Queda apróximadamente mes y medio para que se reanude la NBA, algo que se ha puesto en cuestión en las últimas horas en un movimiento liderado por Kyrie Irving y secundado por algunos compañeros, contrarios a que la temporada se vuelva a poner en marcha. El movimiento social originado tras la muerte de George Floyd es lo suficientemente grande como para que algunos sectores de la mejor Liga del mundo piensen que se tiene que cancelar el curso, algo que tiene a las estrellas polarizadas, con LeBron James liderando el bando opuesto al de Kyrie.

Sin embargo, una de las mayores preocupaciones no tiene que ver con las manifestaciones en sí, también con la seguridad sanitaria que los jugadores puedan tener en el complejo de Disney, Orlando, en el que se va a desarrollar el final de la campaña. En este sentido se ha pronunciado Michele Roberts, directora ejecutiva de la NBPA, el sindicato de jugadores. Ha sido ella la que ha dejado claro que va a haber algún positivo, en los numerosos tests que la competición quiere hacer antes de que se inicie la competición. Así lo ha asegurado en declaraciones a NBC Sports.

"Es la única mentalidad realista que se puede tener cuando nos metemos en esto. Algún jugador va a dar positivo. Ya no se trata de quién, sino de cuándo y qué hacer mitigarlo cuando ocurra. Y cuando sucede, qué tratamiento hay disponible, cuáles son mis posibilidades de estar muy, muy enfermo, y cómo estás detectando la presencia de una infección Honestamente, no creo que esto sea diferente de lo que cualquier estadounidense tiene que enfrentar", decía Roberts, reelegida en 2018 en un cargo que ocupa desde 2014 y en el que ha roto barreraas raciales y de género.

Además, la directiva se ha pronunciado sobre los deseos de los jugadores, afirmando que "están donde quieren estar". “Quieren intentarlo. Esperemos que no ocurra nada catastrófico y podamos resolverlo. Si ocurriera lo peor y se extendiera, lo cerramos. Este es el virus. Me desanimaré, pero no me sorprenderé porque no haya capacidad científica o médica para protegernos contra eso. Los jugadores lo saben y los equipos lo saben. Estamos haciendo absolutamente todo lo posible para mitigarlo. Si no lo creyera y pensara que la Liga estaba a medio camino, entonces recomendaría con cada parte de mi ser que nuestros jugadores ni siquiera deberían pensar en volver a jugar. Pero afortunadamente, ese no es el caso".

Roberts ha sido una de las personas más involucradas en las negociaciones entre la NBA y la NBPA, que se han extendido durante meses y que finalizaron con el voto unánime del sindicato (28-0) para aprobar el plan propuesto por el comisionado Adam Silver y su equipo para reanudar la temporada. Algo que, en estos momentos, sigue siendo un hecho, pero puesto en cuestión por un sector muy importante de los jugadores. Ahora mismo, Estados Unidos está sumido en una crisis social (George Floyd) y sanitaria (coronavirus), mientras la NBA se prepara para iniciar la competición el próximo 30 de julio, algo que quiere hacer a toda costa por mucho que se haya puesto en duda. Si al final ocurre lo contrario, las consecuencias podrían ser catastróficas para el futuro de una Liga que se quiere volver a poner en marcha...asumiento que va a haber algún positivo, claro.