Triples: Hield se lleva el concurso a las Bahamas sobre la bocina
Como Larry Bird en 1988, también en Chicago, el de los Kings ganó con su último tiro a Devin Booker. Bertans fue finalista y Trae Young acabó último.
En 1988, en el viejo Stadium de Chicago y también con un frío de muerte en la ciudad (como ahora), Larry Bird ganó su tercer concurso de triples seguido (los tres que se habían celebrado hasta entonces) con la chaqueta de entrenamiento de los Celtics puesta y tras levantar el dedo índice al cielo cuando su último tiro, el ganador, acababa de salir de sus manos. Antes del concurso había entrado en el vestuario preguntando al resto de participantes que si sabían ya quién iba a ser segundo. Buenos tiempos.
Han pasado 32 años para que Chicago, ahora en el gigantesco United Center, vuelva a acoger un All Star Weekend y un concurso de triples que se decidió, fue emocionante, sobre la bocina y con el último tiro de Buddy Hield, que derrotó (27-26) a Devin Booker, campeón hace dos temporadas en Los Ángeles. El tercer finalista fue Davis Bertans, el láser letón, que partía como favorito en las apuestas y que tuvo un momento muy caliente en la primera tanda pero en la final se quedó en 22 puntos. Antes, en la primera fase de un concurso que fue de menos a más y tuvo pocos momentos verdaderamente espectaculares, habían ido cayendo el local Zach LaVine, el último campeón Joe Harris, Devonte' Graham, Duncan Robinson y un Trae Young que acabó último con una pésima serie (15).
Era este el primer concurso de triples de una nueva era, más puntos y tiros más lejanos para adaptarse a tiempos en los que el triple desde el logo empieza a ser una jugada más de cualquier momento de cualquier partido. Dos balones situados en los laterales y dos metros por detrás de la línea de tres (entre los carros segundo y tercero y tercero y cuarto) daban tres puntos cada uno. En general se fallaron muchos, el primero lo anotó Graham y Booker en la primera fase fue el primero en anotar los dos y sumar así seis puntos. Esta maniobra quitó mucho tiempo a unos tiradores que en general acabaron muy justos, incluso precipitados, aunque tenían 70 segundos, diez por encima del minuto tradicional para completar sus series. Y que ahora aspiran a un máximo de 40 puntos, 10 más de lo que era tope para Bird y compañía en 1988. Los dos balones de tres se suman al ya veterano carro en el que todos los balones son multicolores y valen dos puntos.
Con esta nueva medición, resultó decepcionante que el tope fueran los 27 puntos logrados por Booker (que sigue teniendo el récord absoluto con 28) en la primera fase y Hield en sus dos rondas, la última para ganar con un tremendo carro final que puso en pie al United Center.
Hield, natural de Freeport (Bahamas) es un tirador fantástico que en el inicio de esta temporada firmó una extensión de más de 100 millones con los Kings y, antes, fue uno de los responsables de que la NBA se pusiera seria con la edad y la altura de los jugadores cuando confesó que tenía un año más de lo que siempre se le había considerado oficialmente. Ahora con 27 (reales), sucede en el palmarés a Joe Harris y añade su nombre a la lista de los grandes tiradores que han ganado el concurso de triples de la NBA. Y lo hace en Chicago... 32 años después de Larry Bird aunque, en su caso, desde Bahamas y con balones verdes que valen tres puntos. Nuevos tiempos.