Los Pacers pican a Doncic, secan a Porzingis y ganan en Dallas
Victoria de los de Indiana con un Oladipo decisivo en los minutos finales y una defensa perfecta sobre Porzingis. Doncic (36+10+8) rajó de los árbitros.
Los Indiana Pacers se llevaron de Dallas una victoria de mucho mérito. Primero porque jugaban ante un equipo que estaba en racha y que por primera vez en la temporada parecía hacer bueno el jugar en casa, ya que llevaba cuatro victorias seguidas (su récord como local sigue siendo un justo 18-15). Y segundo porque el trabajo previo al partido quedó reflejado a la perfección en la cancha, donde ejecutaron un sistema que estranguló el ataque de los Mavs durante buena parte del encuentro y que se centró especialmente en Kristaps Porzingis.
El letón estaba siendo el mejor jugador de los texanos en los últimos partidos. Promediaba 30 puntos y 12 rebotes en los últimos cinco. El mes pasado le hizo a este mismo rival 38 en Indianapolis en un partido en el que no estuvo Doncic por lesión y que acabó con victoria para los texanos (103-112). "El último partido nos mató con los pick-and-pop. Esta noche hemos hecho cambios defensivos, algo que no solemos hacer", explicaba Domantas Sabonis al final del encuentro sobre qué habían cambiado para que Porzingis no volviese a "matarles". Y funcionó a la perfección. El letón se quedó en 9 puntos y 8 rebotes con un 3/17 en tiros. Es la quinta vez en los 50 partidos que ha jugado con Dallas que no llega a los dobles dígitos de anotación. "No tuve demasiados tiros liberado. Les doy el crédito que merecen por haber jugado mejor que nosotros, pero también es culpa mía haber fallado tantos tiros", decía crítico el pívot.
Esa defensa sobre Porzingis fue letal sumada a las bajas de los locales, donde no jugaron Finney-Smith, Seth Curry, Jalen Brunson y Kidd-Gilchrist. Rick Carlisle tuvo sólo a diez jugadores disponibles, de los cuales tres no llegaron a los 10 minutos. Así que el partido de los Mavericks fue un continuo quiero y no puedo, un hacer la goma desesperadamente ante un rival mejor plantado en la pista y que no les dejaba ni medio palmo en ataque. Luka Doncic, que acabó con unos números tremendos (36+10+8), pero de nuevo forzando mucho desde el triple y fallando más de lo deseado (4/13), sufrió en sus carnes la tensión defensiva del rival. El esloveno se quejó de tres golpes en la cara durante el partido, de los que sólo le pitaron uno que fue imposible de no ver: un salto de Edmond Sumner, que se comió su finta de triple y le cayó con la rodilla en la mandíbula. Una de las que no le pitaron fue a falta de 12 segundos. Oladipo le golpeó con el codo en mitad de una penetración, justo cuando Doncic sacó el balón fuera para asistir a un compañero. La jugada en el directo no queda clara y no se repitió porque inmediatamente después le hicieron una falta al propio Oladipo que puso ser antideportiva, los árbitros se fueron a revisarla y la realización se quedó ahí. En el momento del supuesto codazo a Doncic los Mavs iban uno abajo.
Victor Oladipo, que jugaba su 12º partido del curso, fue el hombre clave anotando los últimos 6 puntos de su equipo y dando la vuelta al marcador, del 109-106 al 109-112. Los Mavs, que se pusieron por primera vez por delante (94-93, 9:33 del final) con un triple de Justin Jackson, único jugador con más de 10 puntos aparte de Doncic y Hardaway Jr. (30, 20 en la segunda mitad), llegaron ganando 109-104 a tres minutos para acabar el partido. No volverían a anotar más, incluidos dos triples fallados por Doncic en el último ataque del partido.