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Batallas de Navidad: Kobe-Shaq, Jordan-Ewing, Scottie Pippen....

La NBA juega partidos de Navidad desde su segunda temporada. En 25-D se han disputado duelos tremendos, algunos de ellos con históricos choques de estrellas.

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Batallas de Navidad: Kobe-Shaq, Jordan-Ewing, Scottie Pippen....

En la segunda temporada de una NBA recién nacida, en 1947, se programó un partido el 25 de diciembre. Los Knicks, el equipo que más veces ha jugado en esa fecha (53), ganaron a Providence Steamrollers (89-75), una franquicia que dejó de existir poco más de dos años después. Desde entonces, la Liga no ha dejado de colarse en las casas en ese tan señalado 25-D. Con una excepción: la temporada 1998-99, en la que el cierre patronal retrasó el inicio de la competición hasta febrero. Igual que la NFL, la gran Liga de Estados Unidos, hizo suyo el día de Acción de Gracias, la Navidad es tiempo de NBA. El football profesional solo pone partidos si coincide en fin de semana en una fecha en la que la MLB de béisbol está fuera de temporada y los jugadores de la NHL de hockey descansan por convenio.

Con el terreno despejado, la NBA vio como la cita navideña ganaba tradición y mística, y puso todo su músculo estratégico en potenciar que así fuera. Los partidos pasaron de programarse por proximidad geográfica a fijarse con el objetivo de que luzcan en televisión los equipos más mediáticos, las estrellas más deslumbrantes y las rivalidades más señaladas. En 1995, Rockets y Magic reeditaron por primera vez en esta fecha las anteriores Finales, casi una constante desde entonces que no se dará este año: Raptors y Warriors juegan contra Celtics y Rockets, respectivamente.

En general, los equipos celebran tener trabajo en esta jornada, un honor y una oportunidad de mercado, aunque siempre hay a quien le pilla con el pie cambiado. En 2009 Stan Van Gundy, que entrenaba a Orlando Magic, fue multado por criticar a la Liga... y a sus aficionados: “Me da pena que haya gente que no tenga nada mejor que hacer en el día de Navidad que ver partidos de baloncesto”. Una opinión, eso sí, minoritaria: ESPN y ABC se vuelcan con una fecha en la que los jugadores estrenan zapatillas y calcetines especiales y las marcas, antes Adidas y ahora Nike, presumen de equipaciones ante unas audiencias televisivas que responden a la llamada de la NBA con medias superiores a los cinco millones de telespectadores y picos de más de 11 en los mejores partidos.

De Bernard King a LeBron James

En cuanto a actuaciones individuales, solo un jugador ha alcanzado los 60 puntos, y fue Bernard King en un Knicks-Nets de 1984 (sus Knicks perdieron). Se quedó a un paso Wilt Chamberlain en otra derrota, en este caso de sus Philadelphia Warriors contra los Knicks, después de un partido que tuvo que resolverse en dos prórrogas y en el que Chamberlain, en 1961, firmó la que se sigue considerando mejor actuación de siempre en Navidad: 59 puntos y 36 rebotes. Además de ellos dos, Rick Barry (con San Francisco en 1963) es el único que ha llegado a 50 puntos. Lo más parecido en la era moderna fueron los 46 de Tracy McGrady en 2002, en un Pistons-Magic.

En cuanto a rebotes, los 36 de Chamberlain son tope. Él mismo cogió 34 en 1959, la cifra máxima también (en 1965) para un Bill Russell que hizo partidos de 33 y 31 también en Navidad. En asistencias, dos jugadores sumaron 18 en un partido: Nate Archibald en 1972 y Guy Rodgers en 1966. En tapones y robos, las cifras más altas si son más recientes: los 8 de DeAndre Jordan en 2011 (Rudy Gobert se quedó en siete la pasada temporada) y los 7 de Kyrie Irving en el recordado Cavaliers-Warriors de 2016. La reedición de las Finales en las que los de Ohio remontaron un 3-1 en contra y un partido en el que otra vez cambiaron un marcador muy en contra y acabaron ganando con un último tiro del propio Kyrie. Este año (en el Lakers-Clippers) estará Kyle Kuzma. El ala-pívot de los Lakers igualó hace dos temporadas (2017) el máximo número de triples en 25 de diciembre: 6 (contra los Timberwolves), los mismo que anotaron Kevin Love (ese mismo año) y Ryan Anderson (2011).

