Los Lakers ya están en marcha, completado el media day y ya inmersos en los primeros entrenamientos oficiales de cara a una temporada 2019-20 que se presenta apasionante... y con unos niveles de presión muy altos. Después del sonoro fracaso (incluso contando con la tremenda plaga de lesiones que arrasó al equipo cuando empezaba a despegar) que supuso la primera temporada de LeBron James, con un Anthony Davis que acaba contrato el próximo verano y amenazados por el ascenso de los vecinos (e históricamente paupérrimos) Clippers.

Con respecto al inicio de la pasada temporada no sigue Magic Johnson al frente de los despachos y Frank Vogel ha tomado el relevo de Luke Walton en el banquillo. El nuevo técnico triunfó en los Pacers y después tuvo un paso muy gris por Orlando Magic (2016-18). Su misión es dar una nueva personalidad defensiva a un equipo que ha añadido nuevos especialistas (el propio Davis, Dwight Howard, Danny Green, Avery Bradley...) y en el que Vogel quiere poner un toque de lo que eran sus durísimos Pacers, un equipo que aspiró al anillo pero nunca pudo sortear a LeBron James en el Este y en el que los mejores jugadores eran Paul George y David West. El entrenador de Wildwood Crest quiere un equipo duro y físico, que imponga su estilo en los partidos: “Vas a venir a jugar contra las Lakers y te vas a llevar golpes. Vas a recibir en la boca”. Y ha destacado la actitud de Dwight Howard, un outsider que en su día fue tres veces Mejor Defensor de la NBA, la última en 2011: “Quiero un tono muy físico y se lo ha tomado hasta demasiado en serio. Está pegando duro, pero es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos”.

“Es un entrenador de mentalidad defensiva y tenemos que adaptarnos a ello. Vamos a ser un equipo que base su juego en la defensa, estamos preparando muchas estrategias”, ha dicho un Anthony Davis que se ha jactado de que se va encargar de que no se escaquee LeBron James, que en las últimas temporadas ha dosificado esfuerzos de forma evidente en la parcela defensiva. “Queremos ver a tíos por el suelo”, insiste Vogel, “si no no estaremos haciendo bien nuestro trabajo. Pero sin hacer nada estúpido, no queremos que nadie acabe lesionado”.

Vogel, finalmente, dejó claro que dosificará al máximo a LeBron durante los amistosos de pretemporada y se mostró muy feliz con el roster con el que ya está trabajando: “Tenemos a dos de los mejores jugadores del mundo juntos. Y todo el mundo está hablando de Avery Bradley, de su tenacidad. No se despega del jugador al que defiende y está lanzando muy bien también”. Bradley (28 años) se ha comprometido con los Lakers por dos años y 9,7 millones de dólares. Brillante en su etapa en los Celtics, las cosas no le fueron después bien ni en los Pistons ni en los Clippers pero recuperó un nivel muy interesante en su breve paso por los Grizzlies la temporada pasada. Los Lakers esperan de él defensa y tiro exterior, un rol en el que también encajan jugadores como Kentavious Caldwell-Pope y un dos veces campeón de la NBA como Danny Green. Si ellos cumplen con su parte del trabajo, los Lakers de LeBron y Anthony Davis serán uno de los mejores equipos del Oeste.