Miami tampoco frena a los Lakers: ¡13 seguidas fuera de casa!
Primera derrota de los Heat en su cancha ante unos Lakers que ya llevan 13 triunfos seguidos lejos de Los Ángeles, su segunda mejor racha de siempre.
En Miami empezaban los Lakers una gira de cuatro partidos por el Este y en Miami siguieron las cosas tal como empezaron para los visitantes. Ganando fuera de casa, algo que dejó de ser noticia hace mucho tiempo. Es la 13ª victoria consecutiva lejos del Staples Center, lo que la convierte en la segunda mejor racha de la historia de la franquicia. La anterior fue de 16 partidos en la temporada 71-72 y aquel año los Lakers se llevaron el anillo. Para quien sí cambió la cosa fue para los locales. Los Heat llegaban a este partido invictos en su cancha, un honor que sólo compartían con los Sixers, pero hasta aquí llegó la buena racha. Tuvo que visitarles, eso sí, el mejor equipo de la Liga junto a los Bucks. Ambos lucen un 23-3 en la clasificación rozando el 90% de victorias. Una pasada.
Los Heat salieron decididos a mantener su imbatibilidad, apretando al rival con ese juego coral que tantas alegrías le está dando hasta ahora. Hasta siete jugadores llegaban al encuentro promediando más de 11 puntos, entre ellos Kendrick Nunn, que dejó una de las jugadas del partido en el primer cuarto con un mate impresionante en la cara de JaVale McGee. El rookie volvió a ser de los mejores de su equipo (16 puntos y 7 asistencias), pero esta vez fueron los suplentes los que marcaron más diferencias. Especialmente con Herro, Olynyk y Silva, con los que el equipo de Florida consiguió su ventaja más amplia a mediados del segundo periodo, llegando a ponerse casi 15 puntos arriba. En los últimos minutos antes del descanso los visitantes lo arreglaron un poco y el partido se fue al vestuario 8 arriba para los Heat (59-51).
El segundo tiempo fue una historia bien distinta. Los Lakers comenzaron a hacer lo que mejor saben: defender. Especialmente con un Anthony Davis que sigue sumando actuaciones que le ponen entre los favoritos en la carrera al Defensor del Año. Aprovechando que enfrente no había una referencia clara por dentro, el pívot cerró la zona y a partir de ahí se dedicó a machacar al rival debajo del aro contrario. Acabó como máximo anotador del partido con 30 puntos, a los que añadió 10 rebotes y 3 tapones. En esos minutos pareció que el partido se podía acabar ahí. Entre él y LeBron (28+9+12) no dejaban un respiro a los locales.
El Rey se diría que estaba especialmente motivado en su regreso a la ciudad que le dio todo, sino fuese porque es su estado natural esta temporada. Juegue donde juegue. Antes de comenzar el encuentro se fundió en un sincero abrazo con Chris Bosh, que vio el partido en primera fila. LeBron nunca decepciona a sus antiguos aficionados, aunque eso signifique sufrirle en tus propias carnes. Pero los Heat son un equipo con juego y orgullo, y tirando un poco de lo uno y otro poco de lo otro conseguían mantenerse en el encuentro. Jimmy Butler, más allá de su forma de ser y estar en los vestuarios, cuando el balón se pone en juego es un hombre de los que cualquiera querría en su equipo. Sobre todo cuando la cosa se pone difícil, porque no se esconde nunca. Esta noche (23+3+3+4) intentó por todos los medios que la victoria no se fuese de Miami. Lástima que enfrente estuvieran los dos monstruos para protagonizar dos jugadas que fueron como los clavos del ataúd.
Primero LeBron con una asistencia para Davis en un pase con un simple toque de mano cuando el balón volvía de un rebote de ataque. Una jugada que recordó a una famosa asistencias de Magic en los 80. Después Davis con un triple monumental a falta de 1 minuto para enterrar las esperanzas locales. Ellos lo siguieron peleando e incluso Butler tuvo un tiro para forzar la prórroga, pero ya estaba visto para sentencia. Los Lakers visitan ahora Atlanta antes de dos salidas realmente difíciles. Primero en Indianapolis antes unos Pacers al alza y después en Milwaukee, en el que es ahora mismo el partido de los partidos. Habrá que esperar una semana para eso. Y una semana en la NBA es mucho tiempo.