En el segundo cuarto, las unidades B no bajaron el ritmo anotador. Pleiss, con un palmeo, en su vuelta a casa; Colom, triple; Larkin, de dos; Labeyrie, mates a pares, marca de la casa. El tanteo era muy justo, siempre por delante los locales, pese al indescifrable Peters, que lo mismo anotaba de tres como un refinado tirador, que debajo del aro tras capturar un rebote ofensivo. Era un día para los pesos pesados. Y Dubljevic lo sabía. Mediado el segundo cuarto, ya era el dueño de la pintura (12 puntos y 5 rebotes en los dos primeros cuartos). Un triple y una asistencia (a Loyd) de Colom pusieron la máxima renta de la primera mitad (46-39, min. 19). Tras un par de buenas defensas se llegó al descanso.