Golden State Warriors no gana para disgustos. La franquicia de la Bahía ha informado que D’Angelo Russell sufre un esguince en el pulgar de la mano derecha y estará fuera de las canchas las dos próximas semanas. Su baja se une a las de Stephen Curry y Klay Thompson. El base se fracturó el segundo metacarpiano de la mano izquierda contra Phoenix Suns y no volverá hasta febrero y el escolta se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el último partido de las Finales del pasado curso ante Toronto Raptors.

La lesión de Russell es un nuevo dolor para Steve Kerr. El entrenador cuenta con solo nueve jugadores sanos para los próximos encuentros y una realidad desoladora para reforzar la plantilla: los Warriors están económicamente atados de pies y manos como consecuencia del ‘sign and trade’ del propio base. Este firmó con Brooklyn Nets por 117 millones de dólares en cuatro temporadas e inmediatamente fue traspasado a la Bahía. Con esta operación, la franquicia alcanzó el ‘hard cap’, el límite salarial (138,9 millones) imposible de sortear sin reglas ni excepciones y paga unos 15 millones en impuestos de lujo.

Los Warriors son en estos momentos el peor equipo de la NBA con solo dos victorias en 13 partidos (15,4% de triunfos). Tienen el peor rating defensivo de la Liga con 116,0 puntos recibidos por cada 100 posesiones y son también últimos en net rating con un -10,4. Unas cifras pésimas que convierten a Golden State en una de las grandes historias de la temporada: de dominar la NBA durante el último lustro a caer a plomo hasta el abismo de la clasificación.