Estos datos rubrican algunas de las mejores actuaciones individuales, partidos que han ayudado a construir la mística de la jornada de Navidad, una cita ya clásica en el calendario de cada Regular Season. Estos son algunos de esos partidos, que ojalá tengan nueva compañía cuando se jueguen los cinco de esta edición de 2019:

WILT CHAMBERLAIN ARROLLA EN 1961. El citado partido del gigantesco Chamberlain en la derrota de sus Warriors (en Philadelphia) contra los Knicks tras dos prórrogas: 59 puntos, 36 rebotes. Sigue siendo el tope en rechaces y lo fue también de puntos durante 23 años.

TINY REPARTE JUEGO EN 1972. Nate Archibald, apodado Tiny, fue el primer jugador de la NBA que consiguió liderar la NBA en una temporada completa en puntos y asistencias. Lo logró en aquella 1972-73 en la que, en Navidad, repartió 18 pases de canasta en la derrota de su equipo, Kansas City-Omaha Kings, contra los Bucks.

BERNARD KING LLEGA A 60 EN 1984. En la temporada 1984-85, Bernard King promedió 32,9 puntos, en ruta hacia el firmamento NBA hasta que, en marzo, una terrible lesión de rodilla le dejó sin jugar la siguiente temporada... y le impidió volver a ser el mismo en las canchas de baloncesto. En aquella jornada de Navidad de 1984 se fue hasta los 60 puntos, todavía el único que lo ha logrado, en la derrota de sus Knicks ante los Nets, el equipo con el que había debutado en la NBA. Lo hizo sin lanzar de tres, con un 19/30 en tiros de campo y un 22/26 en tiros libres. También cogió 7 rebote y dio 4 asistencias.

LA ÉPICA DE EWING ANTE LOS MEJORES CELTICS. Los Celtics 1985-86 son recordados, con justicia, como uno de los mejores equipos de la historia del baloncesto. Con un quinteto que cualquier aficionado recita de memoria (Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish) y Bill Walton como suplente, los verdes se proclamaron campeones ante los Rockets (4-2) después de firmar un 11-1 en los playoffs del Este. La Regular Season la cerraron en 67-15. Una de esas escasas derrotas llegó en 25-D ante unos Knicks que acabaron 23-59 y que remontaron en el Madison 25 puntos para imponerse tras dos prórrogas en uan exhibición de un Patrick Ewing que todavía era rookie (32 puntos y 11 rebotes).

OTRA VEZ EWING... AHORA ANTE JORDAN. En ese tramo central de los años 80, los Knicks eran sinónimo de Navidad. Bernard King en 1984, Patrick Ewing en 1985... y otra vez el pívot de origen jamaicano en 1986, cuando palmeó sobre la bocina para dar el triunfo a su equipo ante los Bulls (86-85) en un Madison eufórico. Acabó con 28 puntos y 17 rebotes y su equipo se impuso al de Michael Jordan, que debutó en partido navideño con derrota y eso sí, 30 puntos, 5 asistencias y 6 robos.

A FALTA DE MICHAEL JORDAN... SCOTTIE. Entre los dos threepeats de Michael Jordan (1991-93 y 1996-98), Scottie Pippen sostuvo a unos Bulls que fueron muy competitivos en la primera temporada sin él: 55 vitorias y derrota en el séptimo partido de segunda ronda los Knicks. Pippen promedió 22 puntos, 8,7 rebotes, 5,6 asistencias y 2,9 robos. Un jugador total que mantuvo sus números la siguiente temporada aunque los Bulls bajaron prestaciones. En marzo, Jordan anunció un regreso que anticipó el segundo ciclo ganador. Antes, en Navidad, los Bulls se vengaron de los Knicks (107-104) con un partido resuelto en la prórroga gracias a una actuación colosal de Pippen, que jugó los 53 minutos y acabó con 36 puntos, 16 rebotes, 5 robos y dos tapones finales para sellar el triunfo.

1995. LAS FINALES, A ESCENA. 1995 fue el primer año en el que la NBA tuvo el buen juicio de esperar al 25 de diciembre para colocar el primero de los dos duelos de Regular Season entre los dos protagonistas de las anteriores Finales, algo que desde entonces se ha dado con regularidad (no será el caso este año). Los Rockets habían arrasado (4-0) a los Magic para repetir título en las Finales de 1995, con Hakeem Olajuwon imponiéndose en el duelo individual, a un todavía muy joven Shaquille O'Neal. Pero no ganaron, meses después, el partido de Navidad ante unos Magic que se vengaron (92-90) con canasta decisiva de Penny Hardaway. En cuanto a los gigantes, Shaq acabó con 22 puntos, 18 rebotes y 5 asistencias y Hakeem con 30+12+6.

