WOLVES 98-SUNS 100

La espalda frena a Ricky Rubio y Devin Booker se impone a Towns

El base español volvió a quedarse sin jugar en un partido que refuerza a unos Suns mermados por las bajas. Tremendo duelo Towns-Booker.

Digamos que en el Oeste hay, en principio, cinco equipos llamados a estar sí o sí en playoffs: Clippers, Lakers, Rockets, Nuggets y Jazz. Quedarían en el aire tres billetes, con fijos a priori que se caerán seguro (los Warriors, cosas...) y otros (Spurs, Blazers...) cuya presencia es cualquier cosa menos segura. Por esa puerta se quiere colar un lote de equipo en el que están Wolves y Suns, que se enfrentaron en Minnesota con triunfo visitante (98-100), un muy valioso paso para un equipo que queda 8-7 por el 8-8 de unos irregulares Wolves que están 3-6 en su pista y que no aprovecharon las bajas de Aaron Baynes y Ricky Rubio, que se quedó sin jugar en la que fue su casa entre 2011 y 2017 por unos espasmos en la espalda que le han hecho perderse ya tres de los últimos cuatro partidos de su equipo. Un frenazo en lo que estaba siendo un excelente inicio de temporada para el base catalán.

Sin, por lo tanto, Baynes, Ricky y un DeAndre Ayton que ha superado el ecuador de su sanción, los Suns sumaron un triunfo de mérito en un partido en el que mandaron casi siempre pero en el que se vieron con el agua al cuello al final, cuando Karl-Anthony Towns falló un triple con 95-98 en el marcado. El pívot terminó con 31 puntos, 17 rebotes, 4 asistencias y un 6/12 desde la línea de tres, pero no pudo con Devin Booker, que sumó 35 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias. Un gran duelo con historia: ambos, escolta y pívot, jugaron juntos (con Lyles, Ulis, los hermanos Harrison, Cauley-Stein...) en una Kentucky que parecía imparable y que estaba 38-0 cuando perdió en semifinales de la Final Four, contra la Wisconsin de Frank Kaminsky... ahora titular por las bajas (9 puntos, 5 rebotes) en unos Suns en los que Kelly Oubre sumó 25 puntos y 11 rebotes. En los Wolves, 21 puntos en 21 tiros de Andrew Wiggins y derrota en un partido que los de Ryan Saunders tendrían que haber ganado. Pero, sencillamente, no están en su mejor momento: cuatro derrotas en cinco partidos después de estar 7-4. Mala cosa.