NBA | ROCKETS 129 - WARRIORS 112
Los Rockets ganan a los Warriors y les dejan quintos por la cola
Fácil victoria de los de Houston, con muchos aportando, frente a unos Warriors que siguen arrastrando bajas. No se veían desde los 'playoffs'.
Llevan mucho tiempo detrás de ellos. Han sido el que ha ido a rebufo, sobre todo los últimos años, del equipo dominador de la NBA. Por eso, cada vez que consiguen hincarles el diente, es motivo de celebración y suspiro. Los Rockets no se enfrentaban a los Warriors desde los pasados playoffs, desde que ni la lesión de Durant -la primera, la que luego desembocó en la rotura del tendón de Aquiles- les mostró el camino para poder eliminar a los campeones. El año pasado también les ganaron bien entre bajas y esta vez ha ocurrido lo mismo, lo cual hace que les quede una sensación incompleta a los de Texas.
Los visitantes aguantaron lo que aguantaron. De nuevo no estaba D'Angelo Russell y se había anunciado que la baja de Draymond Green se extenderá tres partidos más, con Curry, Thompson y Looney también en la enfermería. No hubo 'efecto Paschall' como ante los Trail Blazers, a los que ganaron en los playoffs justo después de eliminar a los Rockets. Poco más de diez minutos pudieron apretar los de Kerr a un conjunto bien plantado, que tiene mucha hambre por mejorar su imagen y por conseguir victorias como las de hoy.
Del 2-8 al 10-0. Parciales de inicio para mover un poco el árbol hasta que uno de los dos se asentara. Y fue Houston. Los buenos relevos de Austin Rivers a Westbrook y Harden hicieron que todo fuera rodado. Las transiciones eran más o menos rápidas, todavía no de seis segundos o menos (como quiere el entrenador) pero sí lo suficiente como para volver locos a los inexpertos defensores de los Warriors. La sorpresa la dio Alec Burks, que ya parece plenamente recuperado de sus problemas físicos: 28 puntos y 8 rebotes saliendo como suplente para dar aire durante más minutos al conjunto visitante. No terminó sirviendo de mucho, pero es uno de esos experimentos que tiene que ir haciendo su cuerpo técnico. Se unió la pobre actuación de Bowman y Poole, los otros dos novatos que acompañan a Paschall como titulares, y de un Willie Cauley-Stein al que Clint Capela se merendó (19+16+6).
El partido murió poco después del descanso. No hubo reacción tras el paso por los vestuarios y la diferencia se fue hasta los veinte (76-56, minuto 28) tras un 11-0 de parcial. A partir de ese momento la competición pasó a otro plano pese a que los Warriors no dieran su brazo a torcer hasta bien entrado el último periodo.
Russell Westbrook volvió a jugar y acabó con 18+8+6. James Harden también destacó con 36+13. La diferencia también estuvo en que Danuel House metió cinco triples y P.J. Tucker convirtió cuatro, aportando ambos buena selección de tiro y defensa. Con estos ingredientes es muy difícil que te salga un mal plato.