T-MAC AMARGA EL ESTRENO DE LEBRON. En 2003, Tracy McGrady y sus Magic superaron en la prórroga (113-101) a los Cavaliers de un LeBron James rookie que jugaba su primer partido de Navidad. T-Mac sumó 41 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias y LeBron acabó con 34 puntos y 6 asistencias.

LA MADRE DE TODOS LOS DUELOS. El partido de 2004 batió récords de audiencia en jornada navideña y sigue siendo el, seguramente, más recordado de los inviernos NBA. Por primera vez tras el horrible final de su relación y la caída de la dinastía que forjaron en los Lakers, que acabó con el traspaso del pívot, Kobe Bryant y Shaquille O'Neal se veían las caras en una pista de baloncesto. Los Heat, que llevan diez victorias seguidas, sumaron la undécima en la próroga (102-104) con Dwyane Wade (29 puntos, 10 asistencias) ayudando a Shaq (24 y 11 rebotes) a vengarse de Kobe (42 puntos). Los Heat acabaron con 59 victorias y perdieron a un paso de las Finales, 4-3 ante los Pistons. Un año después, en 2006, se proclamaron campeones por primera vez en su historia.

EL GRAN CLÁSICO HABÍA RENACIDO. El tramo 2008-2010 recuperó para mayor gloria de la NBA la gran rivalidad histórica Celtics-Lakers. Los verdes ganaron en 2008, los californianos fueron campeones en 2009 y 2010 y hubo dos duelos directos en Finales con un triunfo por bando. Los Celtics se impusieron en 2008 y llegaron al Staples Center embalados en Navidad, con 19 victorias seguidas y un 27-2 total. Los Lakers les esperaban en 23-5, les derrotaron (92-83) y pusieron rumbo a 65 victorias totales y el primero de sus dos últimos titulos. Kobe anotó 27 puntos, Pau Gasol 20 y fue, además, la victoria 1.000 como entrenador de Phil Jackson. Una noche perfecta en L.A.

LEBRON SUPERA A KOBE BRYANT. Lo que faltó en esos años fue un duelo en las finales entre LeBron James y Kobe Bryant. Ambos cruzaron caminos sin verse nunca en la lucha por el título, algo que muchos siguen echando de menos todavía hoy. En Navidad de 2010, los Lakers eran campeones y estaban 21-8 y los Heat marchaban 22-9 en la primera temporada del big three LeBron-Dwyane Wade-Chris Bosh. Con una expectación enorme sobre cada paso de ese equipo, muchos quisieron ver una previa de la lucha por el título en un duelo de Navidad que no tuvo color: 80-96. Kobe se quedó en 17 puntos y LeBron firmó un triple-doble (27+11+10), el cuarto jugador que lo lograba en 25-D (Oscar Robertson, John Havlicek y Billy Cunningham). Después sumaron su nombre a esa lista Russell Westbrook y Draymond Green. Finalmente, ninguno de los dos fue campeón y ambos compartieron verdugo: los Mavs de Dirk Nowitzki avasallaron a los Lakers en segunda ronda del Oeste y remontaron ante los Heat en las Finales, las primeras de ocho seguidas para LeBron.

LOS CAVALIERS HURGAN EN LA HERIDA. Después de su estancia en Miami, LeBron regresó a casa y jugó otras cuatro Finales en los Cavs, todas ante los Warriors en la última gran rivalidad de la NBA. Los de Ohio solo ganaron una, la de 2016, pero fue inolvidable: el primer título de su historia, el primer equipo que levantaba un 3-1 en contra en la lucha por el anillo. Después, los Warriors ficharon a Kevin Durant y fueron campeones sin dar muchas opciones a los Cavs en 2017 y 2018. Pero en el invierno de 2016 revivieron sus peores pesadillas en una tarde de Navidad en Cleveland en la que perdieron tras ir ganando por 14 en el último cuarto (109-108). Y en la que, otra vez, Kyrie Irving les clavó la daga definitiva, esta vez con un canastón ante Klay Thompson a falta de tres segundos. Kevin Durant acabó con 36 puntos y 15 rebotes, pero Stephen Curry volvió a sufrir contra la dureza defensiva de los Cavs: 15 puntos en 11 tiros. LeBron (31 puntos y 13 rebote) lideró la remontada y Kyrie (25, 10 asistencias y 7 robos) la consumó.