Épicos Nuggets: ganan en Utah con 7 jugadores y un Jokic colosal
Victoria tremenda en back-to-back para los de Denver, que contaron con Jokic que finalizó con triple-doble, canasta ganadora y volviendo loco a Gobert.
Hace una semana Mike Malone decía después de ganar en Milwaukee que aquélla había sido la mejor victoria de la temporada de los Nuggets. Llegó tras vencer la noche anterior en casa a los Jazz y sin apenas descanso al llegar de madrugada a la ciudad del líder de la Liga. Anoche el técnico de Denver cambió la versión. El mejor triunfo de la temporada para él ha pasado a ser este último. Y razón no le falta. Porque ganar en Utah, donde habían perdido los últimos 9 partidos, con sólo 7 jugadores activos y después de jugar el día anterior (y ganar) a los Blazers es una de las cosas más meritorias que se han visto en lo que va de temporada. Y no sólo en Colorado.
Entre las lesiones y el traspaso a cuatro bandas en el que se habían metido los Nuggets horas antes, el equipo de Denver llegó a Salt Lake City en cuadro. Para hacernos una idea de la situación en la que se encontraban, el rookie esloveno Vlatko Cancar, que no había jugado más de cinco minutos en ningún partido, anoche estuvo 17 en pista. Y pueden dar gracias que Jamal Murray, que volvió ante Portland tras 10 encuentros lesionado, pudo disputar el back-to-back. Con esos mimbres tan poco sólidos se presentaron en la cancha de un equipo que hace nada había ganado 18 de sus 20 últimos encuentros que había adelantado a todo el mundo en el Oeste, Nuggets incluidos, salvo a los Lakers, pero que con esta derrota ya acumula cinco consecutivas y se aleja a tres victorias de su rival, que es tercero.
El partido fue un ejercicio de supervivencia de los visitantes ante un conjunto que cada vez defiende peor y que en ataque tampoco acaba de dar con la tecla. Esta vez ayudó la defensa de Denver, que les dejó en una única canasta en juego en los últimos 7 minutos. Mike Conley ha vuelto a la titularidad e individualmente no se puede decir que esté jugando mal (21+8+5 y 5/9 en triples anoche), pero que sigue sin traducirlo en victorias para su equipo. Además esta vez falló el tiro que habría puesto por delante a los suyos a 8 segundos del final. Poco antes iba a ser Jokic quien iba a meter la canasta decisiva, un poco como si no fuese la cosa con él, con un reverso lento y casi sin levantar los pies del suelo. Como tirando por tirar. Suponemos que esas maneras tan suyas le fastidiarían aún más a un Rudy Gobert al que volvió literalmente loco. El mejor defensor de la Liga en las dos últimas temporadas le cubrió en 14 de los 24 lanzamientos que hizo el serbio y sólo falló 1 con el francés delante.
El partido de Jokic fue de un calibre tal que sólo se puede explicar con unas siglas: MVP. A ese nivel jugó el pívot, que firmó su 11º triple-doble del curso (30+21+10). Es el décimo jugador en la historia que consigue un 30+20+10, y el segundo que lo hace fuera de casa antes de cumplir los 25. ¿El primero? Un tal Kareem Abdul-Jabaar. Entre él y Murray (31) comandaron una victoria que remató curiosamente Gary Harris desde el tiro libre. Y digo curiosamente porque falló los 13 tiros de campo que intentó igualando el récord negativo de la franquicia que ahora comparte con Ty Lawson y Paul Silas.