MUJER Y DEPORTE

Michelle Roberts: "Ni yo habría apostado por mí"

Mujer, de raza negra y criada en el Bronx, triunfó como abogada y desde 2014 es la directora ejecutiva del NBPA, el sindicato de jugadores de la NBA.

Meg OliphantGetty Images

"No me levanto por la mañana pensando en las barreras que estoy derribando, solo en qué es lo mejor que puedo hacer por mis clientes". Así le explicaba Michele A. Roberts (64 años) al revista Time cómo es la vida de la primera mujer que lleva los designios de los jugadores de una gran Liga profesional estadounidense: "Tengo dos sobrinas que me dicen lo orgullosas que están de mí y eso sí me impresiona, recibo cartas y correos electrónicos de mujeres que me dicen cómo les motiva ver lo que estoy haciendo... de por sí quería ser la mejor en este trabajo, ahora lo hago también porque, si no, siempre habrá algún idiota que dirá 'bueno, era una chica...'"..

"No diré que estoy orgullosa de haber sido pobre, pero sí de que eso haya marcado mi vida. Creo que los jugadores ven que soy como ellos"

Michelle Roberts

Roberts fue reelegida en 2018, después de cuatro años en el cargo, como directora ejecutiva del NBPA, el sindicato de jugadores de la NBA. Cuando empezó a trabajar con estos en 2014, le sorprendió que fue precisamente en el nivel de los deportistas donde ni se debatieron cuestiones de género. Solo sus méritos. No solo es mujer sino que también es de raza negra, criada en una familia muy humilde en el sur del Bronx: "No diré que estoy orgullosa de haber sido pobre, nadie diría algo así, pero sí de que eso haya marcado cómo ha sido mi vida. Y creo que los jugadores ven que vengo del mismo sitio de ellos. Que soy como ellos aunque ni mida 2,10 ni tenga talento para jugar al baloncesto".

Unos inicios difíciles

"Es alguien con quien nos entendemos", dijo tras su nombramiento Roger Mason, por entonces jugador de Miami Heat y vicepresidente del sindicato. Como muchas estrellas de la NBA, creció con todo en contra, hija de una madre soltera en un barrio muy duro, y decidió estudiar derecho cuando vio a uno de sus hermanos en la cárcel y a su madre destrozada porque no podían permitirse un buen abogado.

Antes de terminar la carrera, ya ayudaba a condenados a pena de muerte en San Quintín. Y solo unos años después era considerada "la mejor litigante pura" de Washington, donde tiene una relación estrecha con dos niñas que llevan su nombre, homenaje de sus padres a lo que hizo por ellos en los tribunales una mujer que, para muchos, ni debería haber estado allí: "¿Una chica bajista, negra y pobre de South Bronx? Yo también habría apostado contra mis opciones...". Suele decir que intenta no pensar en los techos de cristal que ha roto, pero ya lo hace por ella Kahtryn Olsen, CEO de la Women's Sports Foundation: "Es un modelo para cualquier mujer que aspire a ser una líder es su sector".

ALLEN IVERSON Y TRUBMAN, EN SU DESPACHO

Amante del baloncesto y seguidora de los Knicks desde que lloró junto a sus hermanos con el título de 1970, el primero de la franquicia, reconoce que una de las mejores cosas de su trabajo ha sido conocer en persona al mítico Walt Frazier. En 2014 aparcó su carrera en los tribunales para luchar por los derechos de los jugadores de la NBA. Tiene en su despacho una foto de Allen Iverson y otra de Harriett Tubman, una de las mujeres que más hizo por la libertad de los afroamericanos en los tiempos de la esclavitud.

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