El último baile del abuelo Carter
El escolta de 42 años afronta su 22ª temporada en la NBA, más que nadie en la historia, y podría acabar como el único en jugar en cuatro décadas distintas.
Trae Young, un base que hace cosas imposibles, fue segundo en la última votación de Rookie del Año. El único que le quitó un par de primeros votos a Luka Doncic, que sumó 98 de 100 posibles. Nueva estrella de Atlanta Hawks, comparte vestuario por segunda temporada consecutiva con Vince Carter. Young tiene 21 años. Cuando nació, el 19 de septiembre de 1998, Carter ya había sido drafteado por los Warriors (número 5 de aquel año) y traspasado a Toronto Raptors. Zion Williamson, un proyecto de jugador generacional que es el unánime favorito para suceder a Doncic como Mejor Novato, nació el 6 de julio de 2000, un año después de que Carter ganara ese premio (1999) y meses antes de que el escolta se colgara el oro olímpico con Estados Unidos en Sidney 2000. En esos Juegos dejó uno de los mejores mates de la historia cuando saltó literalmente por encima del pívot francés de 2,18 Frederic Weiss. La prensa francesa lo llamó le dunk de la morte, el mate de la muerte. Meses antes, Air Canada (seis años en los Raptors) había ganado uno de los mejores concursos de mates de siempre. Todavía no había nacido el novato más joven de la nueva temporada que empieza mañana. Otro francés, Sekou Doumbouya (23 de diciembre de 2000.
Cuando Carter jugó su primer All Star Game, en 2000, compartió equipo del Este con Reggie Miller y Allen Iverson contra un Oeste legendario: Stockton, Malone, Shaquille, Kobe, Nowitzki, Duncan, Robinson... Si suena a baloncesto de otro tiempo es porque lo es. Carter tiene 42 años y 268 días (nació en Florida el 20 de enero de 1977) y se dispone a jugar su vigésimo segunda en la NBA, algo que no ha hecho nadie en toda la historia. Romperá el empate con Kevin Garnett, Robert Parish, Kevin Willis y un Dirk Nowtizki que es, eso sí, el único que ha jugado 21 temporada con la misma camiseta, la de Dallas Mavericks. Una de las ocho que ha vestido un Carter que se jubilará el próximo verano como jugador de los Hawks y como el único de la historia, en cuando juegue un minuto después de Fin de Año, que ha pisado las pistas de la NBA en cuatro décadas distintas.
Ocho veces all star y uno de los que fue incluido en el lote de posibles herederos de Michael Jordan en una NBA por entonces ávida de talento joven, Carter fue un explosivo anotador con un físico de cómic Marvel. Todo eso ha quedado atrás, aunque todavía deja algún mate ocasional y partidos de más de veinte puntos. La pasada temporada (7,4 puntos de media en 17,5 minutos durante 76 partidos) superó esa cifra dos veces, el sexto que lo logra con más de 40 años. Reconvertido en mentor de los jóvenes y referente de vestuario, explica su longevidad con sencillez: "Ahora ya no puedo hacer las cosas que hacía antes pero he aprendido a jugar. Llegó antes que los demás a los partidos porque mi cuerpo ya no puede prepararse tan rápido. Después de los partidos hago un entrenamiento suave antes de ir a casa. He cortado el consumo de grasas... un Chevy del 64 necesita mucho mantenimiento solo para que no se pare en mitad de la carretera. Pues así trato a mi cuerpo ahora".
Desde luego será el jugador más veterano de la temporada 2019-20. Por detrás Udonis Haslem (39 años y 134) y Pau Gasol, ya el tercero de este ránking jurásico. El español, en duración de leyenda, afronta su decimonovena temporada con, hoy, 39 años y 107 días. Último jugador en activo drafteado en los 90, Carter es quinto en partidos con 1.481. Este año debería adelantar a John Stockton y Dirk Nowitzki y podría llegar hasta Kareem Abdul-Jabbar (1.560). Inalcanzable quedará, todavía, el histórico Doble Cero de los Celtics, Robert Parish (1.611). Carter será, también, salvo lesión, el cuarto que jugará en la NBA con 43 años. Compartirá ese logro con Parish, Kevin Willims (44 años y 224 días en 2007) y Nat Hickey, que en 1948 disputó un arptido con 45 días y 363 años. Después, el fenómeno que fue apodado Vinsanity (juego de palabras con su nombre e insanity: locura) dejará la pistas y esperará su indiscutible entrada en el Salón de la Fama.