Mates: Superman vuelve a volar por Kobe... y en casa de Jordan

Trazos de historia: el concurso de mates vuelve a Chicago (aunque cambia el vetusto Stadium por el United Center), donde en 1988 Michael Jordan y Dominique Wilkins se enzarzaron en la final de las finales, la que llenó de pósters tantas habitaciones de todo el mundo, la mejor de siempre... al menos hasta la edición de 2016, cuando Zach LaVine se impuso con polémica (como Jordan en el 88) y en un duelo también de leyenda y entre vuelos imposibles, a Aaron Gordon, que vuelve a participar tras aquel segundo puesto (en el que enlazó tres mates de 50 puntos) y el fiasco de 2017, cuando pasó desapercibido, mermado por los problemas físicos.

Eso, trazos de la historia de la NBA, es por encima de todo el concurso de mates, que no ha recuperado el brillo de 2016 en los tres años siguientes (Nueva Orleans, Los Ángeles, Charlotte) pero que puede hacerlo ahora, porque a la sombra de Jordan volando en el Stadium se suma la de Kobe Bryant, el protagonista central de un fin de semana de homenajes y recuerdo permanente, ganando en 1997 como rookie, el más joven en hacerlo, un concurso de perfil tan bajo que llevó a la suspensión en 1998. Como en 1999 no hubo All Star por el lockout, la siguiente edición fue la de 2000 en Oakland, donde Vince Carter sacó para ganar a Tracy McGrady una versión extraordinaria que pone ese concurso en el podio histórico, junto a 1988 y 2016. No demasiado lejos de esos, o al menos no tanto como otros, quedan las participaciones de Dwight Howard, antes de su duelo con Nate Robinson en 2009 el vuelo con capa de Superman de 2008, la rúbrica a un título muy merecido a la mejor actuación de un pívot grande (2,08) en el concurso.

Ahora Howard vuelve en el año de su redención: ha jugado todos los partidos de los Lakers, el equipo con el que se ha reconciliado de forma hollywoodiense, se ha corregido y convertido en un compañero perfecto y ejerce de maravilla de obrero en un equipo que domina el Oeste y en los que Howard (ahora 73,8%) va camino de la mejor temporada en tiros de campo de siempre (72,7 Wilt Chamberlain). Con 34 años, otra vez una sonrisa de oreja a oreja y la narrativa del hijo pródigo, Dwigth Howard regresa al concurso once años después de su última participación y con, además, el amarillo y morado de los Lakers... y de Kobe Bryant. Su gran enemigo durante unos años, finalmente un amigo al que iba a pedir ayuda en alguno de los mates de este concurso en el que, seguro, Howard tendrá recuerdo para él. Y todos.

Con Aaron Gordon también de vuelta, la NBA rondó la deseadísima revancha contra Zach LaVine, que además juega en los Bulls pero que ha optado por participar en el concurso de triples. Así que completan el cartel (cuatro jugadores hacen dos mates cada uno y los dos mejores pasan a una final en la que hacen otros dos por cabeza) Derrick Jones Jr (cumple 23 años hoy) y Pat Connaugthon (27) . El primero es un matador excepcional que hace cosas asombrosas en los partidos y que en 2015 ganó un concurso entre jugadores de instituto de todo EE UU. Segundo en 2017, Jones (apodado Airplane Mode) es un tapado muy poco tapado, mucho menos que un Connaughton que quiere ser el primero en ganar el concurso con la camiseta de los Bucks y que, ojo, llegó a la NBA batiendo récords de impulso vertical en las pruebas previas al draft: más de 111 centímetros.

El jurado tendrá a Dwyane Wade, natural de Chicago, y Scottie Pippen (leyenda de los Bulls) junto a Candance Parker, el cantante Common (también de la ciudad) y Chadwick Boseman, el actor de Pantera Negra. Así que, el escenario (Chicago, Chicago, Chicago) está servido para que veamos uno de esos concursos que, con un poco de suerte, recordemos durante años: la casa de Jordan, la sombra de Kobe, el regreso de Superman Howard, la revancha de Aaron Gordon, la wildcard de Jones Jr...