Un Doncic brutal se ve falto de acompañamiento y los Mavs caen

Los Mavericks volvieron a caer en la que es su segunda derrota consecutiva. Olvidando ya las soflamas contra los árbitros que aderezaron el final del partido contra los Pacers, los Spurs fueron el siguiente rival y no lo pusieron fácil. Este duelo de Texas se resolvió como ha sido menester en la mayoría de las ocasiones durante los últimos veinte años: con victoria de Gregg Popovich. 119-109 fue el marcador en una contienda marcada por el acierto de los locales en los momentos claves y por la no aparición de los actores secundarios de Dallas Mavericks, que son una constante y parte importante del éxito de éstos durante la presente temporada. 

Luka Doncic volvió a aparecer a un nivel superior al de los demás: 38 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias y con buenos porcentajes de tiro: 13/26 en total, 6/13 si aislamos sólo los triples. Sin embargo, no se vio bien acompañado. Uno de los jugadores más en forma, Seth Curry, no era de la partida como siguen sin serlo los lesionados J.J. Barea y Jalen Brunson, por lo que el peso en los lanzamientos exteriores recaía de nuevo en Doncic y Porzingis o jugadores como Finney-Smith y Hardaway. Éstos dos últimos sí tiraron del carro junto a Doncic, pero el pívot letón se vio en muchas dificultades por la defensa planteada por los Spurs y acabó jugando uno de sus peores partidos de los últimos tiempos (4/15 en tiros, con 1/8 en T3). 

Los Spurs tuvieron mucho acierto, les entraron más de la mitad de los tiros que lanzaron, pero fue más clave los emparejamientos y lo que sacaron de ello que los propios porcentajes. LaMarcus Aldridge fue muy superior tanto a Porzingis como a Kleber, algo más extraño en este segundo caso porque se asemeja mucho más a lo que el alemán puede abarcar. Derrick White fue una daga entrando en la zona y su participación excedió la hoja de estadísticas: opciones para ir al aro, buenas segundas ideas en penetraciones y luego, claro está, acierto. 

Los Mavericks entraron ganando al último cuarto, pero se amilanaron ante el empuje de los Spurs. Gay apareció y Popovich jugó lo suficiente con Aldridge en el poste como para que éste ejerciera una fuerza decisiva en los últimos instantes. A destacar el buen papel de Belinelli y Lyles en esos minutos de remontada. 

Así quiere apurar San Antonio las opciones para no quedarse sin playoffs, algo que llevamos muchos años sin ver. En acertar con lo que saben hacer estará el éxito.