Falta algo en los Lakers. Es el pensamiento más frecuente desde principio de temporada. La franquicia de púrpura y oro ha vuelto a ver la luz y lidera la Conferencia Oeste antes del All Star, algo que no pasaba desde el 2010, año en el que conseguía su último anillo. Sin embargo, el buen juego es intermitente y se ha puesto en evidencia que las posiciones de base y alero tienen que ser fortificadas si los angelinos quieren hacerse con el anillo.

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Candidatos son. Con LeBron y Anthony Davis no podía ser de otra manera. Pero la plantilla parece corta y la profundidad que se preveía en un inicio no está saliendo a la luz. Uno de los problemas es el de Kyle Kuma, que no termina de convencer en el esquina de Frank Vogel. El alero, único superviviente de una camada que acabó en su totalidad en los Pelicans en el traspaso por Anthony Davis, rinde bien cuando juega de titular, pero no así cuando salta desde el banquillo. Puede jugar de tres o de cuatro, pero esas posiciones las ocupan Danny Green y Davis, dos piezas insustituibles que solo le han dejado paso cuando se han lesionado.

En la posición de playmaker, el único que funciona es LeBron. Está promediando 25,2 puntos, 7,7 rebotes y 10,7 asistencias, líder de la NBA en este apartado. Sin embargo, la estrella angelina tiene 35 años y no puede estar en cancha 40 minutos por noche. Ya hemos visto más de una vez como tiene que interrumpir sus descansos para saltar a pista por la inoperancia mostrada por los suplentes. Rajon Rondo, irregular durante todo el curso, no parece un recambio fiable para El Rey. Bota mucho el balón, no acierta desde el triple y en defensa es una sombra de lo que alguna vez fue, allá por 2008, cuando los Celtics ganaron su último campeonato. Caruso plantea un problema contrario, ya que funciona en defensa pero le falta creatividad en ataque, mientras que Quinn Cook apenas entra en la rotación (menos de 12 minutos por partido). Las carencias en estas dos posiciones ha llevado a los Lakers a buscar piezas en un mercado que está a punto de cerrarse.

Sin Iguodala, ¿cuáles son las opciones?

La opción preferida desde el principio fue Iguodala, pero los Lakers carecían para negociar de esa primera ronda que deseaban en Memphis o de jugadores que les interesaran. Una vez el alero ha recalado en los Heat, se abre un abanico de nuevas opciones para los angelinos, que buscan armas tanto para reforzar sus posiciones como para un hipotético enfrentamiento contra los Clippers en playoffs. El talento de los aleros del equipo de Doc Rivers (Kawhi Leonard y Paul George) plantea claros problemas de emparejamiento a los de púrpura y oro, que necesitan también a algún base que pueda liberar a LeBron de la responsabilidad de liderar el ataque durante todo el partido. 

Uno de los nombres que más ha sonado para llegar a la mítica franquicia californiana ha sido el de Marcus Morris. El ex de los Celtics y hermano de Markieff tiene solo 15 millones de dólares por cobrar después de dejar plantados a los Spurs en verano, una cifra asumible para los Lakers, que podrían incluir en el traspaso a Kuzma o Caruso (o ambos). De momento no hay nada concreto y el propio Morris ha dicho que quiere seguir en la Gran Manzana, pero sería un perfil que los Lakers estarían buscando. También podría llegar a los Clippers si estos deciden deshacerse de Landry Shamet, un jugador joven y prometedor. Sin embargo, los de Rivers no necesitan, a priori, un perfi que ya poseen y están más necesitados de un base que les de un generador de juego que no tienen. 

Otro en los que se han fijado es Dennis Schröder. El alemán no encontró su sitio en Oklahoma al lado de Westbrook, pero se ha ido a los 19 puntos por partido en un rol de sexto hombre junto a Chris Paul. Es otro contrato asumible (15 millones por cobrar esta temporada y otros 15 la que viene), pero no parece que los Lakers tengan piezas para intercambiar por alguien que está dentro de un equipo cuya dinámica es muy positiva (van sextos en el Oeste). Caruso y el propio Kuzma también podrían entrar en una operación complicada. 

La última opción, distinta a las otras dos, es la de Darren Collison. El base, que jugó en los Pacers la temporada pasada y es agente libre. Su intención es firmar por Lakers o Clippers, pero ya ha dicho que esperará hasta después del All Star para tomar una decisión, algo que puede hacer perfectamente al no pertenecer a ningún equipo y no estar limitado a la fecha límite (hoy, a las 21:00 hora española). Seguramente decida en función de cuál de los dos equipos es mejor, por lo que si los Clippers y los Lakers se mueven bien pueden tener un premio extra y llevarse a un jugador que puede venirles muy bien.