Los secretos del partido de los 100 puntos de Chamberlain
El mítico pívot registró un récord, que hoy parece imposible de igualar, en la NBA en un partido del 2 de marzo de 1962. Esta es la reconstrucción de su gesta.
El 2 de marzo de 1962 se produjo un hecho extraordinario en la historia del deporte. Wilt Norman Chamberlain, un prodigio de la naturaleza y el baloncesto, alcanzó las cotas más altas de un partido de la NBA con sus 100 puntos ante los Knicks. El hito del jugador de los Philadelphia Warriors, un gigante bajo los aros que dominó con puño de hierro la máxima competición del mundo, está cubierto de anécdotas que agrandan más su leyenda.
En un modesto pabellón de Hershey (Pennsylvania), al que apenas acudieron 4.000 personas y que no tuvo como testigo las cámaras de televisión, Chamberlain registró la hazaña, puesta en dudas por muchos porque el defensor con el que tuvo que bregarse era Imhoff, un pívot blanco de 23 años y 2,08 metros de estatura, que nada pudo hacer ante la envergadura de la estrella de los Warriors. Red Auerbach, uno de los peores enemigos del gigante, rebajó la actuación por el supuesto calibre de su rival: "Ha jugado contra Imhoff, o sea, contra nadie. Es como yo jugando contra un enano, dadme el balón, me giro y lo pongo dentro".
Aquel partido se convirtió en un desafío colectivo de los Warriors para que Chamberlain lograra la centena de puntos. Sus compañeros le buscaron en cada ataque, a costa de prescindir de buenas opciones de tiro individuales. Los Knicks, ante esta situación, optaron por cargarse de faltas para evitar que Chamberlain recibiera el balón o, en caso de que le llegase, forzarle a acudir al tiro libre. El gigante nunca se distinguió en ser un gran lanzador desde esta distancia, pero aquel día se apuntó un 61,3%, diez puntos por encima de su media en la NBA. El récord tiene más valor al no existir el triple en esa época.
El aura mágica de aquella noche de Hershey permanece vivo. "Había 4.000 espectadores, pero al menos 50.000 me han dicho que estuvieron allí", recordaría Chamberlain en 1999. La falta de imágenes ha intensificado la leyenda de cómo pudo registrar su gesta. Hace apenas un año se descubrió el acta del encuentro, escrita por el ex anotador de mesa de los Philadelphia Warriors Toby Deluca, que dio luz estadística. El número redondo que parece imposible igualar.