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SUNS 124-KINGS 95

Los Suns maravillan en su estreno con Ricky Rubio a los mandos

Gran partido como director del base español y descomunal segunda parte de los Suns, que aplastaron a unos Kings desastrosos. Bien Booker, Ayton, Johnson, Carter...

Christian PetersenAFP

Los Suns son a priori un bloque en busca de identidad y los Kings un aspirante a colarse en los playoffs. Pero, en un verano de cierto optimismo para la franquicia que más tiempo lleva sin pisar las eliminatorias por el título (desde 2006), se ha pasado por alto que les ha tocado también cambio de entrenador: el disciplinado Dave Joerger ha dejado su sitio a Luke Walton, que ha hecho 600 kilómetros hacia el norte de California para demostrar que en los Lakers fue más una víctima que un causante de los males del equipo, sobre todo en la convulsa temporada pasada, la primera con LeBron James y la sexta seguida sin playoffs.

Walton no podrá usar como argumento a su favor el primer partido de estos Kings 2019-20, vapuleados (124-95) por los Suns, que también estrenan cabeza pensante, un Monty Williams que rondó el banquillo de, precisamente, los Lakers. Y que sacó brillo a su estreno con unos Suns que, francamente, solo pueden ir a mejor, se supone: 23, 24, 21 y 19 victorias en las últimas cuatro temporadas. En esta ya tienen una, cimentada en una segunda parte fabulosa, 70-36 de parcial, en la que los Kings cayeron como un cuerpo muerto, hasta el más profundo de los abismos: 68-33 en los últimos 22 minutos, 49-22 en los últimos 15 (a los que se llegó en 75-73). Los Suns perdieron menos balones (14-26, un desastre de los Kings), pasaron mejor (31-17 en asistencias) y jugaron con una velocidad tremenda y mucha agresividad, cuando no les entraban los tiros en la primera parte (se llegó a un 39-50 visitante) y cuando empezaron a hacerlo después, al galope después de cada pérdida de rival.

En ese nuevo plan de los Suns brilló Ricky Rubio, ya con galones de veterano y un tremendo poso al que se suma el MVP del pasado Mundial. Con inteligencia y un claro liderazgo, el español no tiró bien (4/12, 0/12 en triples) pero se dedicó a mejorar todo lo que pasó por sus manos y, sobre todo, por su cabeza. Al final, 11 puntos, 11 asistencias, 6 rebotes, 4 robos y el halago de un Williams que aseguró que es una bendición para él tenerlo en cancha: "Sabe lo que quiero que hagamos en cada jugada". Eso es lo que tiene que hacer un base y lo que puede ayudar a dar una nueva dimensión a una rotación que en este partido pareció larga y en la que sobresalen las dos perlas jóvenes, el anotador Devin Booker (22 puntos, 10 asistencias) y DeAndre Ayton, el número 1 del draft de 2018 (el de Luka Doncic), que terminó con 18 puntos 11 rebotes y 4 tapones que pusieron cifra exacta a un compromiso mucho mayor con el juego colectivo del que enseñó como rookie. Tyler Johnson (10 puntos), Kelly Oubre (21 y 9 rebotes) y el base suplente Jevon Carter (gran defensa, 3 triples y 11 puntos) completaron un trabajo sorprendentemente brillante de unos Suns que se han regalado un saco de motivos para el optimismo en solo un partido.

¿Y los Kings? Solo de inicio y con Buddy Hield enchufando (22 de sus 28 puntos en la primera parte) parecieron el equipo alegre, agresivo y supersónico de la pasada temporada. Las pérdidas, los tiros fallados, el 65% en tiros libres y una buena zurra en los puntos en transición (27-11), teóricamente uno de sus fuertes, los sacan de Arizona magullados... aunque solo ha sido un partido. Bogdanovic no metió nada (2 puntos, 1/10 en tiros), a Marvin Bagley (14+10) lo dominó Ayton, De'Aaron Fox se cargó de faltas y solo aportó 8 puntos y 5 asistencias con 5 pérdidas, y Harrison Barnes fue tan transparente como casi siempre. Por la cuenta que le trae al equipo de Sacramento, más vale que esto sea solo un mal arranque en la era Walton. O esta no será muy larga.