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El Real Madrid, el mejor contraataque de la década

Los blancos protagonizan cuatro de las veinte mejores galopadas, incluida la primera y la cuarta. Velocidad, talento y unos datos clave: líderes en rebotes, tapones y asistencias.

Salah Mejri tapone el balón que da origen al inicio del mejor contraataque de la década.
Euroleague

La Euroliga ha presentado su Top-20 de contraataques de la década, los que ha considerado más espectaculares, y ahí, el Real Madrid, que hizo de la velocidad a partir de 2011 su seña de identidad, ha salido triunfador por calidad y también por cantidad. Laso recuperó el estilo perdido en etapas pasadas y se agarró a un baloncesto ofensivo, vistoso y veloz, el que había distinguido al equipo blanco en el primer cuarto de siglo de la Copa de Europa y le había situado arriba del todo en el palmarés. Una vuelta al clasicismo madridista que es reconocido ahora con el cierre de la década (o del decenio para algunos).

De los 20 mejores contragolpes de enero de 2010 a diciembre de 2019, el Madrid culmina cuatro, todos en la era Laso (que a Messina y a Molin también les toca una parte de este periodo), y entre ellos el primero y el cuarto. Más que nadie. Por detrás aparecen el Panathinaikos con tres (el número 2, el 5 y el 15) y el Barcelona (el 3, el 18 y el 19). Después están el Fenerbahçe con dos (el número 6 y el 20) y el Olympiacos con otros dos (el 7 y el 14). Y ya con uno por equipo entran en la lista el Efes (9º), el Baskonia (10º), el Cantú (11º), el Armani Milán (12º), el Maccabi (13º) y el Partizán (17º).

(Pincha aquí para ver los 20 mejores contraataques de la década)

El número 1

El mejor contraataque de esta década en la Euroliga podría servir de estandarte del Lasismo: tapón de Mejri en las alturas (justo el momento que recoge la fotografía de arriba), carrera con bote del pívot tunecino de 2,17 m y gran dribling para dejar atrás al primer rival, al segundo lo supera con un pase por la espalda hacia el canterano Alberto Martín (disputó ese día cuatro minutos), el base conecta al otro lado de la cancha (el derecho) con Sergio Rodríguez, que, desde siete metros tras recibir en el aire y sin llegar a caer, asiste para el alley-oop de un Mejri que venía lanzado a colgarse del aro. Todo en seis segundos. Un relámpago que alumbró Madrid.

Hugo López, Laso, Bourousis, Mirotic y Rudy, de espaldas, celebran el mate de Mejri, el mejor de la década.
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Hugo López, Laso, Bourousis, Mirotic y Rudy, de espaldas, celebran el mate de Mejri, el mejor de la década.Euroleague

La cámara enfocó a la grada, donde decenas de aficionados reflejaban en sus rostros una felicidad plena, muchos incluso se abrazaban (cómo se echa de menos). Los que estuvieron allí aún lo tienen en la retina. Fue el 21 de febrero de 2014 en un Palacio repleto ante el Zalgiris Kaunas, la guinda a un partidazo ofensivo que se cerró con esa acción (108-72) y una valoración local de 151, con siete jugadores por encima de 12 créditos, un buen resumen de lo que iba de curso. El de la felicidad y la diversión en la calle Goya, que se cerraría, sin embargo, con el hundimiento del equipo tras perder la final de la Euroliga en Milán ante el Maccabi en la prórroga. El Barça levantaría en junio la Liga y Mirotic diría adiós peleado con Laso rumbo a la NBA.

De la racha y los récords al derrumbe y la 'fuga' de Mirotic

Un mal broche a un año mágico en lo baloncestístico, el de la racha, que llevó a los blancos a ganar sus primeros 31 partidos. La primera derrota en cualquier competición llegó en Moscú el 21 de enero y la segunda, en Múnich, el 13 de marzo, después de 45 victorias en 46 encuentros. Así que el día que Mejri protagonizó el contraataque de la década, el Real acumulaba un balance de 40-1. A la vuelta de la esquina aguardaba un verano convulso en la sección, pero una vez superado con la continuidad del vitoriano en el banquillo caerían los éxitos en cascada. El contador marca, hasta el actual parón forzado, 19 títulos en menos de nueve años (dos Euroligas, cinco Ligas, seis Copas, cinco Supercopas y una Intercontinental). De aquellos meses de la 2013-14 el Madrid sacó una lección, la de no jugar siempre con la sexta marcha metida.

Tapones, rebotes, asistencias y seis segundos

El seis, el número de la velocidad, porque seis segundos es lo que tardó en completar sus cuatro contragolpes que ahora se premian en el Top-20. El segundo, el que aparece en el número 4, los vimos en la campaña 2017-18, la de la Décima en Belgrado. El escenario, de nuevo el WiZink Center y el rival, el Olympiacos de Spanoulis: Doncic roba un balón y pasa de espaldas en el aire a Campazzo, que acelera y asiste por debajo de las piernas para la bandeja de Ayón.

El tercero, en el número 8, el más antiguo: temporada 2012-13, también en casa, esta vez ante el Olimpia de Liubliana esloveno. El Chacho rebotea, cabalga y en medio campo sirve a un Mirotic que, al ver cómo llegaba lanzado Llull, la cuelga para que el menorquín la reviente a una mano. Piernas prodigiosas para un base.

El cuarto y último asoma en el número 16 del ranking y es bastante reciente, de la pasada edición (2018-19). Campazzo demarra tras un taponazo de Taylor y el argentino ve la estampida de Tavares, con el que conecta a la altura del tiro libre… dos zancadas y mate de altos vuelos. En seis segundos otra vez.

Jugadas aisladas y a la vez muy elocuentes para explicar el juego del Real en este periodo. Tapones y rebotes para armar las cargas y buenos pases para cerrarlas. En los tres apartados acabó como el mejor equipo de la década. Solo el CSKA le arrebata la medalla de los puntos. Sumó más rebotes que nadie (10.464, media de 35,9), más asistencias (5.334, a 18,3 por jornada) y más tapones (941, promedio de 3,2) en diez años en los que acumuló 291 partidos con un balance de 203 victorias y 88 derrotas. El Madrid, el mejor contraataque de la década.