La NBA también busca hacer frente al coronavirus, una enfermedad griposa que está extendiéndose por el planeta y se está cobrando víctimas mortales cada día. 

"La salud y seguridad de nuestros empleados, equipos, jugadores y aficionados es suprema. Estamos coordinando a nuestros equipos y consultando con especialistas enfermedades infecciosas sobre el coronavirus. Continuaremos monitorizando esta situación de manera especial", asegura la propia competición en un comunicado que ha remitido a The Associated Press. No es, sin embargo, el único mensaje enviado. 

La oficina de Nueva York, con Adam Silver a la cabeza, ha enviado una circular a todos los equipos de la Liga con algunas recomendaciones para evitar el contagio. Según la información, desvelada por ESPN, la NBA advierte internamente que "es una situación que puede cambiar potencialmente rápido" y deja caer algunas medidas para evitarlo en la medida de lo posible: chocar los puños en vez de las manos (sobre todo con los aficionados) o no hacer uso de bolígrafos o camisetas para firmar autógrafos, entre otros. Se pone el foco también en los entrenamientos de jóvenes de cara al Draft 2020, que podrían ser suspendidos, y en el flujo de otro tipo de pruebas privadas a jugadores y de partidos internacionales en los que ojear a nuevos talentos, que podría verse drásticamente reducido. 

ESPN añade que ha consultado con el experto médico de uno de los equipos y que el tiempo de baja para un jugador que contrajera la enfermedad sería de dos semanas. 

A la palestra informativa saltó uno de los jugadores, C.J. McCollum, por informar en sus redes sociales de que dejaría de firmar autógrafos hasta que amainara el coronavirus. Otros compañeros, sin embargo, le han afeado la conducta.