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NBA | NOTAS EN EL PARÓN

NETS: de un verano ilusionante a un invierno decepcionante

Una temporada que empezaba con Durant (lesionado) e Irving está acabando sin ninguno de los dos y con el entrenador saliendo espantado de allí.

(FILES) In this file photo taken on January 18, 2020 Kevin Durant #7 and Kyrie Irving #11 of the Brooklyn Nets look on during their game against the Milwaukee Bucks at Barclays Center in New York City. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and/or using this photograph, user is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. - Kevin Durant is reportedly among four Brooklyn Nets players who have tested positive for the new coronavirus and are in isolation.
 The injured Durant, who has yet to play for the Nets since signing for the club last year, confirmed to The Athletic website he had tested positive for the virus. (Photo by AL BELLO / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / AFP)
AL BELLOAFP

BALANCE HASTA EL PARÓN:

30-34 (7º de la Conferencia Este)

LÍDERES ESTADÍSTICOS:

Kyrie Irving: 27,4 puntos, 5,4 rebotes, 6,2 asistencias

Spencer Dinwiddie: 20,6 puntos, 3,5 rebotes, 6,8 asistencias

Caris LeVert: 17,7 puntos, 4,1 rebotes, 4,1 asistencias

LO MEJOR: Dinwiddie y estar en el Este

Spencer Dinwiddie ha sido la mejor noticia del curso para unos Nets que vendieron a D'Angelo Russell y trajeron a Kyrie Irving. Pero éste último ha jugado mucho menos de lo esperado y Dinwiddie le ha suplido con garantías de sobra. Con su temporada y en un curso sin lesiones sería claro aspirante a mejor sexto hombre, pero las circunstancias le han hecho jugar 49 de los 64 partidos de titular y durante muchos partidos fue el timón al que se agarró un equipo sin Irving y con Caris LeVert aún fuera de forma. Bien es cierto que LeVert ya estaba en ritmo de lo que pareció ser hace un año antes de la lesión y eso también es una buena noticia para los Nets, porque ahí tienen un jugador muy importante. Pero lo mejor de todo es que juegan en la Conferencia Este y el nivel medio de este lado del país es lo que les va a permitir estar otra vez en playoffs.

LO PEOR: la decepción con Irving y el despido de Atkinson

Los números de Kyrie Irving en los 20 partidos que ha jugado son buenos. De hecho está el primero en los tres líderes estadísticos de los Nets que he seleccionado. Pero sus actuaciones individuales no han servido siempre para que su equipo fuese mejor. Una historia que seguro les sonará en Boston. Además, el hecho de jugar sólo un tercio de los partidos y de ser baja para el resto de la temporada hacen que la aportación de quien iba a ser la estrella del equipo este año haya quedado prácticamente en nada. Por si fuera poco, todas los dedos le han señalado a él (y a Durant, que ni siquiera se ha llegado a vestir de corto) como máximos responsables de la marcha de Kenny Atkinson. El entrenador, que fue quien transformó un equipo que parecía no ir a ningún lado en un grupo respetable y con un futuro prometedor, ha salido huyendo de Brooklyn. Porque en realidad no se ha tratado de un despido. Ambas partes, franquicia y entrenador, han llegado a un acuerdo para rescindir el contrato. Por lo que dicen, a Atkinson no le emocionaba precisamente la idea de tener que entrenar a Irving y Durant, quien supuestamente habrían apretado bastante las tuercas para forzar el cese del técnico. Un desastre todo.

NOTA EN EL PARÓN: SUSPENSO

Los Nets se van a meter en playoffs (séptimos u octavos), pero su temporada es decepcionante. No han progresado en el juego, de hecho han dado algunos pasos atrás. Tiene pinta de que no van a alcanzar el 50% de victorias, cosa que sí hicieron el curso pasado. En resumen, que si están en las eliminatorias por el título es porque los de detrás han demostrado menos aún. O dicho de otra manera, del séptimo para abajo son el menos malo (con permiso de los Magic) y hay dos plazas que tiene que ocupar alguien. Si el año que viene Durant vuelve en plenitud, algo que habrá que ver, e Irving vuelve a ser el jugador de Cleveland serán candidatos a todo. Pero en este momento en Brooklyn no se respira ilusión precisamente.