Triples: LaVine quiere hacer historia en un concurso que estrena cambios
Joe Harris defiende título en un evento sin el tremendo cartel del año pasado, en Charlotte. Bertans, la gran esperanza europea.
Joe Harris vuelve al concurso de triple para defender corona. El escolta de los Nets ha bajado al 40,8% tras su increíble 47,4 de la pasada temporada, cuando acabó ganándose un hueco en el Team USA que jugó el Mundial de China... y llevándose el concurso de Charlotte, donde ejerció de especialista un poco aguafiestas. Porque su triunfo, en un año con un cartel absolutamente lujoso, evitó las narrativas más deseadas de la noche: los hermanos Curry, Stephen y Seth, participaban en su Charlotte natal; Dirk Nowitzki lo intentaba por última vez y no faltaban, en la recámara, estrellas de la talla de Damian Lillard, Kemba Walker (todavía en los locales Hornets), Khris Middleton...
Un año después, se habla menos de un concurso de triples a priori menos mediático pero con el interés centrado, en el United Center, en Zach LaVine. El escolta de los Bulls (promedia más de 25 puntos por noche con un 38,5% en triples) quiere ser el primero en la historia con los dos grandes concursos, mates y triples, en su palmarés. En 2015 y 2016 ganó el primero con algunos de los vuelos más celebrados de siempre. Y ahora, y tras sugerir a la NBA que podría volver a los mates (donde le esperaba Aaron Gordon, su rival en la tremenda final de 2016) si era convocado para el All Star Game (la sugerencia no funcionó), se ha apuntado finalmente a los triples: "el que crea que soy un jugador que hace mates es que ve muy poca NBA". En noviembre, sin ir más lejos, sumó 13 triples en un partido, lo que igualó la segunda mejor marca de siempre.
Las lesiones han dejado fuera del All Star, y de este concurso, a Stephen Curry, Klay Thompson y, a última hora, a Damian Lillard. Pero vuelven Buddy Hield y Devin Booker (el campeón de 2018 entra por el base de los Blazers) y se estrena Trae Young, uno de esos jugadores que tarde o temprano (veremos si muy temprano) sumarán el triunfo en este concurso a su currículum. Davis Bertans (dos temporadas seguidas por encima del 42%) es la gran esperanza europea en una cita que estrena dos puestos de un solo balón (verde) con valor de tres puntos cada uno, situados entre los carros dos y tres y tres y cuatro y, esto es lo interesante, a dos metros de la línea de tres. Un guiño a la actual revolución del triple que está dejando obsoleta la distancia clásica.
Esta novedad aumenta todavía más la máxima anotación posible en un concurso que volverá a dejar tirar a todos para seleccionar a los tres finalistas, y en el que seguirá habiendo un carro de cinco balones multicolores (todos de valor doble) y no solo uno, como en el resto de posiciones de tiro. Eso elevaba el máximo de puntos posible (antes de la llegada de los balones verdes) a 34 puntos y no a los tradicionales 30 con los que Craig Hodges, con la camiseta de los Bulls, ganó el concurso en 1990, 1991 y 1992 y estableció las mejores marcas de siempre en más tiros anotados en una ronda (21) y más tiros seguidos convertidos (19). El total de puntos es para Booker: 28 en 2018, ya con el nuevo (y ahora penúltimo sistema).
Hodges, un histórico de este evento, estaba en la edición de 1988 en el Stadium de Chicago, donde Larry Bird hizo threepeat (tres triunfos en tres ediciones) tras derrotar a Dale Ellis en una final en la que se impuso en el último tiro, que siguió en el aire con el dedo índice ya levantado al cielo. Aquí, en Chicago, había dicho antes en el vestuario al resto de participantes aquello de que si ya sabían "quién iba a quedar segundo", y aquí se elevó a los altares del tiro de tres, entonces un lujo y hoy el arma del que viven todos los equipos de la NBA. Por volumen y eficiencia. Por eso los nuevos balones todavía más lejos y por eso, y pese a las mediáticas ausencias, el interés por ver a especialista como Hield, Trae y Bertans perseguir el trono de Joe Harris, que también se defenderá de las dentelladas de un LaVine que estará en la noche del sábado aunque, esa es la verdad, no donde preferían verlo la mayoría de aficionados. De los Bulls y de la NBA.