Historia del lockout en la NBA: ¿cómo se resolvieron los cierres anteriores?
La amenaza de más de 80 jugadores de no apoyar el plan de acabar la temporada en Orlando podría abocar a la NBA al quinto lockout de su historia.
Kyrie Irving se ha puesto al frente de un movimiento inesperado dentro de la NBA y que parece que apoyan decenas de jugadores. La idea sería no jugar lo que resta de temporada, decir no al plan de Disney World por varias razones. Por no distraer la atención de las protestas en las calles y la lucha por los derechos de los afroamericanos, por el temor que aún infunde un posible contagio de coronavirus en una parte de los jugadores y porque las medidas que se han tomado para convertir el parque temático en una burbuja no convencen a todos los implicados.
En caso de que este plantón salga adelante la NBA, con sus franquicias al frente, tendrían un camino casi inevitable que tomar. El del cierre patronal acogiéndose a la cláusula que les permite deshacer el contrato firmado con la Asociación de Jugadores (NBPA) por causa de fuerza mayor. En este caso por la pandemia. Entraríamos pues en un nuevo lockout en el que habrían de negociar un nuevo convenio y que amenazaría también el inicio del siguiente curso. Hasta ahora la NBA ha vivido cuatro lockouts y no todos se han resuelto de la misma manera.
1995
Primer lockout de la historia. El convenio colectivo había caducado un año antes y, después de una moratoria durante la temporada 94-95, ese verano se cerró la Liga. Fue del 1 de julio al 12 de septiembre, con lo que no afectó al inicio del curso 95-96, aunque sí se suspendieron la agencia libre, las extensiones de contrato y la Liga de Verano. No así el draft, que se celebró dos días antes del comienzo del lockout. En este caso las negociaciones principales para llegar a un acuerdo versaron sobre el tope salarial, la agencia libre o los sueldos de los rookies.
1996
El más corto de los cuatro, apenas duró unas horas. La disputa estaba en el reparto de lo 50 millones de los beneficios que llegaban a la Liga a través de los derechos televisivos. Los jugadores pedían que más del 50% de esa cantidad se destinara a sus sueldos. Finalmente se llegó al acuerdo de que 14 de esos millones se destinaran cada temporada a tal fin durante cada una de las cuatro últimas temporadas del convenio colectivo que estaba vigente en aquel momento.
1998-99
204 días de lockout, el mayor tiempo que haya estado parada nunca la NBA. Comenzó el 1 de julio de 1998 y no se firmó un acuerdo hasta el 20 de enero de 1999, lo que provocó que la temporada regular pasase de 82 a 50 partidos por equipo y que se cancelase el All Star. Los dueños de las franquicias reabrieron la negociación de un convenio colectivo que estaba vigente en aquel momento para revisar el sistema del tope salarial y de los sueldos de los jugadores. La NBPA, por su parte, quería que ese tope fuera mayor en el caso de los jugadores que menos cobraban. En enero del 99 incluso se llegó a pensar en cancelar la temporada, pero entonces Davis Stern, comisionado de la NBA, y Billy Hunter, director ejecutivo de la NBPA, se reunieron el día 6 de ese mes para intentar poner fin al desacuerdo. Lo que firmaron incluía nuevos topes salariales y escalas de sueldo para quienes llegaban nuevos a la Liga y fue ratificado inmediatamente tanto por los dueños como por los jugadores. Aficionados y prensa fueron muy críticos con la falta de entendimiento que provocó un parón tan prolongado y en lo que se disputó de aquella temporada tanto las audiencias de televisión como la venta de entradas bajaron sensiblemente, algo que se repetiría durante las temporadas posteriores.
2011
Del 1 de julio al 8 de diciembre, 161 días duró el último lockout que ha vivido al NBA hasta el momento. En este caso tocaba negociar un nuevo convenio colectivo y las negociaciones entre los dueños de las franquicias (representados por David Stern) y el sindicato de jugadores (con Billy Hunter y su presidente Dereck Fisher al frente) se iniciaron a principios de año en previsión de tener que llegar a un acuerdo en verano, algo que resultó imposible hasta los últimos días de 2011 y que dejó la temporada regular en 66 partidos. Durante todo ese tiempo no se permitió a los jugadores utilizar las instalaciones de las franquicias y tampoco renovar sus contratos o firmar unos nuevos. Lo que sí pudieron fue fichar por equipos de otros países y varios de ellos jugaron durante unos meses en ligas extranjeras, sobre todo de Europa y Asia. Los puntos del desacuerdo llegaron principalmente en el reparto de los beneficios, el tope salarial y el impuesto de lujo. En el caso de los primeros, los jugadores se llevaban hasta entonces el 57% y los dueños querían reducirlo al 47%. Finalmente, el reparto quedó en un 49%-51% gracias a una propuesta de los jugadores el 26 de noviembre que también incluía un tope salarial más flexible y un impuesto de lujo más severo. Jugadores que, por cierto, 12 días antes habían disuelto la NBPA para que cada uno pudiese presentar demandas antimonopolio contra la Liga. Desde ese día 26 los dueños de las franquicias permitieron a los jugadores volver a usar sus instalaciones casi dos semanas después se ponía fin al cierre patronal. El último que se ha vivido y que volvió a dejar pérdidas económicas y de asistencia a los pabellones, igual que ocurrió en la anterior ocasión.