Fuera del drama que está siendo la pelea por el octavo puesto del Oeste, en la que los Grizzlies tendrán que seguir defendiéndose de los que les persiguen (o simplemente mantener la inercia actual porque nadie gana con la suficiente continuidad), sigue el posicionamiento en una Conferencia en la que Utah Jazz, Oklahoma City Thunder y Dallas Mavericks se repartirán en principio tres puestos entre el cuarto y el séptimo. Ahora mismo los Jazz, tras ganar en Boston (94-99) son cuartos (40-22), con medio partido de ventaja sobre los Rockets, los Thunder son sextos (39-24) y los Mavs, séptimos (39-25) pero a solo dos partidos del cuarto que da ventaja de campo en primera ronda.

Con el billete para playoffs en el bolsillo (diez partdios de ventaja al noveno), los Mavs tienen una preocupación mayor que su puesto final: la salud. Contra los necesitados Grizzlies no pasaron ningún apuro (121-96) aunque jugaron sin Hardaway Jr y Finney Smith y se quedaron en el descanso sin Seth Curry, que sufrió una lesión de tobillo después de alargar en la primera parte su excelente racha (15 puntos, en los últimos tres partidos y medio 100 puntos con un 38/53 en tiros). Pese a eso y a las obligaciones de los Grizzlies, ganaron con mucha comodidad (79-55 a mitad del tercer cuarto).

En el duelo entre Rookies del Año, presente y futuro, ganó Luka Doncic, vigente Mejor Novato. El esloveno sumó 21 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias con un discreto 7/20 en tiros y un 2/8 en triples. Ja Morant, que se va a llevar el premio por mucho que apriete Zion Williamson si no pasa nada muy raro, no tuvo su mejor día: 11 puntos, 4/11 en tiros y 8 asistencias. Los Grizzlies (31-32) mantienen su ventaja de tres partidos y medio en su defensa de la plaza de playoffs porque no aprovecharon su patinazo ni Spurs ni Blazers y solo ganaron, de los de esa pelea, unos Pelicans que tienen mucho que remar.

Una vez más, Kristaps Porzingis estuvo sobresaliente: 26 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 4 tapones en menos de 30 minutos (no hizo falta más). En los Grizzlies, solo nueve tiros libres anotados y nueve triples menos (9 por 18) que su rival, una diferencia insalvable para un equipo que sigue aferrado a una plaza para la que nadie contaba con él a principio de temporada y que, eso sí, está consiguiendo sacar minutos muy prometedores a Josh Jackson, el número 4 del draft de 2017 que parecía irrecuperable y que cayó en Memphis de rebote: 17,5 puntos de media en los tres partidos que ha jugado en marzo.

Mike Conley se agiganta en Boston

En el Garden, los Celtics sumaron su tercera derrota seguida en casa, la tercera consecutiva en visitas de Utah Jazz y la tercera total en cuatro partidos. Sin Gordon Hayward ni Jaylen Brown, dio la sensación de que todos los tiros se iban a limbo hasta un 94-99 final cimentado por la buena muñeca en el primer tiempo (49-62, 60% de acierto) de los de Quin Snyder, liderados por un Mike Conley que está en su mejor momento de lo que estaba siendo una temporada horrible: 25 puntos, 5 asistencias, 6/10 en triples. Eso y la aportación (17 puntos) de Clarkson desde el banquillo bastaron incluso en un mal día en ataque de Bogdanovic y Mitchell (19 puntos con 24 tiros entre los dos) ante unos Celtics muy apagados, con Kemba Walker en restricción de minutos y sin suerte (13 puntos, 5/17), Tatum discreto (18 puntos, 19 tiros), solo 13 puntos del banquillo y 29 con un 9/23 de Marcus Smart. Los de Brad Stevens están a dos partidos ahora de los Raptors, segundos del Este. Y con dos y medio de ventaja sobre Miami.

y en el Madison, como en casi cada partido de los Knicks, hubo poca historia, más allá de que Chris Paul (21 puntos, 12 asistencias) dictaminó el ritmo del partido a su antojo después de los rumores que le han vinculado con la franquicia neoyorquina a pesar de que iniciará la próxima temporada con 35 años. Los Thunder ganaban por 34 ya en el último cuarto y cerraron en 103-126 una victoria muy cómoda en la que Gallinari anotó 22 puntos y Schroder, 16. En los Knicks muy poco, como casi siempre: 18+9+8 de Payton y 17 puntos de RJ Barrett para un equipo que está ya en 44 derrotas (19-44).