NBA | SPURS 104 - LAKERS 114

LeBron (33+14) hace volar a los Lakers: mejor inicio en 10 años

Cara y cruz en San Antonio: los angelinos vuelven a ganar y confirman la mayor crisis de la 'era Popovich' en los Spurs; Gritos de "MVP" para LeBron en el AT&T Center.

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"MVP", "MVP", se escuchaba en el AT&T Center al final del partido. Los gritos eran para LeBron James, un jugador tan eterno como la franquicia que disputa sus partidos en la pista tejana. La historia de El Rey no se entiende sin los Spurs. Ni viceversa. Las Finales de 2007 y sobre todo las de 2013 y 2014 representan tres capítulos inolvidables para dos hombres que han trascendido más allá del baloncesto: la estrella angelina, que busca poner la guinda a su carrera deportiva con su cuarto anillo y Gregg Popovich, que tras 23 años en la NBA está experimentando la cara más amarga de la Liga y quién sabe si el fin de toda una era que ha supuesto infinidad de récords y momentos inolvidables.

Tampoco se entiende la historia reciente de los Lakers sin la de los Spurs. Ni la de Popovich sin la de los angelinos, su némesis durante tantos años. Ese equipo que más animadversión ha generado en el técnico y al que apeó de los playoffs en 1999. El año del primero de los 5 anillos de la dinastía spur. Y la última piedra en el camino que encontraron en Los Ángeles para ganar el mismo número de campeonatos en el mismo periodo de tiempo. Unos tuvieron a Tim Duncan de referencia. Otros a Kobe Bryant. Además de en 1999, se enfrentaron en playoffs en 2001, 2002, 2008 y 2013, ya con los angelinos cuesta abajo. Los tejanos, con unas bases más sólidas, aguantaron el tirón hasta 2014, cuando ganaron su último título. Los Lakers se quedaron por el camino un curso antes, aunque moralmente para mucho la era se acabó en 2010, con el último campeonato de los de púrpura y oro.

Una historia paralela con una crisis por parte de los Lakers que los Spurs no han vivido hasta este año. Precisamente cuando sus rivales empiezan a ver la luz: 15-2, mejor inicio en una década. Casi nada. Esa campaña, la 2008-09, empezó con 21 victorias y 3 derrotas. Sin embargo, en los 17 primeros partidos, el balance era el mismo. Y hoy, es superior a cualquiera de las temporadas míticas de los Lakers: en 1971-72, la del anillo de Jerry West (con Wilt Charberlain) se inició con 14-3. La 1986-87 con 14-3. La 1999-00 con 13-4. Es difícil ver un comienzo parecido para los angelinos, que están arrasando en defensa y carburando (poco a poco) en ataque para pasar del averno de hace unos meses a los más alto de la NBA.

Uno de los motivos de esta racha está siendo el nivel de LeBron James. La estrella, una leyenda viva, sigue batiendo récords y marcas que agrandan su legado. Jugar de playmaker no ha variado su nivel ni un ápice. Incluso se podría decir que lo ha aumentado. Es el máximo asistente de la Liga, está en más de 25 puntos, 7 rebotes y 11 pases a canasta de promedio, defendiendo como nunca y atacando como siempre (o mejor). Su mera presencia es un quebradero de cabeza para sus rivales y ante los Spurs se fue a los 33 puntos, 3 rebotes y 14 asistencias. Anotó o asistió en 25 de los 28 puntos que su equipo metió en el último cuarto (solo un triple de Daniels al final puso fin a la racha). Con los cuatro triples anotados se convirtió en el 18º jugador con más lanzamientos de tres anotados de la historia y con los 13 tiros de campo (en 24 intentos) en uno de los cinco únicos baloncestistas de la historia con al menos 12 mil tiros de campo anotados. Y por cierto, con 3 de 8 en tiros libres después de las protestas angelinas sobre el trato de los árbitros a su estrella. Casi nada para un baloncestista que si sigue a este ritmo en enero se convertirá en el tercer máximo anotador de todos los tiempos superando a Kobe Breyant, el último héroe de los Lakers. "MVP", le gritaban en la grada. Y, desde luego, si la temporada acabara hoy, lo sería.

El partido estuvo monopolizado por James. Los Spurs, que venía de ganar a los Knicks, empezaron perdiendo (como suele ser habitual en este curso) en el primero cuarto (22-25) antes de desperar en el segundo, en el que anotaron 34 puntos (por 29 de sus rivales) una cifra muy difícil de conseguir ante una de las mejores defensas de la Liga. Los angelinos le dieron la vuelta al marcador antes del inicio del último cuarto, al que se marcharon por delante (82-86) pero con el choque en un puño. LeBron inclinaría la balanza en un último periodo demoledor en el que tuvo la participación de Anthony Davis, que no estuvo fino durante la mayor parte del duelo pero que apareció a tiempo para acabar con 19+12+6 (con 2 robos y 2 tapones). 

Los Lakers que hicieron gala de una gran defensa en el último periodo dejando a sus rivales en 22 puntos, consiguieron su segunda victoria en el AT&T Center esta temporada. En aquella ocasión Howard fue uno de los héroes, aunque esta vez la presencia del pívot fue testimonial: 1 rebote en 18 minutos de juego. Si carburaron Rondo, que sigue mejorando (13+5+3 con un buen +13 con él en pista), Daniels y Kuzma. Caldwell-Pope se sigue estableciendo como un seguro de vida para los angelinos y se fue a los 14 puntos con acciones defensivas espectaculares. Y todo esto con solo 13 minutos de Caruso y un Bradley tocado. Los angelinos siguen ganando a pesar de no contar con todos sus efectivos y empiezan a asustar. 

La otra cara de la moneda es la que tienen los Spurs. A la deriva, con 24 puntos de DeRozan y 30 de Aldrige, esos dos sostenes que sostienen más bien poco y que son la pareja que más juega de la Liga pero que peor rating defensivo tiene. San Antonio mejora cuando sus dos estrella están en el banquillo y ahora mismo son una sombra de lo que fueron. Nunca hay que darles por muertos. Ya se ha hecho en otras ocasiones. Pero cada vez parece más complicado dar un voto de confianza a los tejanos, que se encuentran sumidos en una grave crisis de la que no consigue salir. Los playoffs se alejan mientras los partidos pasan y Tim Duncan hoy ve desde el banquillo lo que nunca vio como jugador: una situación preocupante.

Mientras tanto, los Lakers siguen a lo suyo. LeBron, siempre muy respetuoso a la hora de hablar de Popovich y los suyos, ha reconocido que hoy tira mejor gracias a las defensas de los Spurs en el pasado, especialmente en 2007. Esas batallas ganadas y perdidas que forman parte de su legado. Y Davis, mientras tanto, avisa. Los malos momentos llegarán. Esto no va a ser siempre así. Y hay que estar preparados para afrontarlo. De momento ahí siguen, en lo más alto...