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CHICAGO BULLS

La gran esperanza de Chicago Bulls se llama Coby White

El rookie, número 7 del último draft, se ha convertido en toda una sensación para los aficionados del equipo. "No le tiene miedo a nada", dice sobre él Zach LaVine.

Coby White, durante su debut con Chicago Bulls ante Charlotte Hornets.
STREETER LECKAAFP

Una presencia en los playoffs en las cuatro últimas temporadas. Ese es el balance que arrastra en este casi un lustro Chicago Bulls. La franquicia de Illinois inició su caída en el Este con la salida de Tom Thibodeau del banquillo y la llegada de Fred Hoiberg como reemplazo. Con el entrenador universitario el desmantelamiento de la plantilla finalista del Este en 2011 y semifinalista de Conferencia en 2013 y en 2015 llegó a su punto definitivo. La rueda comenzó a girar de nuevo en el United Center, pero sin sentido y sin resultados.

Salió Hoiberg y llegó Boylen. Y los problemas de todos contra el nuevo se dispararon en una espiral que pareció llevarse por delante a toda la organización. Sin embargo, el paso del tiempo ha traído la paz al seno de una plantilla muy joven (24,3 años de media, la segunda tras los 24,1 de Phoenix Suns) que tiene en Lauri Markkanen a su gran referencia. El finés es el jugador con más minutos en pista (32,0) seguido de Zach LaVine (31,3) y el rookie Coby White (26,7), la gran sensación de los Bulls en este estreno de curso.

Número 7 en la última noche de los novatos, muchos ya consideran a White (1,96 m) el gran robo de este draft. En sus dos primeros partidos de la temporada, el exjugador de la Universidad de Carolina del Norte no padeció síntomas de nerviosismo al jugar con y contra los mayores. Rápido en las transiciones, se mostró eléctrico y valiente tanto en las penetraciones como en el lanzamiento a media y larga distancia, White dejó huella en la derrota contra Charlotte Hornets con 17 puntos, 3 rebotes y 7 asistencias, su gran asignatura pendiente con los Tar Heels y uno de sus grandes caballos de batalla como demostró durante la pretemporada. En verano, fue el líder del equipo con 19,2 tantos (43,2% de tres), 4,2 capturas... y solo un pasa de canasta de media.

"No tiene miedo a nada"

Unas gratas sensaciones que quedaron refrendadas en el siguiente partido, en el triunfo frente a Memphis Grizzlies del principal candidato a rookie del año con la lesión de Zion Williamson: Ja Morant. El combo guard (no es un base puro… nada más lejos de la realidad) firmó una tarjeta maravillosa, con una segunda parte para enmarcar: 25 puntos con un 4 de 8 desde triple, 6 rebotes y 2 asistencias. Fue fundamental para doblegar al equipo de Tennessee. “Si tengo la posibilidad de un buen tiro, lo haré”, dijo al concluir el choque este jugador de 19 años, que reventó el récord de puntos en una sola temporada de la universidad con 562 por los 469 que logró en su estreno en North Carolina Michael Jordan.

“Tengo mucha confianza en él”, declaró sobre él su compañero Zach LaVine. “No tiene miedo. No le tiene miedo a nada. A él le gusta estos momentos (difíciles). Puedes verlo en sus ojos. Él quiere eso. Eso es algo que respeto. Quieres a ese tipo de persona junto a ti en la pelea”. “Intento dejarle jugar, dejar que resuelva las cosas. Quiero que sea libre. Quiero que mentalmente use su habilidad y tome buenas decisiones”, señaló a su vez Boylen: “El hecho de que jugase bien fuera de casa dice más sobre él que cualquier cosa que yo pueda decir. Su dureza, su madurez. Lo amo”.

Su impacto en la Liga ya le ha colocado en la lista de candidatos a mejor debutante del año… a pesar de que muchos pronósticos apostaban a que no tendría los minutos de los que está disfrutando. Algunos señalaban, incluso, que no sería parte activa de la segunda unidad: en dos partidos ha dado al traste con todas esos malos augurios. “Yo solo salgo y lanzo. Como siempre digo, siempre que salga y juegue duro, todo se arreglará solo. A final de año, si estoy en esa discusión (por el rookie del curso), entonces estará. Si no, pues no. Solo sé que quiero lograr nuestro objetivo: llegar a los playoffs”, admite el jugador de pelo largo a lo afro y cara de niño aburrido sobre la cancha que nació en Goldsboro, Carolina de Norte. Sea como sea, el buen o mal rendimiento de los Bulls esta temporada estará ligado indiscutiblemente a las prestaciones de White.