NEW ORLEANS PELICANS

Ruffin, de depredador en la ACB a poner a punto a Zion Williamson

El entrenador asistente que los Pelicans han puesto a cargo de los entrenamientos anteriores al debut de Zion Williamson destacó en la Liga Endesa.

ICON SPORTSWIRE

El debut de Zion Williamson es inminente. El torbellino de Salisbury hará su esperada primera aparición en un partido oficial de la NBA, aunque ya le viéramos en la pretemporada, en el Smoothie King Center ante los Spurs.

Un desgarro en el menisco lateral derecho se cargó la expectación de un plumazo. Sus años de highlights fuera de sí, la temporada abrumadora con Duke en la NCAA y el draft habían quedado ya atrás, los espectadores de la mejor liga del planeta esperaban a este portento como algo mesiánico. La NBA había colocado a los Pelicans como equipo prioritario para retransmisiones televisivas, algo que contrasta con que sean una de las franquicias con menor poder de convocatoria por las coyuntura socioeconómica y de apego de Nueva Orleans. Todo se fue al traste cuando se supo que tendría que pasar por el quirófano. Se acrecentaba el temor sabiendo que el problema era en una de las rodillas, teniendo en la cabeza dos conceptos: que roza los 130 kilogramos de peso y que basa un gran porcentaje de su juego en el físico. De octubre a diciembre sus Pelicans fueron la nada, perdiendo partidos y dando la sensación de que les faltaba la joya de la corona pese a los esfuerzos de veteranos como Derrick Favors y J.J. Redick o los de un Brandon Ingram a nivel de All-Star. En enero se abre la puerta al cielo. 

Jugará con limitación de minutos, anunció Alvin Gentry. No se sabe cuántos y ni hasta cuándo. Poco importa, lo es más el poder ver al que se entiende como la cara de la NBA para la próxima década en acción sea como sea. En los Pelicans se ha tenido sumo cuidado con la recuperación de Zion, se ha retrasado el plan previsto por los médicos para no tener ninguna duda de que está a punto. "Habrá un día, no sé cuándo será, en el que iré a los técnicos y les diré: 'Ya está, dejadme jugar'. Me levantaré de la cama y lo sabré", dijo cuando empezó a entrenar y se le requería una fecha de regreso a las pistas. Y se levantó y el día por fin llegó. 

La sombra de Zion durante el parón

Sobre los pasos de Zion Williamson la franquicia ha puesto a su cargo a un viejo conocido de la afición española, Michael Ruffin. Es el entrenador que está al cargo del desarrollo de los jugadores en aspectos técnicos (player development coach), pero en su caso la simbiosis va más allá. Apodado 'Big Hustle', Ruffin destacó en su carrera como jugador por ser importante sin tener un alto grado de calidad. 

Alternó épocas de muy poca efectividad en la NBA, donde jugó para Bulls, Sixers, Jazz, Wizards, Bucks y Blazers, con pasos más consistentes por la liga española. En Caprabo Lleida tuvo su repunte, mejorando al equipo desde una defensa imponente. En su primer año en España promedió 8,7 rebotes, 2,7 tapones y 1,6 recuperaciones, llegando a hacer un partido de 10 rebotes y 9 tapones. Esa leyenda creciente de especialista defensivo cuyo físico era de lo más dominante en la ACB le valió un nuevo billete para la NBA. A España volvió para acabar su carrera (previo paso por el Manresa), pero no en la primera división sino en la segunda. Su llegada al Obradoiro sirvió para que el equipo gallego ascendiera, tras lo que sigue en la Liga Endesa casi una década después. En España él, su mujer y sus siete hijos dejaron buena fama. 

Ruffin ha sido el apoyo de Zion Williamson. Con él ha vuelto a coger el tono en el tiro de larga distancia, a la hora de trabajar movimientos al poste y de fuerza y de posicionamientos en defensa. El trabajo duro ya está hecho, ahora toca plasmarlo. 

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