NBA | HEAT 135 - HAWKS 121

Noche histórica en Miami: 36 de Nunn, triple-doble de Butler...

La franquicia de Florida remontó un partido imposible con tres jugadores por encima de los 30 puntos y dos con triple-doble. Miami, 10-0 en casa, ya espera a los Lakers.

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A falta de un minuto para la conclusión del partido entre los Heat y los Hawks, Trae Young daba un pase magistral para que Alex Len machacara el aro y pusiera seis puntos arriba a su equipo. El joven base, que está cuajando una gran temporada sophomore y que finalizó el choque con 21 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias, se giraba al público y exclamaba "It's over!", haciendo además un elocuente gesto que daba a entender lo que decían sus palabras: que el partido estaba finiquitado y caería del lado de los visitantes acabando así con la imbatibilidad de los Heat en casa.

Nada más lejos de la realidad. Primero fue un triple de Duncan Robinson el que ponía a su equipo a tan solo 3 untos con todavía más de 50 segundos por jugarse. Luego un tapón tremendo de Derick Jone Jr. sobre DeAndre' Bembry daba una nueva posesión a los Heat. Y sería Jimmy Butler, ese talento perdido que busca la redención en Florida (y que había dado la asistencia para el triple anterior), el que empataría el partido a falta de 30 segundos. Tenía delante a Vince Carter por cierto, que disputó 26 minutos con 43 años en el que sería su encuentro número 1500, el quinto que más ha jugado de la historia. 12 puntos anotó en un partido de locura.

Butler pudo ser el héroe total y absoluto si hubiera convertido un tiro en suspensión sobre la bocina que el aro escupió, pero es difícil que vayamos a ver este año en Miami a un solo protagonista, por mucho que el alero sea el líder moral y espiritual del grupo. Ante los Hawks, hubo hasta tres jugadores de los Heat que superaron los 30 puntos, dos que sumaron un triple-doble y uno, Duncan Robinson, que convirtió 10 triples (en 14 intentos) igualando el récord de la franquicia. Todos ellos aparecieron en una prórroga sin historia y en la que los de Spoelstra empezaron con un parcial de 16-0 y acabaron 18-4.

Atlanta, mermada en lo moral, no anotó hasta que quedaba un minuto para finalizar el tiempo extra. Demasiado para un equipo que bien podría estar más arriba si hubiera resuelto los finales apretados: han caído en seis encuentros por 10 puntos o menos (sin contar este, en el que han acabado perdiendo de 14 y el de Portland, en el que lo hicieron por 11 también en la prórroga). Y solo se han impuesto en tres choques de este tipo. Un síntoma claro de un grupo talentoso y todavía joven que ve cada vez más de lejos unos playoffs con los que soñaban a principio de temporada.

Para los Heat fue una noche llena de récords. Bam Adebayo (30 puntos), Duncan Robinson (34) y Kendrick Nunn (36, carrer high) consiguieron superar la barrera de los 30 tantos, siendo la segunda vez en la historia de la franquicia que tres jugadores llegan a esta cifra desde que el 27 de marzo de 2011 lo consiguieran LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh ante los Rockets. Además, Jimmy Butler aportó 20 y un triple-doble (el séptimo desde que es profesional y el tercero en los últimos cinco partidos) que redondeó con 18 rebotes (el máximo de su carrera) y 10 asistencias. También lo hizo Adebayo, que completó su partidazo con 11 y 11 (también el tope para él) siendo esta la sexta vez en la historia de la NBA que dos compañeros de equipo suman un triple-doble en el mismo partido. Y la primera en los Heat.

Y a esto le tenemos que sumar Nunn y Robinson sumaron 70 puntos entre los dos, la primera vez que dos compañeros de equipo no drafteados (bendito Pat Riley) llegan a esta cifra superando el récord que en 2010 habían CJ Watson y Anthony Morrow en los Warriors. Y, como ya hemos dicho, el propio Robinson igualó el récord de triples convertidos en un solo partido por parte de la franquicia. El primero en conseguirlo fue Mario Chalmelrs en 2013. Un clásico de los Heat que ganó anillos junto al El Rey y que pasó 8 temporadas en Florida.

Y en medio de todo esto, los Miami Heat asustan: 18-6 de récord, terceros del Este y por delante de rivales teóricamente superiores como Sixers, Raptors o Nets. Y con el mejor inicio en su feudo de su historia (11-0). Allí jugarán los Lakers el viernes tras visitar a los Magic en un duelo de alturas en el que LeBron volverá a casa vestido de púrpura y oro y con el mejor récord de la NBA bajo el brazo. Ya veremos si consigue conquistar Florida o se queda, como muchos otros esta campaña, en el camino. Poca broma con el equipo de Spoelstra. Y poca broma con Jimmy Butler, que se encargó de recordarle a Trae Young sus equivocadas palabras ("tenía razón, estaba acabado"). No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo...