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NBA | DRAFT 2019

Goga Bitadze: sus ídolos son Pachulia, Shaquille y Pau Gasol

En solo unos meses y con 19 años, asombró en la Euroliga y se llevó el premio al mejor joven. El georgiano lo tiene todo para ser una estrella.

Actualizado a
17/01/19 BALONCESTO GOGA BITADZE JUGADOR GEORGIANO
 
 FOTOENVIADAPOR.RICARDO.GONZALEZ.
DIARIO AS

Número del draft: 18 (Indiana Pacers)

 Edad: 19 años (20 de julio de 1999 en Sagarejo, Georgia)

Altura y peso: 2,12 y 114 kilos.

Último equipo: Mega Bemax y Buducnost

Estadísticas Euroliga: 12,1 puntos, 6,4 rebotes y 2,3 tapones.

Puesto: Pívot

A estas alturas, es muy difícil que a los ojeadores de la NBA se les escape la irrupción de talentos absolutamente especiales en el baloncesto europeo. Y Goga Bitadze lo es. En EE UU también saben que se ha curtido en el serbio Mega Bemax, el equipo del súper agente Raztanovic desde el que saltó a la NBA Nikola Jokic. Aunque su verdadera explosión llegó en diciembre, cuando fue cedido al Buducnost. Desde entonces, maravilló en la Euroliga (23 puntos y 32 de valoración en su segundo partido) y promedió 16,3 de valoración en solo 13 partidos para llevarse el premio al Mejor Joven de la competición. Los grandes de Europa no tuvieron tiempo ni de frotarse las manos: su lugar estaba en la NBA, resultaba obvio.

Bitadze puede ser ese europeo al que se arrepienten de no draftear unos cuantos de los que le han dejado pasar, una sensación venida del otro lado del Atlántico con esas armas que cada vez cuestan más encontrar en los pívots estadounidenses: talento y fuerza, movimientos extraordinarios, tacto con la bola, sentido del juego, capacidad para tirar por fuera y ser devastador por dentro, intimidación en defensa... Con 19 años, no se puede pedir más. O tal vez sí: los ojeadores dudan de su capacidad en defensa ante el estilo actual de ataque en la NBA. Su movimiento lateral, su manejo lejos del aro ante los exteriores rivales... Poco más se puede decir en contra de un jugador que ha demostrado, aunque sea en una pequeña dosis, que puede ser uno de los grandes talentos europeos de la próxima generación.

Hijo de jugador cuya carrera acabó demasiado pronto por las lesiones, empezó en el baloncesto a los seis años y, como tantos otros, se enganchó casi por inercia y empujado por su altura. Sus ídolos locales eran Pachulia y Shengelia, y más allá estudiaba el juego de Pau Gasol y Shaquille O'Neal en una NBA a la que llega ahora y en la que, no es una exageración, puede ser una sensación en cuestión de meses.