NBA | SPURS 135 - ROCKETS 133

¡Escándalo! Los árbitros no ven un mate de Harden y los Rockets piden que les den la victoria

Partido de locura en Texas con remontada y victoria de los Spurs en la segunda prórroga. Esperpento en el tiro de Harden (50 puntos) y los Rockets.

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Hay pocos precedentes, por no decir ninguno, de la auténtica locura que se vivió la pasada madrugada en el AT&T Center de San Antonio. Los Spurs remontaron un partido que tenían perdido y se llevaron una victoria in extremis en un choque que los Rockets manejaron de principio a fin pero que se les escapó por culpa de esos eternos errores de los que llevan haciendo gala desde que Mike D'Antoni se sentó en el banquillo texano y dio las riendas de un sistema personalista a James Harden, que hoy por hoy monopoliza casi la totalidad del juego de su equipo.

Y no es que Harden sea malo. Todo lo contrario. Es un jugador extraordinario, uno de los mejores de la historia en su posición y una auténtica estrella de la Liga que ha sido MVP de la temporada y está consiguiendo gestas anotadoras que en la historia de la NBA solo han logrado Kobe Bryant, Michael Jordan o Wilt Chamberlain. Pero eso no quita que el abuso que hace La Barba del triple sea un problema cuando los tiros no entran. Un error tradicional tanto en el escolta como en los Rockets, que siguen explotando los lanzamientos exteriores a pesar de los continuos errores. Todo esto favorecido por la inesxitencia de ese plan b que D'Antoni (un muy buen entrenador) nunca ha tenido y que ha provocado que Houston sea aspirante (e incluso favorito) al anillo año tras año pero que, año tras año, se choque en la fase final, donde los fallos se penalizan más. Y sino que se acuerden de esos 27 triples fallados de forma consecutiva en el séptimo partido de la finales del Oeste ante los Warriors en el Toyota Center. Un partido que valía unas Finales. 

La noche en el tiro de las estrellas de Houston fue esperpéntica: Harden acabó con 11 de 38 en tiros de campo (un 28%) y un ignominioso 4 de 20 en triples, cifras que por desgracia no son aisladas y ya hemos visto en otros partidos. El escolta anotó 50 puntos gracias de nuevo a los tiros libres (24 sin fallo, récord de la NBA superando a Diminique Wilkins) y se convierte en el tercer jugador de la historia tras Chamberlain y Kobe en conseguir un partido de 50 tantos tras otro de 60. Sin embargo, la cantidad de tiros intentados y fallados maniataron a los suyos, sobre todo en la prórroga. Los Rockets fueron al ritmo de su líder y tuvieron a Westrbook con triple-doble (19+10+10) pero con 7 de 30 en tiros, mientras que como equipo metieron 15 triples.... en 51 intentos.  

Harden no solo monopolizó el ataque de su equipo, también la jugada más polémica del duelo y que ha supuesto un auténtico escándalo en la Liga. El escolta robó el balón cuando quedaban algo menos de 8 minutos para el final del tiempo reglamentario e hizo un mate. La fuerza con la que machacó el aro provocó que la red se quedara por encima, dando momentáneamente la sensación de que el balón no había entrado e incluso corriendo el propio jugador a por el rebote. Luego de darse cuenta, pidió la canasta junto al entrenador, pero esta no fue concedida. Un error arbitral que no fue revisado y que ha provocado que los Rockets pidan que se les conceda la victoria o que se repita el final, algo que sentaría un precedente en la historia de la Liga. Nunca ha pasado.

Hay varias tomas de la jugada, pero en todas ellas se puede apreciar que el balón entra, aunque sea difícil de ver en el directo. Sin embargo, no parece posible que se le vaya a conceder la victoria a Houston, que podría haber insistido más en la revisión o darse más prisa en pedirla, algo que pudieron no hacer viendo la deriva que llevaba el partido (en ese momento ganaban de 13). La NBA ha hecho un comunicado reconociendo la tardanza y advirtiendo del tiempo que tardan los Rockets en pedir la revisión, pero en ningún momento se ha barajado la posibilidad de concederles la victoria o de alguna otra compensación alternativa. Recordemos que la competición norteamericana suele reconocer estos fallos públicamente, pero nada más. Eso sí, esto no ha evitado que el periodista Tim McMahon informe de que hay directivos de la franquicia que confían en que se les conceda el partido, algo que piden debido a que en el tiempo reglamentario acabó en tablas.

De una forma o de otra, el partido fue para los Spurs. Remontaron el duelo sin LaMarcus Aldrige, su mejor hombre y forzaron la primera prórroga gracias a la increíble actuación de Lonnie Walker IV, que anotó 28 puntos y fue el líder absoluto de los suyos. Primero anotó un triple a menos de cuatro minutos para el final y luego anotó dos consecutivo dentro de los últimos 45 segundos que pusieron el empate y forzaron el tiempo extra con tapón de Jakob Poltl incluido (6+15+5+1+5, gran actuación la suya). Un fallo de Harden sobre la bocina no pudo deshacer el empate tras el primer tiempo añadido, y unos tiros libres de DeRozan (23+5+9) daban ventaja a los locales a falta de tan solo unos segundos. El partido se cerró con una falta en ataque de La Barba y un tiro libre más de Walker, que pusieron el 135-133 definitivo que sentenció un duelo marcado por las protestas y la polémica continua. 

Partidazo el que se vivió en el AT&T Center. Los Rockets, que contaron con un Capela de nuevo estelar (22+21 con 9 de 9 en tiros, el primero con números así desde Mutombo y el primer en atrapar más de 19 rebotes en 8 partidos consecutivos desde 1976), pierden coba con la cuarta posición que ocupan los Mavericks, de los que se quedan a una victoria. San Antonio por su parte se lleva la victoria en un encuentro tosco y malo por su parte y que se resolvió de milagro, pero gana a un contender en un duelo en el que, por cierto, Byron Forbes (25 puntazos) anotó más triples que Harden (5) tirando 14 menos (6). Una buena señal para una franquicia que vaa a tener que mejorar mucho si quiere optar a los playoffs, pero que jugando al que probablemente sea el peor baloncesto que se recuerda en la era Popovich están a solo a una victoria y media del octavo puesto de playoffs. Nadie lo diría... o lo diría todo el mundo. Los Spurs siguen vivos.