¿Hacia unos Juegos Olímpicos en 2021 sin jugadores de la NBA?
El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 por el coronavirus pone en peligro la presencia de jugadores de la NBA. El calendario lo complica todo.
Tras muchas vueltas, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos se ha hecho efectivo. El coronavirus tampoco ha respetado la gran cita que convoca cada cuatro años al deporte mundial y que debía comenzar el 24 de julio. En principio, el torneo se disputará en 2021, aunque todavía no se sabe en qué condiciones ni en qué mes del año. Hay mucho por preparar de cara a la temporada que viene y el aplazamiento obliga a cuadrar un calendario que incluirá muchas competiciones retrasadas y campeonatos nacionales y continentales que tendrán que adaptarse a la nueva situación si quieren que sus deportistas puedan ir a Tokio.
El Comité Olimpico Internacional solo ha dado una pista: que la cita sea antes de verano para "salvaguardar la salud de los deportistas". Pero no ha dado más datos, algo extraño si tenemos en cuenta que la expresión antes de verano cubre muchas fechas distintas y que celebrarlo en una o en otra puede cambiarlo todo. Desde luego, el COI, al igual que el resto de estamentos, necesitan tiempo para organizar el calendario deportivo, que tiene otros torneos como la Eurocopa que han sido aplazados al mismo año y que tiene que ponerse de acuerdo con federaciones, estamentos depotivos y gobiernos para cuadrarlo todo.
Uno de los mayores problemas que puede representar este cambio es en el baloncesto. Y, en particular, en lo que se refiere a los jugadores de la NBA. Si bien hay una colaboración estrecha entre las competiciones europeas y los organismos internacionales que organizan los más importantes por países, la Liga norteamericana va a otro ritmo, como ya ha demostrado con este virus. Al contrario que en Europa, donde hay campeonatos domésticos que han sido directamente cancelados, en Estados Unidos están empeñados en acabar la temporada, y parece que es algo que harán a no ser que el problema se alargue más allá de septiembre, un escenario al que nadie quiere verse enfrentado.
Esto supondría tener que cambiar una serie de cosas que eran inherentes a la competición, como el calendario. La posibilidad de acabar en agosto o incluso en septiembre abriría la puerta a empezar en diciembre la temporada 2020-21 e incluso mantener ese modelo de cara al futuro. Esto complicaría la participación de jugadores de la NBA en los Juegos por un tema de calendario, ya que si la cita olímpica se celebra en la fecha habitual se solaparía con los playoffs y las Finales. Algo que impediría a los jugadores acudir con su país a Tokio.
El calendario no es el único problema
Eso sí, hay que tener más cosas en cuenta además del calendario. Una es la edad de los jugadores. Recordemos que tras el pasado Mundial de China y el descalabro estadounidense, lleno de bajas, numerosas estrellas expresaron su deseo de ir a los Juegos Olímpicos, que Estados Unidos ha conquistado de manera ininterrumpida desde que en 2004 cayera en semifinales ante la generación dorada de Argentina con Ginóbili, Scola y compañía. Sin embargo, esto puede hacer cambiar los planes de algunas de esas estrellas independientemente del calendario. ¿La razón? La edad y las intenciones de alargar sus respectivas carreras.
Uno de los sueños del Dream Team es contar una última vez con LeBron, algo ligeramente factible este año a falta del pronunciamiento del jugador, pero más complicado de cara a la próxima temporada. El Rey cumple 36 años el próximo 30 de diciembre, y si bien su concidión física es propia de un extraterrestre, si quiere y jugar, tal y como ha asegurado en más de una ocasión, con su hijo en la NBA deberá cuidarse y no cometer grandes excesos. Disputar unos Juegos Olímpicos tras unos teóricos playoffs y no descansar prácticamente en todo un año pesa a cualquier deportista, por mucho que se llame LeBron James.
El jugador de los Lakers no es el único que presenta este tipo de problemas y otros que deseaban ir están ahora en duda. Chris Paul, que ya fue campeón en 2008, tendría 36 años y estaría a las puertas de un último año de contrato (player option) de 44 millones de dólares. Ir a la cita y tener el riesgo de lesionarse a 365 días de salir al mercado es un lujo que no se puede permitir si quiere firmar uno nuevo y alargar su carrera. Stephen Curry, que no fue a los Juegos de 2016 tras las extenuantes Finales ante los Cavs de LeBron (4-3 para los de Ohio) y tras una temporada en la que los Warriors acabaron 73-9, contaría con 33 años y se ha pasado toda esta temporada parado. Harden y Westbrook (campeones en 2012 y ausentes en 2016) tendrían 32 y Durant rozaría los 33 y arrastraría una lesión del tendón de Aquiles cuya recuperación, en teoría ya completada en 2021, es muy delicada.
Tal y como recoge un artículo de la ESPN, esto no solo afecta a Estados Unidos. Equipos como Canadá, cuyo preolímpico en junio peligraba precisamente por el coronavirus puede salir beneficiado del aplazamiento y tiene tiempo de sobra para conseguir una plaza. Otros como Australia, contendiente a las medallas y semifinalista en el pasado Mundial de China (cayeron tras dos prórrogas ante España) tienen una de cal y otra de arena. Por un lado, sus principales estrellas (Bogut, Mills, Dellavedova...) llegarían, igual que los norteamericanos, con más años. Pero la nueva situación abre la puerta a Ben Simmons, con problemas de lesiones esta temporada que a priori deberían estar resueltos para la próxima campaña. Todo esto, insistimos, en caso de que cuadre un calendario que podría dejarnos sin jugadores como Luka Doncic (si se clasifica Eslovenia) y otros muchos extranjeros, en la gran cita.
Gregg Popovich y Pau Gasol
La nueva situación ha generado dudas en torno a dos figuras, una de ellas en Estados Unidos y la otra en España. Por un lado, el técnico tenía contrato hasta los Juegos, pero la selección norteamericana, dirigida por Jerry Colanguelo mientras su compañero se dedica a sus labores en la NBA, ya ha confirmado a Pop para 2021. Hay quien dice incluso que el entrenador podría aprovechar para retirarse tras cumplir la que sería su 25ª temporada en la NBA, a la que llegó en 1996 tras destituir a Bob Hill y pasar de los despachos a los banquillos. Para muchos sería el cúlmen de la carrera de un entrenador legendario, que pondría el broche de oro cumpliendo un cuarto de siglo en la mejor Liga del mundo y ganando un oro olímpico. Algo que, por cierto, no será sencillo sin jugadores NBA, como ya se demostró en el pasado Mundial de China.
Y por otro lado está Pau Gasol. La crisis del coronavirus ha sorprendido al españoll en fase de recuperación de la lesión en su pie izquierdo que le tiene sin jugar un partido oficial desde el 10 de marzo de 2019. Más de un año ya sin baloncesto para una leyenda del baloncesto mundial por culpa de una compleja fractura que, eso sí, no le ha immpedido centrarse en cumplir su último gran sueño: disputar sus quintos y últimos Juegos Olímpicos con la Selección española. Nadie sabe qué planes tiene Pau, pero él mismo confirmó que "es inevitable pensar en la retirada". Desde luego, hay una cosa que está clara: el coronavirus lo ha cambiado todo.