En los muy acalorados debates a los que está llevando el estreno de The Last Dance, el documental de ESPN que se centra en la figura de Michael Jordan pero repasando la temporada 1997/98 de la NBA desde la óptica de los Bulls, uno de los que destaca por encima de otros es el que de comparar. Se hace con asiduidad, pero se frecuenta mucha el 'y si' al ver este tipo de piezas históricas.

Es lógico volver la vista atrás, si es que has tenido la oportunidad de disfrutarlo, para acordarte de los tiempos en los que Jordan sobrevolaba rascacielos para volcar el balón. Con eso ganó seis campeonatos y se convirtió en posiblemente el mejor jugador de la historia (hasta ahora) y en una suerte de figura representativa del lado más económico e icónico del deporte. Traspasaba fronteras y creó una imagen de sí mismo, una leyenda, que ahora se revive gracias a la plataforma Netflix a lo largo y ancho del mundo. En este defecto de fábrica también cae David Falk. 

Falk, el agente del jugador durante su exitosa carrera (y que le llevó a ganar unos 93 millones de dólares sólo con los contratos de jugador de la NBA), se ha destapado en plena y sana discusión sobre el documental y la figura de Jordan. En aras de reivindicar su figura, Falk ha asegurado lo siguiente en un programa radiofónico. Vía The Sports Junkies (106,7 The Fan):

"Veo un montón de partidos y sé que el juego ha evolucionado. Pero ya que me preguntáis... Con una defensa nula, sin poder tocar al rival con la mano, yo creo que Jordan podría promediar -si estuviera en su mejor momento y volviera a jugar hoy- 50 ó 60 puntos por partido y con un 75% de acierto en tiros de campo. Era imparable" 

No es ni será el único. Mientras Isiah Thomas le sitúa fuera del top-3 de mejores jugadores de la historia, Kevin Durant piensa que seguiría siendo el 1º si jugara hoy. 

Los números 

Sí se han visto a lo largo de la historia ese tipo de heroicidades y es verdad que la anotación media va a más gracias a la línea a seguir: más espacios, más triples y más físico para sortear las exiguas defensas de la fase regular de la temporada. 

El líder de la presente temporada en el apartado anotador es James Harden, que ya acumula varios partidos de 50 y 60 puntos. Lo hace con 34,4 tantos de media, pero utilizando muchos lanzamientos y sin acercarse ni de lejos a ese 75% de acierto (él, 43,5%). Pero para gustos hay colores: desde dentro de Houston Rockets se dice que "es un hecho que Harden es mejor anotador que Jordan"...

Si se mira el histórico se ve precisamente a Michael Jordan dominando la tabla. 30,12 de media, delante por muy poco de Wilt Chamberlain (30,07). Si ampliamos a la ABA sí vemos a alguien con mejor ratio, a Rick Barry con 30,46.

Dejando de lado a los Kobe Bryant, superando una vez los 80, y a Devin Booker, superando una vez los 70, el gran exhibicionista de la canasta en este aspecto es Wilt, que tuvo una campaña de 44,8 y una ya en 50,4 (la 1961/62) y fue el que llegó a los 100 en sólo un día. El abuso de 'The Big Dipper', que a los puntos sumó un promedio de 22,8 rebotes durante su estadía en la NBA, es comparable a lo que relata David Falk, pero también es irreal. La temporada en la que sí promedió un 75% en tiros fue también su última y su peor en cuanto a volumen anotador: 13,2. 

Difícil valorar, difícil ponderar y casi imposible eso de comparar. Y eso que a Michael Jordan, reconocido por la mayoría de aficionados como el nº1, no lo necesita...