero parece que el anillo sigue lejos de su alcance. Y todo, a pesar de que el año pasado estuvieron 2-0 en las finales del Este, a solo dos partidos de esa eliminatoria en la que el título está en juego. Y sin embargo, por mucho que estuvieron cerca, nunca nadie se tomó a los Bucks en serio. Lo mismo que ha pasado esta temporada, donde incluso se llegó a fantasear con que podían llegar a las 70 victorias sin que muy pocos contaran con ellos como principales aspirantes a un campeonato que ahora mismo parece una quimera para una ciudad con mercado pequeño y cuyo mayor momento de gloria data de los años 70. Ya saben, con Jabbar (entonces Lew Alcindor), Robertson y compañía.

También habrá quien piense en Milwaukee que ese chivo expiatorio puede ser Mike Budenholzer. Y, siendo pronto para adelantar acontecimientos, parece que pueden ir por ahí los tiros en una franquicia que ya sufrió el año pasado una lección táctica de Nick Nurse en las finales del Este, mucho más acusada ahora con un Erik Spoelstra que es uno de los entrenadores más talentosos de la NBA actual. Budenholzer es un buen tío, un hombre formador y didáctico que puede hacer crecer a una franquicia y hacer mejorar a sus estrellas, pero que siempre tropieza en la misma piedra, los playoffs. Lo que le pasó en los Hawks le ha ocurrido también en los Bucks, algo casi tradicional en los entrenadores criados en la escuela Popovich (Mike Brown, Brett Brown...) y que han sufrido todos menos el propio Popovich. Con un solo plan se naufraga en playoffs, y ante planteamientos tácticos que se salen ligeramente del orden establecido de la regular season, donde hay menos tiempo y más prisas por preparar los partidos en contraste con los playoffs, los Bucks sufren y mucho.

Y hoy han estado apunto de forzar la prórroga tras un partido en el que ni estaban ni se les esperaba. Los Heat han mandado durante todo el partido sin necesidad esta vez de las proezas de Jimmy Butler, que apareció cuando ya todo el mundo daba el tiempo extra por sentado. Fue después de que Miami se complicara los minutos finales entre fallos desde el tiro libre y triples rivales, abocando una conclusión que tenían resuelta a una oportunidad para los Bucks de empatar el partido desde el triple. Una caprichosa falta de un Dragic extraordinario todo el choque (23+5+4) dio tres tiros libres a Middleton, que empataba desde la personal. Pero una falta posterior de Anteto, también muy polémica, daba a Butler dos lanzamientos desde la personal con el tiempo cumplido que la estrella de los Heat no desaprovecharía. La angustia del mejor equipo de la NBA durante la temporada regular era palpable, con Budenholzer echándose las manos a la cabeza y siendo consciente de que una eliminación en semifinales podría costarle el puesto. Sobre todo, si se produce como se está produciendo, con una incapacidad latente para hacer frente a un equipo que tenía un plan para cara pequeño cambio que los Bucks hacían en su limitado repertorio.

Y todo, sin dejar correr a Anteto más de lo debido y obligando a los Bucks a tirar desde fuera de manera incómoda. Al final, 7 de 25 desde el triple (un 28%) por el 17 de 45 (casi un 38) de los Heat, a los que la estrella griega, un ejemplo de baloncestista unidimensional que (de momento) solo sabe jugar de una manera, solo pudo meter canastas desde la zona. 29+14+3 al final para él, mucha estadística insulsa nada trasladada al juego del equipo y que se quedó en poca cosa dado el resultado final. No hay que dar nada por sentado, pero esto no tiene buena pinta para Anteto, que puede tomar una decisión definitiva sobre su futuro si llega una eliminación temprana. ¿Y los Heat? Todos sus jugadores anotaron, siete de ellos por encima de la decena, y Adebayo se ha confirmado como un todoterreno que les puede durar una década (bendito Pat Riley) y el mejor antiAnteto que hay ahora mismo en la Liga. Y están a dos victorias de sus primeras finales de Conferencia desde 2014, cuando LeBron andaba por Florida ganando anillos y haciendo historia. Ya veremos cómo acaba la historia, pero las cosas pintan bien para los Heat y mal para los Bucks, un equipo con el que nadie ha llegado a contar del todo. Por algo sería.