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NBA | NUGGETS 96 - LAKERS 105

Los febriles Lakers se olvidan de Doncic: victoria en Denver y 18-3

Los angelinos, que tuvieron a varios jugadores con síntomas gripales, se olvidan de la derrota en el Staples ante los Mavs con un partidazo ante los Nuggets.

Anthony Davis, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Los Ángeles Lakers y a los Denver Nuggets
MATTHEW STOCKMANAFP

La gira de partidos fuera de casa para los Lakers empezó de la mejor manera posible. Los angelinos, que afrontan un duro mes de diciembre, se olvidaron de la derrota en el Staples ante los Mavericks de Doncic y se impusieron en una de las pistas más complicadas de la competición, la de los Nuggets, para firmar su victoria número 18 de la temporada e igualar a los Bucks como equipo con el mejor récord de la NBA. Una victoria de mucho mérito si tenemos en cuenta las críticas que recibió el equipo por su mal juego ante Dallas, el rival al que se enfrentaba... y la invasión gripal que asoló a la plantilla.

Según diversos medios estadounidenses hasta seis jugadores se vieron afectados por la fiebre. El más grave de ellos fue Anthony Davis, sostén del equipo del ataque y, sobre todo, en defensa y que fue duda hasta el último instante teniendo que ser pinchado al descanso. No le fue mal al ex de los Pelicans, que a pesar de sus problemas de salud cuajó un partido impresionante y finalizó con 25 puntos y 10 rebotes, su noveno doble-dobe de la temporada y el tercero seguido. Pero más allá de las cifras, el papel en defensa del angelino está siendo fundamental para los suyos. Protegió el aro, anuló a Jokic (13+5+8 para el serbio pero con un pobre 4 de 12 en tiros y un -6 con él en pista) y fue decisivo en los minutos finales. Algunos ya empiezan a especular sobre un posible premio a Mejor Defensor cuando finalice la temporada. 

El inicio del choque fue un espejismo. Un triple de Millsap (21 puntos y 8 rebotes, el mejor de los suyos) y una bandeja de Barton (5+6+4) daba una ventaja de 5-0 que provocaba mucho ruido en un público que empezó muy metido en el partido pero que se fue diluyendo con el paso de los minutos. Caldwell-Pope (hoy más apagado en ataque pero bien en defensa) hacía con un tiro en suspensión los primeros dos puntos para los visitantes, que a partir de ahí despertaron de su brevísimo letargo (les duró un minuto) y se pusieron las pilas para demostrar de lo que son capaces

Espoleados por LeBron (25+6+9) y por Davis, los Lakers tomaron la iniciativa y maniataron a los Nuggets durante la primera mitad, de la que se fueron con 11 de ventaja (49-60). Las rápidas transiciones y los rebotes, al contrario que contra los Mavs, fueron dominados por los angelinos, que anotaron 22 tantos al contraataque (por 6 de sus rivales) y atraparon 56 rebotes (por 35). El equipo entrenador por Frank Vogel, que retó a los suyos a luchar más por proteger el aro tras el partido ante Dallas, dominó la pintura (52 puntos por 44) y se hizo dueño de los tableros, lo que inclinó la balanza a su favor. Eso y el papel de la intendencia, que en los primeros 24 minutos estuvo personificada en un Rondo que respondió a las críticas por su mala actuación ante Doncic y compañía con unos números muy dignis (11+6+6), +8 con él en pista, 4 de 6 en tiros de campo y 2 de 2 en triples. Su salida al final del primer periodo dio aire a sus compañeros, que encontraron más espacios en ataque e hicieron funcionar mejor la circulación de balón. Si presta más atención a la defensa, el base puede acabar siendo esencial en el esquema de Vogel.

Las cosas cambiaron en la segunda mitad. Los Nuggets, que contaron con la participación de Juancho Hernangómez (4 puntos y 2 rebotes en 12 minutos) salieron del descanso con las pilas cargadas y empataron el partido gracias a un parcial favorable de 15-2. Los Lakers de nuevo remaron para irse por delante (84-76) con 12 minutos por jugarse y supieron mantener la cabeza fría para entrar con ventaja a la fase final del duelo gracias al juego colectivo y al buena hacer de LeBron y Howard, que acabó con 13+6, grandes números tras bajar el nivel en los últimos duelos. Ahí tuvieron sus opciones los locales, que se colocaron a tres (95-92) con menos de cuatro minutos por jugarse antes de que Rondo dieron tranquilidad a los de púrpura y oro con un buen tiro en suspensión. Ya en el último minuto, una gran defensa de Davis sobre Murray (22+5+5) en una jugada muy protestada mantuvo a los Lakers con 6 de diferencia (96-102), ventaja que aumentaron hasta el 96-105 definitivo.

Con este resultado, los Lakers se olvidan de Doncic y suman su 18ª v victoria de la temporada. Todavía no han perdido dos partidos consecutivos y han ganado en Denver, una pista que la campaña pasada registró el mejor récord de la competición. Algo positivo si tenemos en cuenta que ahora visitan a los siempre correosos Jazz y a unos Blazers en vías de recuperación pero que no han podido con los Clippers. Lo mejor para los angelinos es que han conseguido todo esto y da la sensación de que todavía no han alcanzado su máximo potencial. Les falta Bradley, alguien esencial en el esquema de Vogel y deberán seguir mejorando si quieren empezar a jugar realmente bien. Es lo mejor para ellos porque, sin todo eso, son el mejor equipo de la NBA (junto a los Bucks). Casi nada.