Ricky Rubio ha comenzado su andadura en los Suns de la mejor manera posible. 11 puntos, 6 rebotes, 11 asistencias y 4 robos. Con un 4/12 en tiros, es cierto, pero con una sensación general de que esto es la continuación del Mundial, donde se convirtió en el líder de la Selección española campeona y que le valió el MVP del torneo. Ese liderazgo es el que se le ha visto en la victoria ante los Kings (124-95), en un equipo al que si algo le falta es experiencia.

"Tenemos un gran potencial, pero ha sido sólo un partido. Tenemos que demostralo cada noche", resumía Ricky tras el encuentro, señalando directamente a los puntos fuertes y débiles de esta franquicia. Porque talento está claro que no les falta (Booker, Ayton, Obre Jr...), pero la regularidad y el carácter competitivo hace años que brilla por su ausencia. Estos les ha llevado a ser uno de los peores tres equipos en las últimas cuatro temporadas. Algo que quieren cambiar con la incorporación del español y también de su nuevo entrenador, Monty Williams. El técnico viene de hacer un gran trabajo como asistente en los Sixers, los Lakers pujaron por el en verano y ya tiene a Ricky como uno de los ojitos derechos de la plantilla: "Le quiero como jugador de baloncesto y también como persona", contaba a los periodistas. Según él, tenerle en cancha es como estar el mismo jugando, porque sabe qué jugada hacer en cada momento. "Es lo que un buen base hace en ataque y es lo que hemos visto esta noche".

"Me gusta el balance que hace de la anotación y el pase. Él y Devin Booker muestran unas sinergias interesantes cuando les colocamos en el pick-and-roll. Saben leerse el uno al otro", explicaba sobre la relación en cancha entre el fichaje estrella del equipo y el jugador franquicia. El propio Booker parece encantado de tener al español al lado: "No se trata sólo de su capacidad para pasar, también de su capacidad para liderar. Diciendo a los chicos los pasos que tienen que dar. Incluso cuando estamos en el banquillo viéndolo desde fuera nos dice lo que está pasando. Hay química y vamos a construir sobre ella".

Uno de los que más se van a beneficiar de la presencia de Ricky es DeAndre Ayton. El pívot, número 1 del draft del pasado año, acabó el partido con 18 puntos en un 9/14 en tiros. En más de una ocasión se pudo ver la conexión con el base, que parece evidente que le va a tener como uno de sus principales finalizadores y le va a dejar en situaciones muy ventajosas para anotar. "No sabes cuándo va a llegar el pase, así que tienes que seguirte moviendo", decía Ayton sobre cómo es jugar al lado de Ricky. Parece que el bahameño lo ha entendido rápido. Algo de lo que tanto él como el español y todos los Suns no pueden más que salir bien parados.