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LIGA ENDESA | FASE FINAL 2020 | JORNADA 4

Brussino y Pradilla ajustician a un decepcionante Gran Canaria

Los insulares se jugaban casi depender de sí mismos para llegar a semifinales. El Zaragoza machacó al rival con un parcial clave de 18-2 en el tercer cuarto.

Actualizado a
Brussino y Pradilla ajustician a un decepcionante Gran Canaria

Cuando más fácil lo tenía, peor jugó el Gran Canaria. De ganar este miércoles, los amarillos dependían casi de sí mismos para llegar a semifinales. Ahora, solo un milagro, carambola improbable mediante, les meterá en la pelea por el título. Por su parte, el Casademont Zaragoza se estrenó a lo grande y, agarrado al alero argentino y a la última estrella surgida de su cantera, se marcó una remontada casi épica para ponerle algo más de picante, si es que hacía falta, a este preciosa fase final exprés de la ACB.

Se esperaba mucho más de Okoye y Harper, dos de los pilares exteriores del Gran Canaria, en esta fase final. Por fin ambos aparecieron. Un triple del primero le daba la primera ventaja al Herbalife, 2-3, y una nueva canasta suya mantenía a los amarillos por delante, 6-10. No se amilanaba el Zaragoza, que empató rápidamente. Sin embargo, un nuevo triple de Okoye más otra canasta de Harper mantenía por delante a la formación insular: 10-15.

Cuando parecía que el Herbalife se escapaba, 12-20 tras otro enceste de Okoye desde más allá del 6,75, siete puntos seguidos de Ennis, dos triples incluidos, metieron en vereda a los suyos: 19-20. Pese a ello, la formación insular acabó el primer cuarto a lo grande, con sendos triples de Bourousis y otro de Harper para el 19-26.

Continuaba mandando el Gran Canaria, pero lo cierto es que el Casademont Zaragoza no se iba, en absoluto, del partido. De nuevo Bourousis le dio aire a los suyos desde el triple, 26-31, hasta que dos mates de Hlinasson ponían de nuevo a los suyos a tan solo un punto del rival: 32-33. Cualquier canasta contaba sobremanera, por lo que Fisac se vio obligado a pedir tiempo muerte cuanto otro triple, ahora de Burjanadze, puso al Herbalife con una pequeña ventaja de 36-40. Rápidamente empató el Zaragoza después de un 3+1 que Brussino le sacó a un despistado Okoye, y cinco puntos seguidos de Paulí volvieron a romper la igualdad que imperaba en la cancha: 43-47, distancia que se mantuvo al descanso, 45-49.

Se disparó el Gran Canaria tras el descanso, en cualquier caso consciente de que, de haber ganado esta tarde, tenía de cara la clasificación para las semifinales a falta de una jornada. Parecía que el Zaragoza se hundía hasta que, agarrado al salvavidas de Brussino, ex del Herbalife, volvió a salir a flote. Dos triples consecutivos del internacional argentino cortaron la hemorragia local, 54-59, hasta que la posterior canasta de Barreiro, que ponía el 56-59 en el marcador, obligó a Katsikaris a pedir un más que necesario tiempo muerto para su equipo.

Brussino seguía a lo suyo, acaso en trance, un maná ofensivo, y con cinco puntos consecutivos le volvió a dar la ventaja al Zaragoza, 61-59, que ya no la soltaría en todo el partido. Ese guarimos suponía, de paso, un 13-0 de parcial en contra de un Granca hundido, en cualquier caso atenazado por un más que evidente miedo a perder. Con toda a favor, sintiéndose imparable, los pupilos de Porfirio Fisac se lanzaron al cuello rival, y un 2+1 de San Miguel sobre Lecomte para el 66-61 elevaba ya el parcial a un elocuente 18-2. Brussino, como no podía ser de otra forma, cerró el tercer cuarto con un triple para el 71-66.

Pareció tomarse un descanso el marcador en el último periodo, frenando el Gran Canaria la sangría que le estaba provocando su rival. Andaba el partido en 76-74 hasta que, sin nadie esperarlo, el joven Jaime Pradilla se puso el partido por montera. El internacional español en categorías inferiores, enésima apuesta ganadora de Fisac, se cascó seis puntos consecutivas dando alguna clase de fundamentos ofensivos para dejar a los suyos 82-76 y de paso, sin saberlo, dejar el partido en bandeja a un Casademont Zaragoza que terminó de sentenciarlo a poco menos de un minuto para el final cuando San Miguel clavó un certera daga desde el 6,75 en el corazón insular: 85-76.

No se movió más el marcador, ni falta que hacía. Irreductible, el Casademont Zaragoza, que parecía desahuciado, le ‘birló’ a un decepcionante Herbalife Gran Canaria la posibilidad de depender casi de sí mismo en la última jornada, donde le espera el Valencia Basket. Ahora, solo un milagro puede llevar a los insulares a las semifinales. Tiempo de calculadoras.