Kyrie Irving ha salido de Boston, pero los problemas no se han ido con él. La histórica franquicia, que ha visto como se ralentizaba el proyecto de Stevens tras el fracaso de la última campaña, sigue teniendo dificultades para manejar los egos de una plantilla llena de jóvenes talentos y que tiene ahora tiene a Kemba Walker como jugador de referencia.

Jaylen Brown ha sido el protagonista del último problema de los Celtics. El jugador se encuentra en su contrato rookie y la directiva tiene hasta el 21 de octubre para renovarle, algo que planeaban hacer. Son embargo, parece que las altas pretensiones del alero van a poner muy difícil el acuerdo.

El joven baloncestista quiere cobrar 170 millones en 5 años en un contrato muy similar al que han firmado recientemente Ben Simmons con los Sixers y Jamal Murray con los Nuggets. Los Celtics iban a ofrecerle a Brown 52,5 millones en 3 años, números en los que ya se ha movido Caris LeVert con los Nets, pero esta cifra es insuficiente para el alero.

Las pretensiones de Brown pueden parecer demasiado altas después de la última campaña, en la que los Cetics, llamados a ser finalistas, no cumplieron con las expectativas y se quedaron en semifinales de Conferencia, donde fueron prácticamente arrollados por los Bucks. El alero, siguiendo la dinámica del equipo, no cuajó una gran temporada, bajando sus números en regular season (de 14,5 puntos a 13) y en playoffs (de 18 a 14), por lo que sus peticiones podrían parecer demasiado altas para Danny Ainge y el resto de la directiva bostoniana.

Si finalmente los Celtics y Brown no llegan a un acuerdo el jugador pasará a ser agente libre restringido el próximo verano, por lo que Boston podrá igualar cualquier oferta. Eso sí, cualquier equipo podría ofrecerle el máximo al alero... y ya hemos visto que su actual franquicia no está dispuesta a hacerlo.