Buenas noticias en la NBA: Kemba Walker ya ha abandonado el hospital tras el tremendo susto que dio el base de los Celtics en el partido de la pasada noche en Denver, que tuvo que abandonar inmovilizado tras un tremendo golpe en una acción fortuita en la que chocó con su compañero Semi Ojeleye.

Kemba pudo regresar a Boston con sus compañeros, y en principio se ha descartado que haya ningún tipo de problema grave, aunque tendrá que someterse a nuevas pruebas para analizar los síntomas de conmoción cerebral que sufre y por los que fue trasladado a un hospital de Denver durante la disputa del partido, en el que acabaron imponiéndose los Nuggets (96-92). "Le vi en la ambulancia y estaba con buen ánimo, lo que fue muy tranquilizador para nosotros", aseguró Brad Stevens, técnico de los verdes, que se temieron que el problema podía ser más grave cuando el base pasó varios minutos sin poder moverse tras la jugada y antes de ser retirado de la pista con el cuello inmovilizado poco antes del descanso.