El Oldenburg, colista del grupo, arrolla a un Unicaja desdibujado
Los malagueños, que llegaron a perder de 24 a falta de cinco minutos para el final (83-59), suman su primera derrota en Eurocup ante el Oldenburg, colista de su grupo.
El Unicaja, que estaba invicto en la Eurocup, perdió este miércoles su primer partido ante el colista del grupo D, el Ewe Baskets Oldenburg, que ofreció su mejor versión ante un conjunto cajista desdibujado, que llegó a ir perdiendo por 24 puntos y que dejó una pobre imagen en tierras alemanas (91-78).
El equipo malagueño, que fue de más a menos, arrancó con un primer cuarto igualado en el que disfrutó de pequeñas ventajas gracias al acierto del escolta serbio Aleksa Avramovic, siete puntos, y a su fortaleza defensiva inicial (16-20, minuto 10).
El Unicaja mantenía su renta gracias a los triples del ala-pívot Carlos Suárez y del propio Avramovic (25-30, minuto 14), frente a un equipo alemán que aumentaba sus prestaciones ofensivas a medida que iban transcurriendo los minutos y empezaba a creer en sus posibilidades. Un triple del alero Philipp Schwethelm dio la primera ventaja al Ewe Oldenburg (32-30, minuto 16) que con un parcial de 11-6, desbordó por completo al Unicaja, flojo en defensa y con muchas carencias dentro de ambas zonas, (46-36, minuto 20).
La diferencia era importante y tras el descanso, el Unicaja, ya muy desacertado a esas alturas del partido, llegó a perder por 17 puntos (61-44, minuto 26), en una actuación excelente del Oldenburg, donde todos los jugadores estaban aportando en ataque y defensa. El base estadounidense Braydon Hobbs, con 16 puntos, era un martirio para la floja defensa del Unicaja, con numerosos errores, pérdidas absurdas y falta de concentración, 68-53, minuto 30.
La sorpresa se estaba dando en la ciudad alemana, donde el Unicaja naufragaba, sin actitud y concentración, de lo que se aprovechaba el equipo local, que aumentaba la diferencia hasta disfrutar de una máxima ventaja de 24 puntos en el minuto 35 de partido (83-59). Con el partido perdido, al Unicaja solo le quedaba maquillar el resultado y lo logró en parte con su presión final en los últimos cinco minutos que, al menos, le permitió dejar el marcador en el 91-78 definitivo.